23. NOS GUSTAN LOS FINALES FELICES (La Marca Amarilla)
– … Y colorín colorado, este cuento… continuará.
Cierro el libro y sonrío, convencida de que es feliz escuchando nuestros cuentos favoritos. Los mismos cuentos que, hasta hace poco tiempo, ella me leía cada noche.
Ahora duerme plácidamente, sus bonitos ojos descansan. Acaricio su cabeza (cómo recuerdo su rubia melena) y beso sus frías mejillas, así les doy calor.
Le arropo antes de irme a dormir, ahora vendrá papá para cuidarla durante toda la noche y me dirá, como siempre, que me despida de ella porque no sabemos si mañana seguirá con nosotros. Pero nunca lo hago.
Sé que se curará, que volverá a tener su larga melena y que leeremos juntas muchos cuentos con final feliz. Por eso, antes de salir de su habitación siempre le digo:
– Hasta mañana, mamá…
Mew he emcocionado mucho al leer tu relato. A mi tambien me gustan los finales felices, desgraciadamente no siempre se pueden llegar a cumplir. Muy tierno y emotivo. Mucha suerte
Un beso
Gracias Esther!! Esa es la idea. La esperanza y la lucha.
Un saludo! 😉
Muy bonito, Marca, con los papeles cambiados entre madre e hija.
Abracicos.
Gracias Patricia. Pues sí, la lectura compartida protege y cura! 😉
Un saludo!
Una historia muy bonita llena de optimismo. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, gracias por tus palabras!! 😉
Más que optimismo, positividad! 🙂
Un saludo!
Cuando te pones emotivo no hay quien te gane.
Un texto impregnado de la tristeza de una realidad que no logra tumbar la esperanza, mientras la hija lea ésta se mantendrá.
Muy bueno, Marca.
Un saludo y mucha suerte.
Por ahí van los tiros, Ángel. Gracias por tu comentario. 😉
Pretendo que el personaje de la niña transmita su fortaleza y su positividad a la madre a través de la lectura!
Un saludo!
Un relato especial. Triste, emotivo… Pero yo he encontrado algunas pistas que no hablan de esperanza precisamente: duerme plácidamente, sus bonitos ojos descansan, sus frías mejillas… No sé, no sé…
No dude de que hay esperanza, Edita!! La esperanza es un cuento que nunca acaba!!
Gracias por tus palabras !! 😉
Un saludo!
A todos nos gustan los finales fenlices cuando luchamos contra la enfermedad. Por desgracia aún queda camino por recorrer hasta soñar un feliz y definitivo final. Muy emotivo Marca.
Un microlunático abrazo.
Microlunático amigo Juancho!!! Gracias por tus palabras!! 😉
A todos nos gustan los finales felices, sobre todo si somos los protagonistas!
Un saludo!
Miguel Ángel, la esperanza y los buenos momentos que anidan en ella la mantienen unida al recuerdo, y a su madre; es otra forma de ser feliz y nos lo cuentas muy bien. Suerte y saludos
calamanda, gracias por tus palabras, veo que has captado el mensaje y la esencia del relato!! 😉
Un saludo!
Emotivo relato, a todos nos gustan los finales felices, pero en este relato, parece, por la condición de la paciente, algunos terminarán llorando. Muy bueno, suerte.
Saludos.
Beto, no adelantemos acontecimientos!! Eso ya pertenece a otro relato! 😉
Gracias por tus palabras!
un saludo!
Miguel Ángel, has escrito un relato muy emotivo y tierno. Abrazos y suerte.
Gracias por tus palabras, Salvador!!! 😉
Recibe un saludo afectuoso!
Colorín colorado, este cuento no ha acabado… pero casi.
Y no creo que sea un final feliz.
Bonito relato.
Saludos.
Virtudes, muchas gracias por tus palabras!!! No es un final feliz, es un continuará feliz!! 😉
Un saludo!
Pues claro que se curará!. Tu final, deja la puerta abierta a la esperanza, por imposible que parezca.
Un beso
Ahí, ahí, esa es la actitud, María Jesús!!!
Gracias por tus palabras! 😉
un saludo!
Miguel Ángel, me identifico con el relato, triste.
Un abrazo
epifisis, no estés triste!! Mañana será un gran día! 😉
Gracias por tus palabras!
Saludos!
Entre tristeza, ternura y lecturas, se cuela un elemento inquietante, esa frialdad de las mejillas que me pone los pelos de punta. Me temo que hay que leerlo a la luz de la cara oculta de la luna… será por eso que me gusta?…
Saludos. Y suerte.
Paloma, gracias por tus palabras!! Hay que leerlo con la tranquilidad y la fuerza que merece la madre!!
Ante la frialdad de las mejillas, muchos besos calurosos!! 😉
Un saludo!
Qué suerte, Ana! Claro que sí! 😉
Gracias por tus palabras!
Un saludo!
Precioso! Me he emocionado y todo, qué triste. Pero me gusta ese hilo de esperanza, que nunca hay que perder..
Muy bien narrada la historia.
Un abrazo
Muchas gracias por tus palabras, Blanca!! Emocionar es algo que se persigue cuando uno escribe… 😉
Un saludo esperanzador!!
Muy buen inicio que llena de optimismo esa triste enfermedad . Me ha gustado mucho tu relato, Miguel Ángel.
Muchas gracias por tus palabras, Lorenzo.
Un saludo! 😉
Si es que cuando Marca se pone tierno….se pone muyyyyy tierno.
Un relato muy emotivo y esperanzador. Seguro que rascas algo este mes.
Un abrazo microlunático
Tín, gracias por tu microlunático comentario!! 😉
Yo de momento escribo, que de rascar ya hablaremos!!!
Un saludo!!
Un relato de sentimientos encontrados, tierno por la esperanza de la hija y quizás realista por la del padre. El título lo dice todo, es cierto. Suerte a fin de mes.
Gracias por tu comentario, Javier! En la vida hay cabida para todo!! 😉
Un saludo!
Muy sensible y emotivo y lo más importante lleno de esperanza. Muy bien. Un beso
Gracias por tus palabras, Concha! Esa era mi intención!! 🙂
Un saludo!!
Tierno, emotivo y hermoso desde el título y hasta el final.
Mucha suerte
Besitos
Gracias Elysa, por tu comentario!! 🙂
Un saludo!
Marca, es muy duro tu microrrelato, con esa madre enferma y ese infante que no deja que el pesimismo le venza ante la enfermedad de su madre. Bien narrado y contundente.
¡Buen trabajo!
¡Suerte con el concurso!
Abrazos.
Gracias por tus palabras, Jarque!! La esperanza no hay que perderla, y la perspectiva real, tampoco… O si! 😉
Un saludo microlunático!
Mi retraso mental va s más.
Acabo de darme cuenta de que no te había comentado..
Marquita, tu relato es tristoncillo (anda que quien fue a hablar), pero quiero pensar que la clave radica en el título.
Que sí, que yo soy muy brutote y tsl, pero hoy hace un precioso día de sol, y me gustaría que el final de tu historia fuese realmente feliz.
Un abrazo microlunatico.
Un beso microlunatico.
Un toqueteo microlunatico…
Microlunático Modes, la realidad supera a la ficción y la ficción supera a la realidad, según sea el caso!!! 😉
En que nos toca aquí, el final será feliz siempre que el lector quiera!!
Un saludo!
Chaval, los finales felices son los más bonitos pero los menos habituales. Yo, que soy cenizo, veo la ilusión de la niña perdiéndose en su propio silencio. la vida es dura. Has logrado transmitir muy bien las emociones, canalla. Si fuese gallo te dedicaba dos kikirikises para ti solo.
Besísimos lividinosos y microlunáticos.
Gracias por los microlunáticos kikirikises, Barlon!!! 😉
Ser cenizo no es malo si se reconoce y asume! jejeje
Gracias por tus palabras!
Un saludo!!