38. Lienzo (Susana Revuelta)
Por más que rastrilla, siguen arremolinándose las hojas de roble, arce y haya que el vendaval se obstina en arrastrar del cuadro a la alfombra del salón. «Llegó el otoño», suspira la mujer. Mientras quita la hojarasca, evoca las tardes estivales que pasaba de joven ensoñándose bajo la sombra de estos mismos árboles. La primavera, en cambio, no la añora demasiado, pues de tantas florecillas que pintó en el paisaje se pasó toda la infancia estornudando.
Está sacudiendo las cortinas cuando oye el crujido de una rama a su espalda y, al girarse, descubre un ciervo que mastica despreocupadamente unos tallos. «Los años no perdonan», resopla al empujar los cien kilos de animal de vuelta al cuadro. Después, espera sentada en el sofá hasta verlo desaparecer entre el follaje.
Encuentra entonces unos huevos caídos de un nido ―de codorniz, muy ricos para mojar pan― y unas setas que crecen al pie de un tocón. «Conviene hacer acopio, nunca se sabe», piensa mientras guarda en los bolsillos todas las avellanas que caben.
Cuando el cielo del dibujo se torna gris azabache, la anciana recoge en un moño sus canas y frota sus ojos cansados. Pronto la nieve cubrirá todo de blanco.
Qué bonito Susana! Muy original e imaginativo, esa imagen del cuadro interactuando con la realidad y cómo pasan las estaciones hasta esa imagen final que enlaza la vejez y el invierno. Me encanta.
Un besazo y suerte.
Esa era la idea, me alegra comprobar que se ve con claridad.
Abrazo, Ana.
Qué bonito Susa, qué bonito!
¡Qué bien que te haya gustado!
Beso, Yolanda.
Es precioso! Mientras lo leía me iba acordando de la televisión, pero ni punto de comparación. Por mucho realismo que le ponga, aunque hayamos llegado al 3D y a todas las tecnologías punta, nada que ver con este lienzo tridimensional con el que interactúa de forma real y sorprendente.
La conexión de la vida de la protagonista con el cuadro pintado por ella, tiene otra lectura.
Es un relato en varias dimensiones.
Estoy encantada de que se vea bien porque me daba miedo no lograrlo.
Un abrazo, Rosa.
Susana, me uno al sentir general de tus lectoras/comentaristas: es precioso. Con ese toque fantástico y ese fina que lo convierte en un micro redondo.
Un abrazo y suerte.
Pues gracias, Rosalía. ¡Misión cumplida!
Un abrazo.
Cómo me gusta, Susana. Supongo que muchos hemos fantaseado alguna vez con cómo sería meternos dentro de un cuadro (y ya se puede con las gafas de realidad virtual…), pero tu protagonista lo lleva a otro nivel. Me ha encantado, un abrazo y suerte.
Me hace feliz tu comentario, muy agradecida, Ana.
Un beso.
Ni siquiera el realismo pictórico más logrado es completo y perfecto, también tiene sus inconvenientes, el ataque de un jabalí o de un lobo en el propio hogar, por ejemplo.
Un relato visual y diferente.
Un abrazo y suerte, Susana
Tuve tentaciones de hacer pasar calamidades al personaje, pero me contuve a tiempo, quizás en otro relato.
Un abrazo, Ángel.
Diferente, original, imaginativo, visual, hermoso, metafórico… Fruto de la inteligencia natural. ¡Fantástico!
Ay qué amable, Edita, muy contenta de que te haya gustado.
Un beso.
Qué grande, Su. Me encantó.
Pues no puedo pedir más, Lucas, da gusto con lectores así.
Un beso.
Genial,Susana, has logrado con sencillez y ternura meternos en la piel de esa anciana que, en su propio cuadro, vivencia recuerdos, tareas, estaciones, temores… Y esa analogía final… Enhorabuena y un placer leerte
Bonito y muy poético, con ecos de «El retrato oval» del maestro Poe y de «El retrato de Dorian Grey» del gran Wilde. Me ha gustado mucho. Suerte