93. Licántropos enmascarados
Solía pasar mucho tiempo escondido en aquel cuarto turbio y forrado de temores. Pero tenía dos buenas razones: huía de las burlas despiadadas y buscaba la paz interior.
Mi psicóloga, una mujer singular que, a su vez,visitaba al psiquiatra cada equis tiempo,me recomendó salir al mundo,abandonar mis ambigüedades y encararme con la luz.
Por carnaval decidí hacer una escapada y, con una vela encendida, me uní a la fiesta. Me mezclé en un desfile de comparsas, dancé con un cortejo de antifaces y me embriagué con el vuelo de una capa veneciana. Fueron, en resumen, tres días y tres noches de bullicio y exceso. Después regresé a mi guarida aturdido, y escoltado por la mismísima diosa Lupa.
No negaré que hubo tensión cuando ella, insinuante, se quitó el disfraz y yo, avivado, me arranqué la máscara.Me pareció tan bella y compleja que un aullido torpe se me escapó sin querer. Me confesó que había venido para quedarse y comprendí que era inevitable el amor entre los dos.
Ahora me acepto como soy y me exhibo con orgullo por las calles de mi pueblo, mas, las noches de luna llena, el miedo me asalta.
Un relato intrigante, con una atmósfera inquietante hasta en el final. Me ha gustado. Un saludo
El título muy acertado, que da la clave del licántropo disfrazado.
El miedo a uno mismo se cura valorando al otro. Interesante.
Un saludo.
JM
Me gusta mucho la atmósfera con la que has cubierto el relato. Mucha suerte. 🙂
Me gustó el relato y el ambiente de miedo
Muchas gracias por vuestros amables comentarios. Gracias
Un relato que te hace salir de la oscuridad y vivir un poco más , mucha suerte y un
beso.
Muy bonito
Mucha suerte
Suerte M.José, todos tienen derecho al amor, me alegro que lo encontrara también tu personaje y cuidado que no se le escape otro aullido.
Abrazos
¡Qué bonito relato! Me ha gustado mucho. Has conseguido que entrara en el cuarto oscuro, que viera los carnavales,… Las buenas escritoras consiguen esto. Seguro que tendrás mucha suerte. Un abrazo Y un beso.