09 MANUALIDADES (Ángel Saiz Mora)
Eran una pareja peculiar, también a la hora de celebrar su aniversario. Para el de ese año acordaron un fin de semana de autonomía completa, en el que cada uno, sin desvelar los planes, pensó en realizar alguna actividad al margen del otro. Volverían a convivir sin hacerse preguntas tras el paréntesis.
Pese al secretismo, se notaba que sentían esas jornadas previas como la antesala de algo ilusionante, una pausa de agradecer en su previsible existencia.
Habían conversado sobre Japón tras ver un documental, fascinados por lo educado de sus gentes, con la simbiosis de tradiciones milenarias junto al progreso tecnológico, hasta frecuentaron un restaurante nipón en varias ocasiones.
El hombre consagró toda su atención a la técnica del origami, que ella consideraba insustancial y soporífera, por muy japonesa que fuera. Inscrito en un campeonato esos dos días, le entusiasmaba la cercanía del evento, aunque no acababa de perfilar bien los pliegues con papel humedecido que precisan las curvas, prefería figuras rectas.
La mujer tenía la esperanza de que Hisoka, el camarero atrayente y reservado, apreciase su geometría otoñal ambas noches al salir del trabajo, en particular, las ondulaciones que al marido, tan plano, siempre le vinieron grandes.
Un relato que me parece que va a estar entre los mejores de esta propuesta. En el micro caben dos personajes, siendo el femenino especialmente entrañable por su adaptación al medio y a las circunstancias, en la mejor tradición de este tipo de narraciones ‘picaronas’, si se me permite la expresión. Muy bien traído, además, el haber impregnado el ambiente de ese orientalismo que casa a la perfección con el personaje femenino y sus esperanzas. Enhorabuena, Ángel, y suerte (aunque esta creo que no la necesitas).
Ya sabes la calidad que hay por aquí, pero agradezco mucho tus palabras, Eduardo. Uno nunca llega a saber la aceptación que puese tener lo que escribe; si a ti te ha gustado ya me doy por contento.
Gracias otra vez y un abrazo
Ah, ¡qué buena esa desintoxicación de la rutina marital!
Y ¡qué bueno ese juego de líneas rectas y curvas! Súper ingenioso.
Yo no soy de origami, ni de camareros nipones, si acaso un finde con amigas que eso es mano de santa para echarse unas risas y olvidarse de los problemas cotidianos.
Un abrazo y suerte.
A algunos nos cuesta hacer algún pequeño paréntesis en la convivencia, pero siempre que sea bienintencionado y no muy largo, resulta saludable. Esta pareja, no obstante, lleva el cambio de aires a un terreno un tanto pantanoso.
Muchas gracias y un abrazo, Rosalía
Romper la rutina siempre viene bien, aunque me da la impresión de que las expectativas del marido son bastante más tranquilas que las de la esposa, a la que va a costar más la vuelta a la normalidad.
Como bien dice Rosalía, ese juego con las formas geométricas le añade un buen plus al relato.
Me ha gustado mucho Ángel, suerte y un abrazo.
El problema, en el caso de la esposa, es la comparación, que suelen ser odiosas, aunque no sabemos si el camarero se prestará a formar parte de este juego singular y a varias bandas. Quién sabe si ella no volverá desengañada y valorando mejor lo que tiene en casa; quién sabe si él cambiará sus preferencias sobre las superficies.
Muchas gracias, Rosalía. Un abrazo
Me encanta Ángel! Me has sacado una sonrisa! Qué sanos son los descansos pactados en las parejas, pero claro, la mujer se lo ha tomado demasiado al pie de la letra je je. Como dicen las compañeras,.el juego de palabras con las lineas curvas y rectas elevan el nivel del micro, ya de por sí muy alto. Felicidades y suerte!
Participar en dibujar una sonrisa es gratificante siempre. Me alegra que te guste la historia de esta pareja, compenetrados para llegar a un pacto, aunque dispares en sus expectativas.
Muchas gracias y un abrazo, Sara
Un micro muy completo, Ángel, enhorabuena. Nos llevas, mediante lo cotidiano, a una situación contugal tensa y compleja que, sin embargo, tiene un aire místico y amable. Quizá el amor de pareja, que vemos tan tenso y pesado, debería ser más grácil y ligero, como una figura de origami.
Un placer leerte, como siempre, compañero. Abrazos
Parece que esta pareja necesitaba ese paréntesis, para continuar como siempre, o para que nada vuelva a ser igual, ni ellos lo saben, nosotros solo podemos imaginarlo.
Muchas gracias por leer y por tus palabras, Alberto.
Abrazos
Hola Ángel,
Expresas muy bien en tu relato el tema de esta convocatoria. Me gusta especialmente la frase «la antesala de algo ilusionante, una pausa de agradecer en su previsible existencia.»
Original y con ese toque cómico del final. Mucha suerte. Nos seguimos leyendo.
Las expectativas de esta pareja son grandes, solo ellos podrán valorar, en función de su respectivo resultado, si estaban justificadas. De momento, de ilusión van sobrados.
Muchas gracias, Fernando.
Un abrazo
Buena idea la de esa pareja algo dispar. Cada uno celebrando su aniversario como desea de verdad, así que, miel sobre hojuelas…Hasta que quizá decidan irse cada uno por su lado, claro. Enhorabuena y otro abrazo, querido amigo.
Son del todo dispares, pero quién sabe, puede que esas diferencias les complementen y sean las que les mantienen unidos.
Muchas gracias, Puri.
Un abrazo
Angel, ¡pero cuánto se percibe en tu relato!, y con qué sutileza lo narras je,je…Tiene un punto divertido. Es verdad que al final es la mujer la más picarona y el hombre, como suele ocurrir, bastante más noblote.
Que me ha gustado mucho como de una situación bastante normal y frecuente has logrado un relato muy ingenioso.
Un abrazo
Está claro quien tiene más iniciativa, algo habitual en general, como bien apuntas, cuando de géneros se trata.
Muchas gracias por leer y comentar, Pilar.
Un abrazo
Yo lo veo así de claro, el marido está en sus “nubes” : el concurso de origamis. La mujer, es más terrenal, le atrae la carne joven y tersa. Creo que ambas ilusiones son igual de legítimas, y si tienen una tregua, porqué no perseguirlas, aunque me temo que detrás de esto hay un matrimonio aburrido de la previsibilidad de lo cotidiano.
Buena idea y descripción.
Lo que late tras esta escapadita doble, individual y convenida, es justo lo que apuntas, cada cual a su manera, eso sí.
Muchas gracias y un abrazo, Rosa
Hay tantas exquisiteces en tu relato, que no sabría eligir una. Precisión del lenguaje, originalidad, juego de palabras… Me encanta. Y que se prepare el marido, que vienen curvas. 🙂
Es fácil pensar que tras el paréntesis venga la comparación, y ese marido parte con desventaja.
Muchas gracias, Edita. Un abrazo
Hay mucho de voorpret en tu relato, y no sólo en la ilusión primera que genera el acuerdo entre ambos, sino también durante la fase previa a que cada uno ponga en práctica sus particulares anhelos. Pero se intuye además desgana, desidia y hasta frustración en esa existencia previsible y sin alicientes de la pareja, motivada al parecer por la falta de correspondencia entre las inquietudes de ambos, y que se pone de manifiesto en lo que a cada uno le atrae de la cultura japonesa. Muy sugerentes esos pliegues humedecidos y esas curvas en contraposición a las rectas que prefiere él. Mucha suerte con esta gran propuesta, Ángel, y un abrazo.
Todo tiene su contrapunto. La emoción de planificar puede encerrar, como bien dices, desidia, frustración y falta de alicientes. No sabemos cómo les irá a cada uno ese fin de semana, ni lo que ocurrirá después, pero la imaginación individual de quien lee también juega y pide su espacio.
Muchas gracias, Enrique.
Un abrazo
Querido Ángel: creo que a ambos miembros de la pareja le gustan las manualidades, pero de distinta manera: a él, le gustan las figuras planas del origami, y a ella, por lo visto (o por lo leído, más bien) le gusta dejarse moldear las curvas por el reservado camarero nipón… 😉
Entre nos, a mí también me gusta hacer origami, pero al dato del papel humedecido lo desconocía, así que me lo llevo (podés ver fotos de mis origamis en Instagram).
Como siempre,un placer leerte.
Cariños,
Mariángeles
Tengo un amigo aficionado al origami (más japonés) o papiroflexia (más latino), términos para definir el mismo arte, porque sin duda lo es, y supone todo un mundo, a veces complejísimo, como bien sabes. Tengo un amigo aficionado que hace maravillas, alguna de sus obras adornan mi casa. Yo no lo practico, pero sí me he documentado un poco, y existe una técnica para producir modelos con curvas. Se humedece el papel y mantiene su forma cuando se seca. Miraré tus fotos en Instagram.
Muchas gracias por leer y comentar, Mariángeles.
Un abrazo
Hola, Ángel.
Sin duda alguna aquí el «voorpret» o «las expectativas» (término castellano con el que yo definiría este concepto) de esta pareja van por caminos diametralmente opuestos. No sé si alguno de los dos llegará a encontrar el pliegue recto, aunque parece que es la curva lo que ambos van buscando.
Un refrescante (en esta época cálido no procede) saludo, tocayo.
Sería curioso, tras el fin de semana, saber el resultado de las expectativas de cada uno; daría para otro relato.
Muchas gracias, tocayo.
Un abrazo grande
Hola Ángel, está claro que para mantener la ilusión en la pareja hay que acudir a lo que sea, porque si no, el riesgo de que se entrometa un tercero en concordia, es más que probable.
Muchas suerte y un abrazo.
Tod lo que vive necesita alimento y estímulos para continuar, una relación también. Rimper unmpoco la rutina puede ayudar, aunque una salida tan radical como la de esta mujer es posible que acabe por qurbrar de forma definitiva lo que ya estaba débil. No estaría mal una bola mágica para ver qué sucederá entre ellos tras ese fin de semana pactado, con actividades secretas.
Gracias por leer y comentar, Francisco Javier.
Un abrazo
Hola, Ángel, en principio es sano y necesario en una pareja hacer actividades por separado, pero en este caso no sé yo si el resultado va a ser muy positivo, en cuanto a enriquecer a la pareja como tal quiero decir. Si ella tiene esas aspiraciones de nuevas experiencias y las consigue, aunque mantenga de momento el secreto… Bueno, salvo que a él el origami le satisfaga de tal manera que le haga relativizar todo lo demás. Puede ser también que si, al fin, consigue dominar los pliegues y crear unas buenas curvas, al llegar a casa valore las de su mujer como nunca antes lo había hecho. No sabremos nunca el final, salvo que tú nos lo cuentes. Lo que sí sabemos es que tu micro es original y muy divertido. Suerte y un abrazo.
Lo que les sucederá tras ese curioso fin de semana no lo sabe nadie, ni ellos, aunque, como bien dices, una cosa es hacer sanas actividades por separado, y otra que no esté tan claro que realmente lo sean.
Gracias por leer y comentar, Juana.
Un abrazo
¡Qué bueno, Ángel! Me gusta mucho la voz narradora, así como los dos personajes y sus diferentes puntos de vista de cómo celebrar el aniversario. El toque irónico de la frase final está genial. Mucha suerte, que a mí me da que estará entre los seleccionados de la convocatoria. Un abrazo
Parece mentira que dos personas que se unieron para convivir, que acuerdan las decisiones, a quienes se supone compenetrados y con intereses semejantes, sean tan dispares en sus tendencias cuando uno no ve lo que hace el otro.
Muchas gracias por leer y comentar, Jesús.
Un abrazo
Un relato que muestra como de divergentes pueden ser los planteamientos de una pareja que se da la oportunidad de una autonomía completa durante un fin de semana. Incluso eligiendo una fascinación compartida por Japón. Según como vivan su experiencia, es posible que alguno de los dos, o ambos, ya no quieran volver a su previsible existencia. Abrir la puerta al aire fresco, puede cambiar muchas cosas. Enhorabuena, Ángel.
Un abrazo y suerte.
Los paréntesis puede convertirse en un punto y.final si se descubre que había otros nundos y que en el que se vivía ya estaba, como se suele decir, todo el pescado vendido.
Muchas gracias, Josep Maria.
Un abrazo
Interesante obra, como ya es costumbre en las tuyas. Se nota como perfilaste con exactitud diferentes aspectos de la cultura nipona, con excelente ritmo, hasta llegar al impactante final. Muchas gracias, Ángel.
La japonesa es una cultura interesante y distinta para los que la miramos desde fuera. En este caso, la protagonista de la pareja, tiene un claro interés personal en alguien que proviene de esa cultura.
Muchas gracias a ti por leer y comentar, Óscar. Un abrazo
¡Qué bien construido ese desencuentro de pareja tan profundo a partir de un potencial, y oriental, punto de encuentro!
Los párrafos están escritos sobre líneas paralelas, pero con personajes divergentes que, sin embargo, prefieren un cómodo paralelismo a un desenlace en el infinito.
De nuevo has demostrado que la geometría de tu talento no tiene límites, Ángel.
Enhorabuena, maestro, y gracias por pasarte a comentar mi relato.
Un abrazo.
Hay líneas que pueden estar tan paralelas como próxima una pareja, compartiendo en apariencia en una vida cotidiana, pero no intercomunicándose nunca. La falta de complicidad acaba, el no congeniar del todo acaba por hacer saltar por los aires cualquier relación, ante la ausencia de cimientos sólidos. El acuerdo de escapada mutua no es más que un intento de explorar otrs posibilidades.
Gracias por.leer y comentar, Antonio. Un abrazo