La mayúscula

Antes de entrar en materia sobre cuándo escribir con mayúsculas,  quiero aclarar que no existen hasta ahora leyes universales sobre ortotipografía, solo criterios orientadores. No obstante, la norma culta sí que recoge algunos principios aceptados en todo el ámbito hispanohablante. Si bien la Real Academia Española expone determinadas pautas juiciosas, son posibles otras opciones lingüísticas. El propósito no es dogmatizar sino aprender y aplicar unos criterios lógicos para que nuestros textos ofrezcan un aspecto unitario y limpio.

Por cuestión de estética y debido a su mayor tamaño, no debe recurrirse a ellas sin ton ni son, para que no roben sencillez a nuestros textos. En principio, la tendencia debe ser minusculizar lo máximo posible.

Uso de la mayúscula:

-Después de punto.

-Después de dos puntos, cuando vayamos a introducir un pensamiento o una cita, y tras el encabezamiento de una carta. Resto de casos, minúsculas.

-Después de puntos suspensivos, si lo que sigue es una nueva oración. Si continúa la misma, minúsculas.

-Después del signo de cierre de interrogación o exclamación, salvo que este vaya seguido de coma, dos puntos o punto y coma. Este signo, por cierto, nunca irá seguido de un punto.

-Nombres propios de personas y animales.

-Apodos, alias y pseudónimos. El artículo que precede al apodo, en minúscula (José López, el Orejas). Dicho artículo sí forma contracción con las preposiciones a y de (el robo fue obra del Orejas).

-Nombres propios geográficos (Vega de Pas). Si le precede artículo, también mayúscula (Islas Cíes, La Gomera). Dicho artículo no forma contracción con las preposiciones a y de (venimos de El Ejido).

-Nombres de festividades. Si el nombre de la fiesta está formado por un genérico y un específico, el genérico en minúscula (Navidad, día de los Enamorados).

-Nombres de marcas comerciales (Vespa).

-Nombres de astros. Pero Luna, Sol y Tierra solo en textos sobre astronomía. Resto de casos en minúscula (brilla el sol).

-Nombres de los puntos cardinales cuando se usan con sentido geográfico-político, o forman parte de un nombre propio (Corea del Norte, polo Sur. El norte de España).

-Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de organismos públicos, departamentos, partidos políticos, etc (el Ministerio de Asuntos Exteriores).

-Determinados colectivos institucionales. En las demás acepciones, en minúscula. (la Iglesia/voy a la iglesia)

-Los sustantivos y adjetivos de leyes y resoluciones judiciales cuando se menciona el nombre entero (Ley Orgánica del Poder Judicial).

-Los sustantivos y adjetivos que componen el título de publicaciones periódicas. En el caso de películas o libros, solo se escribe con mayúscula la primera parte del título. (La Voz de Galicia/El informe pelícano/La colmena).

-Los sustantivos y adjetivos que forman parte de los nombres oficiales de premios, concursos, congresos, acontecimientos deportivos… (El Balón de Oro).

-Los sustantivos y adjetivos que dan nombre a asignaturas y carreras universitarias. Pero si hablamos de estas materias en otros contextos, en minúscula. (Me he matriculado en Medicina/¿Te has tomado la medicina?).

-La mayúscula en palabras o frases enteras:

-las siglas y acrónimos que ya no llevan nunca punto separador entre cada una de las letras (NIF).

-Las cabeceras de los diarios (EL MUNDO).

-Los verbos CERTIFICA, EXPONE, COMPARECEN, pertenecientes a textos jurídico-administrativos.

-Palabras importantes en carteles informativos (PROHIBIDO EL PASO).