Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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39. TIMON LEPIDUS (Rosa Gómez)

El lagarto trepa por la roca en busca de los primeros rayos de sol. En su cenit confluyen el cielo y la tierra. Tras varios días lluviosos hoy amanece despejado. Un paisaje de colores lavados se revela a la vista, el canto de los pájaros se pega al oído, olores de humedades recientes se dispersan insuflados por el viento.

Nuestro amigo, siente fuerzas renovadas y solo desea una cosa para completar el espectáculo, que ocurre mientras la piensa. A su lado aparece el compañero de solarium: un hercúleo adonis de “la especie reptiliana”. Mira de reojo y lo ve ausente, ofrecido al mundo. Exhala feromonas que impactan en sus orificios nasales. En ese punto, incapacitado para la contención, decide acoplarse sobre el otro de un salto. Abortado, porque entra en escena una despampanante lagarta contoneando su palmito.

El lagarto se siente chof al ver cómo desaparecen los dos en la espesura.

Pero él no va a llorar, al contrario que sus parientes lejanos, prefiere disfrutar del momento.

(Es posible que Lorca hubiera aprobado su actitud).

20 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Un lagarto sabio tu protagonista, él no se quedó llorando, como los del poema de Lorca con el contratiempo de perder un anillo o, como es el caso, tras una expectativa frustrada. La naturaleza quita, pero también da. Este lagarto se conforma y recrea con lo que le toca, consciente, en su cerebro de reptil, de que todo no se puede tener.
    Un relato con originales personajes, que enseña a no lamentarse cuando las cosas no tienen remedio, al tiempo de disfrutar lo que sí está al alcance, como la caricia del sol y el aire.
    Un abrazo y suerte, Rosa

    1. Rosa Gómez Gómez

      Gracias Ángel por tu comentario. La vida no da y también nos quita. Aunque es fácil entender que deberíamos sacarle partido a lo que tenemos, la realidad es que muchas veces nos lamentamos de que queremos más y mejor. Lo que produce frustración y sometimiento a nuestras propias debilidades.

  2. Relato fantástico muy elaborado que combina sin complejos el latín de la nomenclatura científica, humanoides extraterrestres y poesía infantil lorquiana. Hace repasar conceptos (en mi caso, estudiar también) y disfrutar releyendo.

    1. Rosa Gómez Gómez

      Timon lepidus es el nombre científico del lagarto ocelado. Me gusta humanizar animales, como ha sido el caso. Y sin quererlo aterricé en Lorca llevada por recuerdos de infancia.
      Me he divertido enredándome en estas divagaciones.
      Gracias Edita, la interacción nos hace aprender, y en este blog se aprende muchísimo.

  3. Aurora

    Rosa, qué bien has caracterizado a ese lagarto con esa extraordinaria capacidad de adaptarse al hábitat, he disfrutado leyéndolo y se nota que tú lo has hecho escribiéndolo, está genial.
    ¡Abrazo grande!

  4. Rosa Gómez Gómez

    Aurora, es fácil, el lagarto ocelado es una preciosidad. Pude ver uno tomando el sol y aún no me he recuperado de su belleza.
    Otro abrazo para ti.

  5. Pilar.C

    ¡Qué bonito, Rosa! parece un cuento o mejor una fábula con mucha miga, con moraleja, vamos. Eso en cuanto al contenido. La forma en que lo escribes perfecta.
    Un abrazo

  6. Jesús Navarro Lahera

    Todo un señor lagarto el de tu historia, que se adapta al entorno y a las situaciones de la vida con una actitud que ya quisiéramos los demás. Me gusta mucho. Un abrazo y mucha suerte

  7. Rosa Gómez Gómez

    Los animales pueden enseñarnos mucho, aunque los despreciemos son seres que si siguen en este mundo es porque tienen una gran capacidad de adaptación. Como este lagarto, él no se “come el tarro” como nosotros.
    Un saludo y agradezco tu comentario.

    1. Hola, Rosa. Gracias a tu micro, pude conocer un poema de Lorca y, google mediante, aprender el nombre vulgar del lagarto ocelado. Me encanta que no se deje amilanar por el rechazo de sus congéneres y se dedique a disfrutar del momento… Yo también creo que Lorca hubiera aprobado su actitud…

      Un momento irrepetible para disfrute de reptiles y humanos por igual…

      Cariños,
      Mariángeles

  8. Rosalía Guerrero

    Esa es la mejor actitud ante la vida: disfrutar de los rayos de sol, tomar la iniciativa, aceptar lo que venga. Yo quiero ser un lagarto ocelado.
    Un abrazo y suerte.

  9. Hola, Rosa, muy divertido y aleccionador tu relato. Todo lo que el lagarto prota ha tenido de osado, también lo tiene de buen conformar, al ver que ese adonis no estaba destinado para él. Seguir disfrutando del sol y de ese paisaje que tan bien nos describes, es una sabia decisión que todos deberíamos imitar en algún momento. Un abrazo y suerte.

  10. Rosa Gómez Gómez

    Gracias Juana, ese adonis no es nada comparado con la belleza del día que nuestro lagarto está viviendo. Este bichito es listo y sabe que la felicidad hay que atraparla al vuelo.

    Un beso.

  11. Josep Maria Arnau

    Mejor no llorar. Las lágrimas impedirían apreciar el espectáculo inigualable de la naturaleza en su esplendor. Lagarto sabio, el Timon lepidus. Enhorabuena, Rosa.
    Un abrazo y suerte. Y feliz 2025.

  12. Rosa Gomez Gómez

    El llanto es necesario pero cuanto antes nos repongamos mejor, porque nos podemos perder lo poquito bueno que tiene la vida, gracias Josep.

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