35. O-7183-N
O-7183-N
Arturín era mi mejor amigo. Nunca hubo otro como él. Imperfecto, lo sé, con sus defectillos… sus malos humos a veces y aquellos molestos ruiditos con los que te recibía los lunes por la mañana. Pero único en su imperfección y su nobleza. Siempre me fue leal y juntos vivimos increíbles aventuras: viajes, chicas… Con él lo compartí todo. Él supo cosas que nunca le conté a nadie más. Y se llevó consigo el secreto que me desvelaría como el causante de su muerte. Pienso obsesivamente en sus últimos minutos. Yo alejándome para fotografiar la caída del sol, dejándolo solo en lo alto del cerro. Y verle caer, despacio, como en un sueño a cámara lenta. ¡Ojalá hubiera podido advertirme! Pero era un modelo antiguo. Y yo, un despistado a quien, aquella tarde, se le olvidó poner el freno de mano antes de salir.
Marta, ahora me queda imaginar qué marca tenía Arturín, mientras sigo debatiéndome entre reír, por la imagen, o llorar, por el despistado.
Muchas suerte
Saludos
Marta, el juego del equívoco ha colado hasta el final, aunque luego en segunda lectura se va viendo venir. Entrañable este Arturin , lástima que haya tenido un final a lo “Thelma y Louise”.
Entrañable en un principio, luego parece girar hacia el negro, para finalmente acabar en chistoso. Muy bueno, Marta.
Besos y suerte.
Ay, Marta, cómo nos has engañado y nos has mantenido en vilo hasta el final. Bien jugado.
Un abrazo y suerte.
Pobre Arturín, que acaba sus días despeñado por el olvido de su dueño y conductor. Divertido e imaginativo, me ha gustado. Mucha suerte