07. NUDA PROPIEDAD (Fernando García del Carrizo)
Lo que surgió como una oportunidad financiera, me ha transformado en el peor de los monstruos. Un piso enorme en la mejor zona de la ciudad y por un precio ridículo. La única condición era aceptar que su actual propietaria, una abuela acuciada por las deudas, viviera en esa casa hasta el final. La espera del momento en el que poder disfrutarla era llevadera mientras estuvimos juntos. Nuestra traumática separación despertó mi bestia interna que hasta entonces dormía anestesiada por las circunstancias favorables de la vida. Ahora, tras el acuerdo de divorcio en el que yo me quedo con esa vivienda, mis niveles de odio y rencor han ahogado cualquier sentimiento positivo. He comenzado a visitar con frecuencia a la anciana. Me revienta su salud de hierro. Tras descubrir su alergia a los frutos secos, he decidido invitarla a cenar por su cumpleaños.
Nada complacería más a este personaje que la desaparición de la anciana. No es que se alegre de sus males, es que quiere su supresión, algo que ladinamente intentará, de forma que parezca que se ha producido por causas naturales.
Un relato sobre el derecho a la vivienda y la crueldad humana.
Un abrazo y suerte, Fernando
Muchas gracias Angel por tus comentarios. Bien acertados como siempre.
Un abrazo
Muy bueno ese final dejado en suspenso, Fernando: no siempre hace falta declarar explícitamente algo para que resulte claro y cristalino. Pobre anciana, que le sea leve la tarta.
Besos.
Muchas gracias Ana Maria por comentar.
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Fernando, lamento el divorcio traumático del protagonista, pero oye, mi solidaridad está con esa anciana con salud de hierro.
Espero que, en caso de que esa cena tenga un fatal desenlace, la viejita se quede viviendo en la casa como ectoplasma.
Ahí hay argumento, eh, piénsalo. Aunque está muy visto, la verdad. Es que me encantan las historias de fantasmas, no lo puedo evitar…
Un abrazo y suerte.
Gracias Rosalia por leer y comentar.
Tendre en cuenta lo de los fantasmas para mi próxima historia. Je, je, je.
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Un abrazo
Menuda pieza el menda!
Está visto que en cuanto nos descuidamos corremos el riesgo de que nos salga el cafre que llevamos dentro.
Pues yo espero que falle el intento y que la tarta sea de esas que tienen más químicos que alimentos reales.
Gracias Rosa por leer y comentar.
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Una abrazo fuerte.