ABR112. LAS NIÑAS YA NO QUIEREN SER PRINCESAS, de Mar González Mena
No te abro las puertas. No te regalo flores, ni siquiera en las fechas señaladas. Nunca he cantado bajo tu ventana y no es porque acabe lloviendo, que eso también. No recuerdo tu helado preferido, ni la camiseta que llevabas el día que nos presentaron en… Yo creo que fue en un concierto de Sabina pero tú aseguras que estuviste, meses antes, en el cumpleaños de una amiga común. Me duermo antes de que llegues, no siempre te cuelas en mis sueños y, por las mañanas, no te despierto con un beso. Tú tampoco haces ninguna de estas cosas. Eso sí, me batiré en duelo con cualquiera que niegue que eres mi caballero, compañero de andanzas y fatigas. Juntos no hay molino ni batalla que se nos resista.
Estupenda historia de caballería de lo más actual y diaria.
Bonita aportación Mar. Un abrazo.
Un relato amargo de amor acostumbrado y resignación rutinaria, aunque yo lo veo más en el tema del próximo mes que en éste.
Bonita declaración de amor. Al final lo importante es el fondo y no las formas.
Un abrazo, Mar.
Mar, creo que la tentación de ser princesa siempre está ahí. Suerte y saludos.
Una apología a lo Auténtico, con mayúsculas. Lo otro son imposiciones del mercado consumista y demás cuentos.
Un abrazo.
Me encanta esta princesa andante que quiere seguir lanza en mano acompañando a su caballero, pero le doy un consejo: que le de más besos. Que no olvide la ternura y la demuestre o el olvido se hará más fuerte que el amor. Me ha gustado como nos has hecho creer que era el caballero quien hablaba, por nuestros malditos prejuicios.
Besos
Por una vez los noes ganan la partida a los síes en el terreno de lo positivo. Genial.
Suerte Mar.
Bueno, hablando de prejuicios, si no fuese por el título no se sabría si es una dama o un caballero quien habla. Lo que está claro es que esta pareja tiene una relación muy sólida. Gracias por la dosis de realidad, Mar, un beso.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Es un ejemplo de las múltiples interpretaciones que tienen las cosas. No os cuento la mía, jeje.
saludillos
Precioso, con mucho sentimiento y realidad, no hace falta que te llenen de alagos todos los días, pero esta bien que luchen por tí. Y lo de ser princesa lo dejaremos para los cuentos, y cada uno escriba el suyo.
Bueno veo que otra Puri ya te hizo su comentario,entonces yo firmaré con otro nombre.
Puri-Dulcinea
saludos y suerte
En la primera lectura que transcurre con normalidad, sencillez, como lector asumo que es un hombre quien habla, por eso en el giro patino la neurona y me recoloco. Ahora cuadra el título, ese plural no era genérico. No obstante, en ese remanso es donde reside la felicidad. No se puede estar besando y pensando siempre en lo mismo. Un placer leerte.