77. El ángel exterminador
Se ajusta los guantes. Prepara un estropajo de aluminio empapado en lejía. Empieza por los deseos más sucios, escondidos unos en los cajones de la ropa interior, desperdigados otros bajo sábanas y edredones. Pese al escozor de ojos y al dolor de sus dedos artríticos frota hasta conseguir la pureza. Su cuerpo se estremece entre aleteos de un placer desconocido, renovador. Continúa con pequeñas faltas y deslices, ocultos dentro de algunos libros. Los más tercos se han pegado a las páginas y, no sin cierta pena, arroja los ejemplares a la chimenea. Deja el trastero para el final. Allí, bajo llave, hacina vicios, maldades y otras perversiones horrendas. Tras expiar sus pecados, sabe que debe iniciar la misión que Él le ha encomendado.
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Ese ángel tiene muy mala leche, pobre criatura va a desarrollar intolerancia química con tanta lejía. Y es que supersticiones y otras zarandajas someten a quien se las cree a un estado de idiotez suprema. ¡Suerte con su misión!
Gracias por tus comentarios Rosa. ¡Suerte para ti también! Abrazos
Comparte surrealismo con la película homónima de Buñuel. Ese Él mayúsculo podría ser Dios o su contrario.
Gracias Edita. Pues no he visto la película. Lo apunto en el cine pendiente. ¡Gracias!
Un personaje que para ejercer la tarea encomendada de limpiar el mundo de pecados y pecadores ha de asearse primero a fondo; de no ser así, tendría que depurarse a sí mismo y no quedaría nadie para hacer el trabajo sucio, algo para lo que, paradójicamente, hay que estar pulcro, aunque eso no quita para que tenga el corazón muy negro. No lo dice, pero todo indica que, tras mucho purificar, porque es más demonio que ser angélico, pensar en la tarea que tiene por delante con su espada puede que le proporcione placer, que no lo haga con desgana, sino todo lo contrario.
Un abrazo y suerte, Elena
Querido Ángel, muchas gracias por tus palabras y suerte también para ti. Abrazos fuertes.
Uy, Elena, me da un poco de miedito tu prota, a saber qué misión le ha encomendado Él. Eso si, la forma es que describes la limpieza de los pecados es muy original, impactante y visual.
Un abrazo y suerte.
Querida Rosalía, a mí me da terror. Gracias por tus palabras y suerte para ti.