Y TÚ ¿QUÉ TE PONES PARA ESCRIBIR?
Se cuenta que García Márquez necesita tener una flor amarilla en su despacho para escribir, que Balzac se ponía ropas de monje, que Ernest Hemingway llevaba una pata vieja de conejo en un bolsillo, que a Neruda le gustaba hacerlo con tinta verde…sin contar con los litros de alcohol y otras substancias que han consumido con asiduidad tantos y tantos escritores.
Pues esta semana vamos a chismorrear sobre nuestros secretos y manías inconfesables a la hora de escribir: si lo hacemos con pluma o con ordenador, con música o en silencio, si nos gusta ponernos pantuflas, hacerlo de noche, con una copa…
Contad, contad, malditos.
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Me confesaré:
Escribo siempre con ordenador porque voy modificando palabras y frases. Necesito estar sola y en silencio, y fumar. Si escribiera cada día durante horas, seguro tendría cáncer de pulmón.
Aunque me esfuerzo en acordarme de sentarme bien en la silla, siempre acabo hecha un nudo y torcida y luego claro, me duele la espalda. Lo de fumar, lo mismo que Paloma, menos mal que se apagan solos muchas veces.
Chanel 5 😛
Qué bien deben oler tus cuentos. Ummm
A mi me gusta prepararme un té muyyyy caliente, y luego otro y otro.
Escribo en el ordenador, pero también me gusta hacerlo a mano muy cerquita del fuego de la chimenea en invierno, y en el césped de mi piscina en verano.
Llevo los bolsillos llenos de papeles, bolis y anoto cualquier cosa que me viene a la memoria. Luego lo utilizo o no.
Me encanta estar (comoda) en pijama y bata.
Un buen fuego en invierno, un perro en los pies, lágrimas en los ojos y el corazón en la cabeza.
En verano busco el mar.
A veces pongo la tele, el canal de vídeos musicales.
Antes con las fan fics escribía a sucio (siempre con el mismo lápiz, redondo, marrón y mordisqueado) y emborronaba folios y folios. Luego los pasaba a ordenador, y tardaba siglos. Ahora con los micros suelo escribir directamente tecleando. Tengo libretillas (una en el bolso), llenas de tachones y flechas en todas direcciones, donde apunto cosas para después, que normalmente se alargan (no me gusta desperdiciar ideas sueltas, aunque luego el resultado no sea el esperado).
No fumo y no me gusta tener vasos cerca del teclado por si se me derrama algo.
Suelo escribir en casa, cómoda, y mal sentada, y acabo hecha una alcayata.
Ana, mi experiencia me dice que siempre es bueno dejar reposar un texto, aunque te haya salido de las entrañas. Yo siempre encuentro luego alguna palabra mejor, repeticiones que corregir, etc.
Creo que, como en la vida, las cosas se ven mejor desde la distancia.
A mano, las letras son una continuación de uno, es mi idea. En silencio si es posible, me cuesta aislarme. Pero muy a menudo en una mesa de café, sobre cualquier papel que tenga a mano, sobres, publicidad, hojas de papel reciclado. Las libretas me frenan, prefiero agendas, formatos más cálidos y manejables. Un café, una copa de oporto o jerez. Pero da igual, la cuestión es que hay un momento en el que la cabeza, el tiempo y la página se ponen de acuerdo, y ahí es el momento.
Eva, del césped paso, hay en todas partes, hierba digo. La piscina, soy de mar, aunque ni sé nadar, ¡Pero la chimenea, por Dios, la chimenea¡ te la cambio por algún cromo que no tengas, te la alquilo, te la robo. me fascinan las chimeneas, el fuego, las brasas. Tengo alma de iprómana, creo. No me das envidia, pero casi. 😛
ipromana:pirómana, que soy rara, pero no tanto.
A mí, este enunciado de que te pones , ojo con la palabra «poner», que si el pijama, que si los vinitos y el pitillo, que si el césped y el fuego, que si hacerlo de noche,que si los impulsos frenéticos y todo lo que va saliendo aquí me parece que el tema subliminal es otro.
Perdón Virtudes, lo de la chimenea era para ti, no para Eva.
Ya me parecía a mi…
Juan, lo tuyo ya es otra cosa, no sé si te sobran cosas o tiempo. La mochila debe parecer de chamarilero. Alabo tu gusto por lo clásico, antiguo y manual. Ahora bien, me pregunto a donde enganchas el coche y desde luego admiro el trabajo que tienes para poder escribir, salir de la ciudad, ir hacia pueblos, buscar bares ocultos. Premio al comentario más extenso y sugerente.
Antonia, empezaré por decirte que vivo en el campo, que la chimenea en cuanto empieza el frío está encendida, pero que me trae muchos problemas con mis hijos. sobre todo con la menor, que dice que su pelo y su ropa huele a humo.
Pero es tan relajante mirar la lumbre.
Luego una buena ducha y como nueva.
Donde no pone pegas es en la piscina.
Jo Paloma, debo estar gagá del todo, este micro a que mes pertenece, no lo encuentro, los compis no te comentan, ponen sus cosas, sus filias y parafilias, pues bien, yo, estoy desnudo, pero el skay del sillón se me ha pegado al culo y posiblemente mude de piel al levantarme, no fumo desde hace 11 años, pero me sigue apeteciendo, en realidad sigo fumando, pero solo después de echar un kiki(así me va), copas, si gracias fe busta gucho gucho jd s pd vg ……….
Epi, no se porqué, será que te vamos conociendo, esperaba tu tanga rojo con lentejuelas…
Para evitar esos problemas con el sky, te recomiendo una batita de seda con pechera abierta marcando esternón. Le va bien a cualquier copazo… y ya que llevas taaaaaaaaaaaaannto sin … fumar… pues eso…
Abrazo.
Abrazo? es que tienes miedo al beso? VENGA un beso
Quién dijo miedo? Venga ese beso!! Pero para eso has de despegarte del sofá, que es de caballeros ponerse en pie cuando llega una dama. 😉
Esto no es un micro, Epi es la Acampada libre, pensada para que todos participemos en plan chat, pero en diferido.
Je, je, je nos vamos conociendo. Con el «qué te pones…» quería aludir a dos posibilidades: la interna y la externa (un canuto, una copa, un disfraz, un tanga…)también puede ser que alguien «se ponga» cuando escriba. Como dice El Roto, «todas las manías son sagradas». Envidio el fuego de la chimenea, envidio a quién escribe con pluma porque forma parte del imaginario romántico de todo escritor, envidio el bar de carretera secundaria. Lo que no envidio es el sofá de skay de Epi ¡qué sudor en los bajos! Yo soy perezosa y el pensar que luego tengo que copiar el texto en el ordenador, me echa para atrás.
El peor, Juan Pérez, que reconoce que escribe con «pluma», pues Paloma, el despegarte despacito y notar como la piel se va separando de tu cuerpo, tiene su aquel. De la última vez hice un juego de maletas con su neceser.
Besos pero sigo sin saber a que mes pertenece
No es mensual, es semanal. Mel y yo compartimos el blog de Acampada Libre y cada lunes o martes una de nosotras pone una entrada. Las de Mel son para jugar y estrujarse el coco y las mías para debatir y cambiar impresiones.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
En el primer acercamiento: de libreta, bar y cervecita, y música en los auriculares (que con la que suena en los bares no tengo suerte) en modo aleatorio sobre una bolsa de muchos megabites (aunque últimamente el random parece tener predilección por Queen y U2). Ahí vuelco los protorelatos casi tal cual, con pocas correcciones (no me gustan los tachones en esa libreta). Luego al ordenador (tele de fondo) y ahí reescribir, con cada cambio copiar abajo todo el texto y seguir (para poder volver siempre atrás) con lo que al final tengo docenas de versiones de la misma historia.
Finalmente, descubrir (cuando ya está publicado, enviado,…) que era mucho mejor cambiar el orden de dos frases, que aquel adjetivo sobraba, que repetí tal palabra, que este título le iba mucho mejor,… en fin lo de siempre, je je.
Suscribo la última frase de Miguel: después de revisar y darle sus vueltas, siempre SIEMPRE hay algo que cambiaría.
Para escribir relatos «me pongo» delante del ordenador, ni siquiera considero la opción del cuaderno porque me surgen las palabras en torbellino y el papel parecería una batalla muy cruenta. E indescifrable.
Y constantemente acudo a los diccionarios on line, que son muy cómodos de consultar sin levantarte del sitio.
El resto de mi método es anárquico. A veces me viene bien esa improvisación y otras veces realmente mal.
Yo siempre ( desde hace un tiempo mejor) llevó una libreta en el bolso, y cuando algo veo, escuchó o me salta a la mente, lo apunto en la libreta, tendrías que verlas, en algunas hay párrafos tan incoherentes, que se han quedado ahí, y forman parte de mi vida) Luego en casa, prefiero la noche, yo también fumo, y lo de la copita suele ser una costumbre, pero no siempre. Las ideas que han llegado de día, las doy forma de noche, y si después de un rato no me gusta, lo dejo, y sigo con otra cosa, también tendrías que ver mi ordenador, hay un montón de personajes, que aun no han cobrado vida del todo, y eso si, siempre, siempre música de las miles que tengo en mi carpeta de música, también claro en mi ordenador. ( luego me quejo de que el ordenador no marcha bien, pobre, está sobrecargado de emociones)
Pues yo descubrí hace poquito la grabadora del móvil. ¡Que invento, oiga!!.
Si se me ocurre alguna cosa, saco la grabadora y, disimuladamente, como que hablo por teléfono, para que no me confunda nadie con una broker o algo así, me comento a mi misma la idea en la grabadora. Y luego, ya cuando puedo, normalmente directo al procesador de textos, que se puede corregir estupendamente. Y, a poder ser, en pijama, que es mi mejor aliado, casi para todo!!
Abrazo.
Pues yo siempre escribo de noche. Me encanta escribir con pluma. Primero escribo a mano mis primeras ideas y luego en el ordenador termino dándole formas. Para concentrarme escucho música de piano y, a poder ser, siempre enciendo una vela. Es maravilloso.
Soy nueva en esta web y ¡¡me ha encantado!! Espero no haber llegado muy tarde a estos comentarios.
Has llegado en el momento preciso. Es ese en el que un@ entra, cuenta lo que desea y lo@ demás lo leemos. El ambiente con velas ilumina, es cierto. de noche más 🙂
Bienvenida.