23. Serendipia
La primera noticia fue acogida con reservas. Nadie duda del rigor de los científicos chinos, pero sí de la veracidad de las comunicaciones de su gobierno, empeñado en hacer un referente del radiotelescopio FAST, en la cuenca de Da Wo Dang. No obstante, pocos minutos después, desde la meseta de Mure, en los Alpes franceses, NOEMA no solo confirmaba el contacto, sino que había calculado el origen de la nave que enfilaba nuestro planeta: Encélado, la luna helada de Saturno. La comunidad científica bullía de entusiasmo y los dirigentes mundiales cruzaban rápidas consultas, intentando dirimir el lugar de aterrizaje de la nave y las intenciones de sus tripulantes. Mientras las redes globales colapsaban y la población mundial alcanzaba el paroxismo, desde el desierto chileno de Atacama los astrofísicos de ALMA anunciaban que las sesenta y seis antenas de su interferómetro habían captado la nave, pero que la aproximación a nuestro planeta había sido solo una maniobra para impulsarse gravitacionalmente hacia un destino desconocido.
Cuarenta y tres minutos más tarde, el radiotelescopio VLA de las Llanuras de San Agustín, en Nuevo México, recibía desde Encélado una señal que astrofísicos, antropólogos y semiólogos han interpretado como una evidente risotada.
No hay que hacerse ilusiones ni crear expectativas falsas. Pueden dar lugar a malentendidos o, como es el caso, a burlas crueles. Toda una especie inteligente, pendiente de la visita de otra y poniendo su ilusión y los mejores medios en ello ese probable encuentro, para recibir como respuesta un chasco vergonzante. Muy interesantes las referencias a los radiotelescopios, de lo mejorcito de la tecnología terrestre.
Un saludo y suerte, Eduardo.
«Un chasco vergonzante», muy bien traído, Ángel.
Muchas gracias por comentar.
Vaya vacilada nos han pegado esos alienígenas. Parece ser que todavía no somos lo suficientemente inteligentes para que nos contacten. Lo mejor es que parecen tener sentido del humor, algo de agradecer en caso de invasión.
Un abrazo y suerte.
Jajaja, síii, Rosalía, una auténtica vacilada. Ya nos lo advirtió muy bien Tim Burton en «Mars Attacks!»
Muchas gracias por tu comentario y tus deseos.
Las letras exquisitas de Iáñez de nuevo por aquí, con un excelente relato al que auguro buen destino.
Abrazo.
Bueno, bueno, mi querido Rafa Olivares, lo de «exquisitas» creo que es resultado de tu benevolencia hacia mis «letras». Pero lo que sí que es cierto es que siempre es un placer asomar de nuevo por aquí.
Muchas gracias y un abrazo enorme.
Eso nos pasa por creernos el centro del universo. Menudos pardillos, invertimos más esfuerzos en mirar hacia fuera que en lo que tenemos delante. Bien empleado!
Un relato divertido que mantiene en vilo hasta el final.