11. INTERMITENCIAS (Ángel Saiz Mora)
Nuestras soledades coincidieron en Barcelona, durante una excursión. Nada sabíamos uno del otro, pero no nos hizo falta escuchar las biografías para congeniar. Besos infinitos aparte, las bocas apenas se abrieron, salvo para comer y beber juntos. De regreso, volvimos a nuestras vidas separadas.
Fue suficiente un solo wasap tuyo, escueto, para establecer fecha y lugar de la siguiente escapada pocos meses después.
Durante años, en cumplimiento de un contrato no escrito y a tiempo parcial, el vínculo se interrumpe tras cada viaje, para retomarlo en el siguiente. Nos entendimos sin casi articular palabra en Budapest, Berlín, Bahamas o Bagdad.
Aquel mensaje fue extenso. Hablabas de presiones familiares y normalización.
Caí bien a tus padres, tú también a los míos. Nunca habíamos conversado tanto entre nosotros, no nos hizo falta hasta entonces. Los preparativos, sin embargo, fueron motivo de agrias discusiones.
Vestida de blanco, guardabas silencio ante la pregunta del sacerdote, cuya respuesta se daba por hecha. Cuando me miraste llena de complicidad, pedí a los invitados, de forma telegráfica, que respetasen nuestra relación diferente, alternativa, que denominé plan B. Cancelar la boda, para asombro y enfado de todos, no impidió que partiésemos de luna de miel a Bali.
Por definirlo de alguna manera, las familias de la pareja fueron el «mal tercio» que estuvo a punto de arruinarles su perfecta relación sin palabras, y digo «casi» porque la pareja se entendió con sólo mirarse y a la perfección, tanto para lo bueno -ese amor que compartían- como para lo malo- ese boda que sus familias querían y ellos no, y tan bien hicieron en cancelar.
Siempre es un gusto leerte, Ángel querido, por tu amistad y por tu calidad. Un micro excelente, realmente (valga la rima).
Besos argentimos😘😘😇😇
Bueno, querido Ángel, pues si aún les va bien está perfecto. Las relaciones y la manera de vivirlas debe ser cosa de los que la forman. A veces, el interés por agradar a los demás acaba nublando lo que antes lucía despejado bajo los auspicios de un sol eterno.
La propuesta B es muy interesante.
Un abrazo grande.
Está claro que no se puede agradar a todo el mundo, tampoco es necesario. El que dos personas conecten ya es bastante milagroso, más que suficiente y, por supuesto, merecedor de todo el respeto.
Muy agradecido, Mercedes.
Otro abrazo grande para ti.
Nadie debería entrometerse en una relación, nadie tiene derecho a enturbiar lo más mínimo ese milagro que se produce entre dos personas, un chispazo inexplicable que conduce a fusionarse, a compartir, cada pareja es un mundo. La existencia es corta y cada cual tiene derecho a vivirla cómo y con quién quiera, sin intromisiones, siempre que no se moleste a nadie.
Ya sabes que el gusto es mío cuando te leo a ti. Gracias por tu amistad de tanto tiempo y que siga muchos años.
Besos desde España, Mariángeles
Dicen que las relaciones a distancia son complicadas, pero sin las presiones de la vida cotidiana es más fácil que sean inmortales.
Si se vive en una perpetua luna de miel fija discontinua no hay tiempo para discutir, ni siquiera resulta necesario hablar de cosas serias. Sin horarios, ni trabajo, ni prisas para ir a comprar y hacer la comida, solo disfrutar de los placeres terrenales, de la compañía, ¡y encima viajando! ¿Qué más se puede pedir?
Me encanta ese plan B.
Un abrazo y suerte.
Dicen que de visita todos somos muy majos, otra cosa es el día a día, la convivencia y, como bien explicas, las presiones, la dureza y la complejidad con las que nos toca lidiar. Esta pareja fija discontinua tiene todos los ingredientes para perdurar, y ninguno de los que vuelven gris los colores intensos que siempre nos gustaría mantener. Creo que a ese plan B pintado con la cara amable de la vida se apuntaría más de uno, o todos, si no fuese una quimera.
Agradezco mucho tu lectura y comentario, Rosalía.
Un abrazo
Eso viene denominándose (al menos por mi tierra) «Dar la espantá» que creo que también es un término taurino (y con ejemplos recientes, por cierto).
Siempre queda la duda de si quién la da es un valiente o un cobarde. Sobre esto yo opino que es lo de la botella medio llena, porque quizá es de cobardes no afrontar el hecho premeditado y previsto; pero también hay que ser valiente para «dar la espantá» y decir «Ahí os quedáis», que quien se la juega soy yo.
Siempre es un placer leerte y es un gusto contar con tu amistad.
Abrazacos manchegos.
Algo parecido podría decirse de quien intenta quitarse la vida. Por un lado puede considerase un acto de cobardía, pero también hay que tener, supongo, valor para dar un paso así, tan drástico y, además, sin vuelta atrás. Ante una certeza como la de esta pareja, de tomar una decisión errónea y duradera, es mejor dar marcha atrás, con la felicidad de no se juega y cada cual la busca a su manera.
A ti sí que es un placer leerte, Isi, y tu amistad no tiene precio.
Ahí van dos abrazacos.
Hay tantas relaciones como parejas en el mundo, si esa es la suya, adelante! Tanto pego y tanto parche! Nos empeñamos en caminar por los mismos lugares. Esta pareja es diferente y se le debe un respeto.
Lindo el relato.
Cada pareja tiene derecho a andar su propio camino, sin condiciones y límites de terceras personas que tienen su vida también y que tampoco desearían que nadie se inmiscuyese en ella. Dicen que en la diferencia está la genialidad.
Muchas gracias, Rosa. Me alegra que te guste.
Un abrazo
Plan B, muy buenoooo, Campeón!!!
Próxima parada, Benidorm!!
Enhorabuena, Ángel!😊
O a las Bahamas, quién sabe, eso sí, abrazados a su plan B.
Mil gracias, Marca ¡Campeón!
Un abrazo
Hay que dejar que cada uno viva la vida y las relaciones como mejor le venga. Bravo por esa pareja tan original y un fuerte abrazo, Ángel.
El problema es que algo tan básico como lo que apuntas, vivir y dejar vivir, parece algo irrealizable a veces, aplastados por los condicionantes.
Muchas gracias, Ana María
Otro abrazo grande para ti.
Bienaventurados los que viven al margen del qué dirán, porque eso que se llevan por delante. A veces el plan B es mejor que el plan A. Muy bien planteado, Ángel. Un abrazo y suerte.
Quienes saben ser dichosos, o intentarlo, a pesar de la opinión general, que no entiende de diversidad y respeto, están vacunados contra todo mal y tienen posibilidad de conseguir cualquier cosa que se propongan.
Muy agradecido, Francisco Javier.
Un abrazo
Qué gran crítica te has marcado a una de las muchiiiiiiiiiiisimas imposiciones sociales que nos encorsetan. Parece que quien no se casa o no vive con su pareja es raro, cuando lo raro es dar por hecho que todas las relaciones han de ser iguales. Muy buen microrrelato y muy buen tema, muchas felicidades Angel.
El milagro de una relación que nace y perdura es tan respetable, aunque no sea convencional, que merece seguir adelante contra viento y marea, no ceder ante la intransigencia, por mucho que se le pongan obstáculos delante.
Gracias por leer y comentar, Sara.
Un abrazo
Cuando hay sintonía, no hace falta mucho para entenderse. A veces, las palabras son malas comunicadoras y es el lenguaje del cuerpo el que toma el relevo, como parece el caso.
Nos enseñas, de nuevo, ese vínculo tan estrecho que tienes con la naturaleza humana, Ángel, y que tan bien sabes plasmar con palabras. Es un gustazo leerte.
Un abrazo.
Sintonía es la palabra clave. Las palabras ayudan, pero, efectivamente, no siempre son necesarias para transmitir, como bien dices. Los sentimientos salen a la luz sin ellas, incluso aunque se repriman, aunque no sea el caso de estos personajes.
Para gustazo de lectura tus relatos. Deseando estoy que nos regales el tuyo.
Muchas gracias y un abrazo, Antonio.
Hola Angel,
Muy buen relato, acorde con el tema propuesto, donde el silencio al menos en esta pareja es a veces la mejor comunicación. Me gusta ese plan B que les lleva siempre a ciudades con esa letra.
Un abrazo y suerte
Cada pareja enfoca su relación acorde con su estilo y nadie tiene derecho a inmiscuirse. Esto lo han entendido bien los protagonistas de tu relato. El hecho de no pasar por la vicaría no resta ni un ápice su compromiso. Lo importante es entenderse, quererse y ser felices. Mucha suerte con tu propuesta, Ángel. Un placer leerte. Abrazos 🤗😘
Como dice el refrán: «Obras son amores, y no buenas razones». Lo que importan son los hechos, que de palabrería y lenguaje vacío, cuando no rematadamente falso, ya vamos sobrados por gran parte de los representantes públicos y otros muchos personajes, a los que se les otorga voz sin merecerla.
Leerte a ti sí que es un placer.
Muchas gracias, María José. Abrazos
Entre ellos hay un acuerdo tácito, no escrito y, sobre todo, sin necesidad de palabras, que no por inusual ellos dejan de cumplir a rajatabla. Lo de visitar juntos ciudades con la misma letra es otra cláusula de ese contrato invisible, no material, pero plenamente vigente.
Gracias por leer y comentar, Fernando.
Un abrazo
Estupendo relato, como siempre, querido amigo. Es mucho mejor cancelar una boda que ingresar en la rutina de una vida que no convence. Si la fascinación de la aventura y lo imprevisto es lo que queremos…¡A por ello! Un abrazo, Ángel, y suerte.
Si esta pareja era feliz a su manera, que lo sigan siendo, porque cada cual tiene la suya. La rutina es cómoda, pero aburrida. En todos los ámbitos hay que intentar no perder la capavidad de asombro.
Muchas gracias, Puri
Hola, Ángel.
Me recuerda este relato tuyo a un comentario que tú me hiciste a uno de los míos, me señalabas algo así como que cuando algo funciona es mejor no tocarlo. Verdaderamente, la búsqueda de la perfección en muy peligrosa, sobre todo, porque tal cosa no existe.
Un cálido saludo, estimado tocayo.
«tú hiciste». Perdón, últimamente fallo más que una escopeta de feria.
Cada uno busca ser lo más feliz que puede. Es cierto que no hay nada perfecto, pero también, que todo el mundo tiene derecho a intentarlo.
Muchas gracias, querido tocayo, un abrazo grande y tú estás perdonado en toda circunstancia.
Les bastó con una mirada para conectar y, sobre todo, para luego entender que mejor volvían a su plan b. Los imagino por fin retirados en Benalmádena tomando baños mediterráneos.
¡Abrazo!
Un plan B que siempre debió ser A, el primero y principal. Damos por hecho que también disfrutarían en Burgos, siempre que estén juntos.
Muxhas gracias Aurora. Un abrazo
Original por encima de todo tu relato, Ángel. El plan B de tus personajes no sólo contempla una relación alternativa, sino también una visión diferente de las convenciones sociales y de la vida en general. Y todo ello basado en un entendimiento que, más que no necesitar palabras, parece peligrar al hacer uso de ellas. En cualquier caso, parece que han superado ya la peor prueba. Ya los veo buscando en la enciclopedia, y no en el atlas, destinos a los que viajar. Mucha suerte con él. Un fuerte abrazo.
La «B» de brillante acompaña siempre a tus palabras, a las de tus geniales relatos y a las de tus comentarios. Es necesario hablar y comunicarse, para lo que tenemos esa herramienta única que es el lenguaje, pero también es verdad que las palabras, sobre todo el exceso de ellas, a menudo estropea las cosas, relaciones incluidas; no es ninguna tontería eso de que «por la boca muere el pez». Esta pareja, dentro de poco, viajará a nuevos destinos, puede que a Berlín, Baviera y Bangkok. Cuando coincidamos, en breve, en alguna ciudad o pueblo, aunque no empiece por «B», te daré un abrazo grande, como este que te mando.
Mil gracias, Enrique
Angel, mientras leía tu relato llegué a pensar que, ante la formalidad y compromiso firmado que conlleva una boda, bien ella o bien él se iban a echar para atrás, pero no que fueran los dos. Creo que este final sorpresa le da un plus al relato porque no es lo habitual, pero encaja muy bien con ese entendimiento sin necesidad de palabras o de formalismos que nos ocupa.
Y como me gustan los finales felices y este lo tiene sin duda, pues me ha dejado buen sabor de boca.
Un abrazo
El entendimiento entre estos dos personajes es real y auténtico, por encima de convencionalismos, que a punto estuvieron de estropear su especial relación. Después de superar el escollo, seguro que ya no habrá nada ni nadie que puede interponerse, él único límite es el que establezcan o pueda surgir entre ellos, la felicidad puede ser cosa de dos y de nadie más. Como decía mi madre, bien está lo que bien acaba. Me alegra que te guste, Pilar.
Muchas gracias y un abrazo
Un relato que engancha, con una pequeña-gran historia de amor única, como tienen que ser todas ellas y así, poder perdurar. ¿Y qué decir de todos los comentarios y tus respuestas? He disfrutado un buen rato.
Nos leemos
Cada historia de amor, como cada persona, es, efectivamente, única, más que eso, irrepetible. Nadie debería entrometerse donde no le corresponde. El manual de instrucciones de cómo se debe de actuar no existe, y si lo hay, no es aplicable para cada caso, ni siquiera a cada relación en cada momento, porque puede variar con el tiempo.
Gracias por leer y comentar, Isabel Cristina
Un abrazo
Quizás ese plan B siempre debió ser el A para esta pareja. No todo el mundo tiene que pasar por el aro de lo más común, aunque el engranaje de lo establecido nos presione para que todos acabemos haciendo lo mismo. La pareja protagonista se dio cuenta a tiempo para retroceder y retomar ese camino diferente en el que convivir más de acuerdo a su planteamiento de vida. Esos besos infinitos del principio, que no necesitaron de palabras para conectar, sentaron las bases para esta relación singular y prometedora. Me ha gustado mucho tu propuesta, Ángel. Un abrazo y suerte.
Cada cual tiene su propio molde, tener que romperlo para encajar en otro ajeno es una barbaridad y un horror. Puede que todo se termine, pero los besos de esta pareja sí que vinieron con vocación de quedarse, de ser «infinitos».
Acabo de responder, encantado, a tres comentarios que dicen que os ha gustado, no hay nada que me pueda satisfacer más.
Muchas gracias, Juana. Otro abrazo para ti
Bravo por tus protagonistas, Ángel! Cuando va bien sin papeles, para qué ponerle sellos ni ceremonias?
Un abrazo y suerte!
Al igual que sucede en otros ámbitos de la vida, como por ejemplo, en la informática, cuando algo funciona es mejor no tocarlo.
Mis protagonistas y yo agradecemos tu lectura y tus palabras.
Un abrazo, Yolanda.
Muy bien planteado el relato, Ángel. El título y el texto parecen conducir al lector hacia una normalización de los personajes. Sin embargo, el final nos muestra con un toque de humor que son personas tipo B no normalizables, pero que piensan aprovechar todas las oportunidades de pasárselo en grande. Enhorabuena.
Un abrazo y suerte.
Cada cual tiene su manera de vivir o, lo que es lo mismo, de intentar ser feliz. Si coincide con lo establecido, perfecto, si no, nadie debería inmiscuirse, ni los afectados preocuparse por ello. La excepción para el conjunto puede ser la normalidad para los individuos afectados, es algo que debe respetarse.
Muy agradecido por tu lectura y tus palabras, Josep Maria.
Un abrazo
Hola Ángel:
Más vale libres y «arrejuntaos», que juntos y «ataos», aunque su destino sea atarse para siempre y viajar juntos.
Divertido relato. Un abrazo y mucha suerte
¡Saludos!
Libertad es la palabra clave. Cada cual hace lo que quiere yhasta donde puede, lo que no es de recibo son las imposiciones externas.
Muchas gracias y un abrazo, Javier
Me ha gustado mucho, Ángel. Una relación con idas y vueltas, con giros y sorpresas y saliéndose de los cánones establecidos. Original historia, con un cierre que te hace pensar en esos planes B que nos gustaría tener en nuestras vidas. Bravo. Mucha suerte y un abrazo.
Esta pareja no tiene reparo para priorizar la manera en la que son felices sobre cualquier otra consideración. Hay que ser valiente para hacer eso, porque, como bien dices, todos tenemos algún plan ve, otra cosa es aplicarle valor para que se materialice.
Muchas gracias, Jesús.
Un abrazo
Me ha gustado el relato. Hay más formatos en los que las parejas pueden funcionar, al margen de los convencionales. Este hombre y esta mujer había encontrado su equilibrio en esa relación intermitente, con mayor independencia. Se pliegan a las presiones sociales hacia lo estándar hasta el último momento en que imponen su deseo frente a los obstáculos externos. Creo que se resuelve muy bien el conflicto con ese final. ¡Suerte!
Cierto, cada cual tiene su propio camino para buscar la felicidad, que coincida o no con lo convencional ya es otra cuestión, en ningún modo prioritaria.
Agradezco mucho tu lectura, tu tiempo y tu lúcido comentario.
Saludos, Borja