78. La madre de Maxi (Patricia Collazo)
Para cuando llegamos a la ESO, pocos eran los compañeros de clase que podían presumir de que sus padres siguieran juntos. La gran mayoría estábamos acostumbrados a peregrinar de casa de mamá a casa de papá, tener dos cumpleaños y jugar las cartas hábilmente para conseguir lo que quisiéramos.
Aquellos cuyos padres no se habían separado solían ocultarlo para no desentonar. Todos menos Maxi. Él se jactaba de tener la familia perfecta. Unos padres unidos, abiertos, comprensivos. Una verdadera fortuna.
Por eso ahora, cuando voy a buscarlo cada tarde para salir juntos y me abres la puerta, procuro mirar para otro lado, pero mi ojo izquierdo termina traicionándome. Insiste en colarse en tu escote, siempre tan tentador, aunque yo intente dirigirlo a tus ojos, simulando atender a lo que me estás diciendo. Que Maxi no está en casa, que no regresa hasta la noche, que le dirás que estuve buscándolo. A continuación, repites la frase que todo lo desbarajusta: «Mi marido, tampoco». Lo haces justo antes de clavar tus uñas bermellón en mi camiseta, debajo del cuello y arrastrarme hacia adentro. Y justo antes de que consiga confesarte que ya sé que Maxi está de Erasmus desde hace cinco meses.
¡Ualaaaa! Parece que esa pareja tiene su particular forma de permanecer juntos. Y el amigo de Maxi lo sabe, igual que sabe lo del Erasmus.
Muy buena historia.
Un abrazo y suerte.
La pareja de padres más modélica era la menos ejemplarizante de todas. Su amigo y compañero lo sabía bien, hasta el punto de formar parte de ello.
Una historia original, además de pasional e intergeneracional. No sabemos qué dirá Maxi cuando se entere de que su familia no es la que pensaba, y su amigo tampoco.
Un abrazo y suerte, Patricia
Tu relato me recuerda mucho a una canción del Canto del loco, “la madre de José”.: un joven descubriendo el mundo y una mujer “insatisfecha, inconformista” o lo que sea.
Hay relaciones que entrañan mucho peligro, ellos sabrán.