Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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39. El Aleph, de nuevo

En la calle Garay, encontré los restos de lo que antaño fue una confitería. Aun así no me importó haber gastado el dinero del premio literario en este viaje. Cuando  ya me disponía a marchar, apareció un anciano. Me invitó a entrar por una puerta que creí clausurada y me susurró: “Nunca  lo destruyeron”. Emocionado, le seguí. Solo y tumbado en la oscuridad, contemplé el aleph. Vi el amanecer en Kiribati y la puesta de sol en Gotemburgo, vi a hombres pidiendo auxilio con el móvil en una patera a la deriva en el Mediterráneo, vi jirafas, nenúfares, huracanes y baobabs, vi la Torre de Shanghái, vi ataques aéreos sobre el sur del Líbano, vi la selva amazónica, vi a una muchedumbre, vi tu cara, vi la sangre negra del anciano coagulada en sus venas, vi cadáveres en la pieza contigua a este sótano y junto a ellos un cuaderno escolar, vi una lista escrita a lápiz —ay, la misma letra que en los manuscritos del maestro expuestos en la Biblioteca Nacional argentina—, vi el título que decía: “Autores que nunca recibimos el Nobel de Literatura”, vi su nombre en la primera línea, vi el mío en la última.

8 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    A Cortázar no le dieron el nobel, según algunos, por sus ideas políticas de izquierda; mientras que a Borges, según dicen también, tampoco se lo dieron por sus ideas conservadoras, de lo que se deduce que la literatura debería estar fuera de otras consideraciones y valorarse solo por sí misma. El aleph sirve a tu protagonista para saber que nunca recibirá ese merecido reconocimiento, como también para ver muchas cosas más, unas agradables, y otras trágicas y actuales, en un caos del que, pese a todo, se puede extraer belleza, la que no le falta a este relato de homenaje diferente y original.
    Un abrazo y suerte, María

    1. María Gil

      ¿Cómo no asomarse al aleph teniendo la oportunidad? Imposible. Aunque lo que descubramos en el universo no sea de nuestro agrado.

      Gracias por comentar, Ángel.

      Un abrazo

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