63. ROSCO Y SOLETILLA (Belén Sáenz)
A Rosco le gusta amasar pan, pero para una vez que se lo permitió padre y se supo en el pueblo… Ahora la gente pasa de largo sin comprar en nuestra tahona, así que por las tardes se sienta en la puerta a hacer pelotillas con los mocos y ni nos molestamos en reprenderle. Rosco, en verdad, se llama Simón; el mote le viene porque a madre le vinieron los dolores de parto mientras tamizaba harina para hacer rosquillas de limón. Dicen que, en la cuna, era como una hogaza prieta, densa, y que olía a trigo soleado. Que no se sabe en qué momento después se le desmigajó el cerebro. Dicen, dicen muchas cosas. Pero quédate mejor con lo que yo te cuento. Porque, cuando yo iba a nacer, nuestra madre se quebró como una corteza reseca, y salí tan delgaducha que él me ponía a dormir en su palma de miga tierna. Junto al latido de su corazón, grande como un bizcocho leudado en exceso. Nos hemos criado como seres perfectos colmados de desperfectos, pero nos duelen las entrañas de tanto querernos. Rosco es mi hermano grande, y yo le he prometido que siempre seré su hermana mayor.
Estos dos personajes, de la boca de uno de ellos, se definen a sí mismos como: «Seres perfectos colmados de desperfectos», cuando, en realidad, podría afirmarse justo lo contrario: parecen imperfectos a los ojos de los demás, pero esas supuestas taras lo que hacen es unirles de forma envidiable.
Un abrazo y suerte, Belén
Gracias, Ángel, por venir a leer y comentar. Es cierto que esas imperfecciones hacen que los personajes se engranen a la perfección, o eso pretendía expresar. Un abrazo y mucha suerte.
Me gusta cómo has trabajado con el campo semántico de la harina. Te ha quedado redondo. La gente puede hacer mucho daño, pero el amor entre los hermanos neutraliza el desprecio hacia este chico con discapacidad.
Me ha gustado. Soletilla es un encanto!
Qué alegría que te haya gustado, Rosa. Ese vínculo resistirá y será eterno. Abrazos para ti y muchas gracias.
Belén, te aplaudo con las orejas. Hay varias frases sublimes, como «olía a trigo soleado», «se le desmigajó el cerebro» o «palma de miga tierna». Si lo leen en el gremio de panaderos, te lo compran.
Una historia de amor fraternal escrita con maestría.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias por ese aplauso, Rosalía. Espero que a los panaderos también les guste. Abrazos fuertes para ti.
Hola Belén:
Un relato delicioso, la verdad.
Delicado, tierno y duro a la vez. Un amor de hermanos puede superar todas las barreras, las físicas, las psíquicas… Una lectura agradable, sin duda.
Gracias y enhorabuena
Muchas gracias a ti, Alberto. Me alegro de que te haya agradado la lectura. Hay vínculos entre las personas, que parecen sencillos y que se dan por supuestos, pero son la clave para la resistencia en situaciones difíciles. ¡Abrazos!
Hace falta tener mucha sensibilidad para contar una historia tan dura de un modo tan bello y tierno. Tu texto está amasado con paciencia y oficio y lleva unos ingredientes de la mejor calidad en los que no falta la masa madre. La última frase, fantástica, me parece el colofón ideal para un relato perfecto. Enhorabuena y mucha suerte, Belén. Un abrazo.
Maestro, qué alegría esta visita y que te haya gustado el relato. Es precioso tu comentario lleno de referencia salidas del mismo horno. Abrazos y muchas gracias.
Qué delicia de relato, con algunas frases para enmarcar y una conclusión tan tierna como los panes y bizcochos que desfilan por el texto. Además, he aprendido una palabra nueva, «leudado». Precioso, Belén, un abrazo y buen camino hacia el libro.
Mil gracias, Ana. Es un orgullo que te haya gustado el texto y, si además te llevas una palabrita nueva, pues me quedo más que satisfecha. Besos y abrazos
Tierno micro, me gusta la historia de apoyo entre estos hermanos – personajes, así como el uso del campo semántico de la harina y repostería para hilarlo todo. Suerte
Belén, ese juego entre harina y levadura me ha parecido tan delicado como hermoso. Precioso relato.
Mucha suerte
Qué maravilla de relato. Con sensibilidad y exquisita fluidez nos has metido de lleno en el corazón del amor esencial, del que no sabe de engaños ni busca compensaciones.
Eres una escritora excepcional, Belén. Cada historia tuya es una maravilla. Tienes un sentido natural para atrapar con palabras la belleza de cualquier tema y plasmarlo con ritmo, eficacia y elegancia.
Encontrar un texto tuyo, es un placer asegurado.
Un fuerte abrazo.