77. Una segunda oportunidad
Absortos, observamos cómo se va consumiendo lentamente la vela que nos separa. La llama dorada se agita de un lado para otro con la alegría que hace tiempo hemos perdido. Al lado de la vela se encuentra el documento redactado por el abogado. Esos papeles que al firmarlos daríamos por concluidos diez años de matrimonio y como víctima colateral, la custodia compartida de una niña de ocho años. Analizo el documento recordando el pasado y sopesando el porvenir. Él le dedica una mirada amarga. Ninguno de los dos quiere ser el primero en coger el bolígrafo para estampar la rúbrica definitiva. ¿Cómo habíamos llegado a esa situación? Los dos teníamos parte de responsabilidad. Hacía tiempo que las líneas rojas ya se habían desvanecido para ambos. Fui yo la que di el paso al pedir al abogado que redactase ese escrito frívolo y contundente. Después de un largo tiempo de meditación, tomo los papeles y los coloco encima de la vela. Presenciamos cómo la llama los va devorando ferozmente. Él posa su mano sobre la mía sin decirme una palabra, lo miro entre las sombras y adivino unos ojos llenos de lágrimas.
Un relato muy descriptivo, con sentimientos encontrados a la puerta de una ruptura, y una solución final que ya se apunta en el título, o puede que provisional, hasta probar otra vez y ver lo que sucede. En este caso es bien cierto el dicho de que una imagen vale más que mil palabras, todas las redactadas en esos documentos se desvanecen bajo una llama, la que a ellos se les apagó, pero quieren intentar volver a encender.
Un saludo y suerte, Liliana
Muchas grascias Ángel, es mi primer relato en este concurso y no sabía muy bien cómo hacerlo.
Genial, Liliana. Al principio no entendía que hacía una vela ahí, pero el final me lo ha desvelado. Espero que a tus protas les vaya bien.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias Rosalía, vamos a ver…
Hay tantas relaciones de pareja como parejas en el mundo. Esta se ha dado otra oportunidad, quizá por su hija, quizá porqué descubrieron, cómo parece, que era una medida extrema, y sobre todo porqué ninguno la deseaba.
Bien contando, con el hilo conductor de la vela.
Muchas gracias Rosa, si quieres que te diga la verdad, no sabía qué final darle y la vela me ha ayudado 😊