20. A vista de pájaro
Mientras regulo el respaldo del asiento y ajusto la altura del volante, le pregunto si puede bajarme el precio.
Me contesta que no, que no es negociable y me recuerda que lo ponía bien claro en el anuncio. Además, añade que no le haga perder mucho tiempo porque tiene a gente interesada esperando.
Capto la directa y me olvido de la rebaja, entonces le pregunto por los años.
-Cinco y sin rodaje -responde- es un chollo tal y como está la inflación.
La verdad es que está por las nubes, pero para qué hablar del tema si es el motivo por el que estoy aquí. Simplemente, afirmo con la cabeza.
Luego bajo del vehículo, echo un vistazo a los asientos traseros, abro el maletero, levanto el capó y paso la mano por los revestimientos.
-Si pagas ahora, es tuyo hoy mismo -dice.
Finjo que pienso la oferta y miro al horizonte, aprovecho para observar las vistas que por cierto son inmejorables y, sin darle más vueltas, acepto. Le pago en efectivo y. al momento, me entrega la llave de lo que será mi nueva residencia, un coche de desguace situado en el balcón de la ciudad.
Las cosas no siempre son lo que parecen y todo es cuestión de perspectiva. Un coche no tiene porqué ser solo y necesariamente un medio de transporte, puede ser un balcón al mundo de los sentidos.
Un abrazo y suerte, Aurora
Me encanta, Aurora, ese giro final inesperado que cambia radicalmente el sentido de la historia te ha quedado redondo. Muy buen micro.
Muchas gracias por tu comentario, siempre tan amable, Angel
Ana María, muchas gracias por tu lectura y comentario, me ha alegrado recibirlo!
Maravilloso micro Aurora, ese final nos abre la puerta a querer saber más del prota. Felicidades!
Javier, muchas gracias por el comentario, me alegra saber que has leído el texto, espero el tuyo con emoción!
Hola Aurora!
Menudo pájaro el vendedor, ríete tú de la especulación urbanística. Un micro con mensaje muy bien escrito y con final inesperado. Me ha gustado mucho. Enhorabuena!
«La basura de un hombre es el tesoro del otro», dice el refrán, y este micro lo muestra bien claro. Lo que para el vendedor es un auto-chatarra que vende a más de lo que vale, para el comprador es lo que será su casa, una casa en el balcón de la ciudad, con vistas que son una fortuna en sí mismas y que nadie le habrá de cobrar, por mucha inflación que haya… Me encanta cómo de muestran los valores de cada uno: la usura del vendedor y lo «buscavidas» del comprador, que pese a vivir en lo que parece una miseria, busca la belleza y el disfrute…
Un micro con vistas que encantan… ¡Felicidades, Aurora!
Besotes 😘😘😇😇
Javier, uff la especulación urbanística, mejor no comentamos, como hace el del texto ja,ja,ja
Muchísimas gracias por tu comentario, espero leer tu texto pronto.
Un abrazo
Mariángeles, qué bien, no conocía ese refrán con esas palabras «La basura de un hombre, es el tesoro del otro» Me ha encantado,lo apunto, muchísimas gracias y también por tu comentario, parece que me has leído el pensamiento.
Abrazos
Buenas, dices mucho en pocas palabras. Consigues que empaticemos con el/la protagonista.
Muy buen relato¡¡
Igor, muchas gracias por tu comentario, me alegra leerte por aquí 😉