87 . A Marte
Recuerdo tu beso húmedo en la punta de mis labios. Y recuerdo también el frescor de los pies mojados, chapoteando en el agua… No sé porqué pienso en esto justo ahora y justo aquí: a 20 días de casa y a 189 días de la estación espacial. ¿Me habré precipitado? Sé que no: si me asomo a la ventana de la nave veo un mar de oscuridad como el del estanque y me siento como en casa. Y el silencio me envuelve como un océano suave que me acaricia el corazón.
Hace tiempo que no me sentía así de bien. Contigo los silencios cada vez eran más largos, cada vez más fríos; como un orvallo de soledad y tristeza que calaba, lenta y persistentemente, hasta los huesos.
Aquí arriba sólo faltas tú aunque no creo que te eche de menos. Si eso pasa me bastará con pensar que aunque esté en marte sólo estoy a tres minutos luz (siempre luz) de ti.
Isabel, parece que con ella y sin ella sus males no tienen remedio. Suerte y saludos
Bueno, en este caso, mejor sola que mal acompañada 😉 Muchísimas gracias por la suerte y por comentar. Un beso