08. LA PARTIDA (Paloma Casado)
El tren al que subirá Miguel acaba de entrar en la estación, los altavoces anuncian el reinicio de la marcha dentro de diez minutos. Junto a él, la madre llora humedeciendo un pañuelo manoseado mientras le reprocha que se vaya abandonando -y utiliza esa palabra dura- a su familia. Su hermano defiende que un muchacho prefiera ampliar horizontes y vivir la vida, él mismo lo haría si no hubiera conocido a Aurora y estuvieran a punto de ser padres, dice mientras la atrae hacia sí con la fuerza de su brazo. Cada uno piensa en sus posibles motivos, solo Ella los sabe. Miguel, después de abrazarlos, sube las escaleras con un temblor en el mentón y desde la ventanilla los despide con la mano tragándose las lágrimas. Posa su mirada en la madre, el hermano y después en Aurora. Mantiene los ojos fijos en los de ella mientras avanza el tren y sin apenas darse cuenta recorre su cuerpo hasta posarlos en el vientre abultado donde crece su hijo.
Toda acción viene motivada por una razón. A menudo suele ser clara y pública, pero otras se mantiene oculta para no desatar un infierno. Disponer de toda la información hace que dos personas, en este caso: Miguel y Ella (con mayúscula), sepan por qué un joven abandona todo para comenzar una nueva vida, todo, incluso a su hijo, y un seguro escándalo
Un relato muy bien construido y acorde con el tema propuesto.
Un abrazo y suerte, Paloma
Gracias Ángel como siempre por leer y comentar. En efecto hay una historia detrás o antes de la historia, de abandono o de separación obligada por las circunstancias A gusto del lector
Menos mal que se ha ido, el ambiente iba a ser irrespirable en esa familia. Muy bien contaba hasta el final cuando desvelas el secreto.
Los líos sentimentales dentro de una familia son de lo peor, y has sabido contarlo con maestría.
Tienes razón Rosa. Muchas gracias por el comentario.
Paloma, qué bien descrita la escena de la despedida, y qué maestría para desvelar el motivo de la partida en las tres últimas palabras.
Un abrazo y suerte.
Gracias Rosalía por tu generosidad. Siempre es una satisfacción saber que ha gustado lo que escribes
Paloma, has escrito una gran historia de problema familiar que podría haber acabado en tragedia. Por eso, aunque duela esa separación, quizás esa sea la única solución para conservar la paz familiar. Un gran abrazo, amiga.
Gracias querida Gloria. Para mí es más bien un drama, pero también una gran generosidad de quien se marcha con el corazón roto.
Un microrrelato que tiene de todo: amor, traición, despedida, pérdida,… Dejas entrever varios puntos de vista diferentes y está narrado con mucho sentimiento. Y le pone la guinda el giro final. ¡Sencillamente perfecto! Te felicito Eva, ¡mucha suerte!
Perdona Paloma, ¡que te cambié el nombre! Y eso que te llamas como mi hermana, jeje
Je,je. Muchas gracias, Sara, creo que le has puesto más sentimientos al texto que yo misma cuando lo escribí. Todo un honor tu comentario
Enhorabuena, hermanita, una historia muy bien contada y que impacta con las últimas palabras.
Nos vemos pronto.
Besos.
¡Qué bueno, Paloma! Qué bien guardas el secreto hasta el final.
Aunque, una vez leído, al volver atrás y ver «mientras la atrae hacia sí con la fuerza de su brazo» me queda la duda de si el hermano sabe quién es el padre… (creo que eso queda ya entre los hermanos, si es que lo han llegado a hablar – quizá les bastó también una mirada para entenderse…)
Besos!
Carme.
Paloma, escribes un microrrelato en toda regla. Hay mucha historia en tan pocas palabras y sobre todo qué bien mantienes el secreto hasta el final. Ah! y es perfecto para el tema que nos ocupa
¡Felicidades!
Excelente e imprevisto final que nos obliga a reinterpretar lo leído. La partida de uno de los hermanos se convierte en un drama personal y familiar. Enhorabuena.