67. En blanco y negro
Me siento en la duna a ver el mar. Por fin. Toda una vida bajo tierra soñando con este momento: un horizonte plomizo, el brillo oscuro del agua, casi azabache, el rumor de las densas olas arrastrando la espuma grisácea, los esqueletos de los barcos varados en la arena sombría. Levanto un par de segundos la máscara: es precioso, más de lo que había imaginado. Respiro hondo y vuelvo a colocarla. No puedo estar fuera demasiado tiempo, pero volveré, a pesar de ese extraño sabor ácido que impregna el aire y el fuerte olor a carroña y chapapote, tan penetrante.
Guau, Rafael, visión post-apocalíptica total aun con el barniz de la kalopsia. Esperemos que podamos seguir viendo esa misma escena en color durante mucho tiempo aún y, a ser posible, sin máscara.
Un abrazo y mucha suerte.
Si una visión cruda de una situación que podría llegar a ocurrir si seguimos por el mismo camino.9
Es muy triste, vivir así no podría valer la pena. Aunque ya sabemos que los humanos podemos adaptarnos a casi todo.
«Toda una vida bajo tierra» ha de ser muy triste. Descubrir un mundo hermoso, pese a todo, es difícil de describir con palabras, pero tú has encontrado las precisas, sin escatimar que las malas actuaciones presentes pueden dejar huella duradera y futura a las siguientes generaciones.
Un relato con claro mensaje de concienciación para el presente y el futuro.
Un abrazo y suerte, Rafa.
Hasta en el peor de los escenarios es posible encontrar la belleza, y este micro es el mejor ejemplo. Esperemos que no sea premonitorio y el mundo siga siendo en color.
Un abrazo y suerte.
Pocas palabras para pintar un escenario en grises que no es el de una película apocalíptica, sino el de la realidad del personaje. Pero hasta en esa situación, el ser humano puede proyectar una visión de belleza. Un abrazo, Rafael.
Gracias por vuestros comentarios. Todo depende del color del cristal de la escafandra con el que se mira. Abrazos largos.
Rafael narras una situación terrible a la que parece estamos abocados sin dudarlo Esperemos que los gobernantes, los empresarios y los habitantes de este hermoso planeta reaccionen a tiempo. Un abrazo muy grande, querido amigo.