Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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ABR80. SABER ESTAR, de Cándido Macarro Rodríguez

La primavera te ha alterado. Tu cerebro sucumbe ante las feromonas. Necesitas aplacar los ardores que te consumen y tiras de agenda. Encuentras su teléfono. Ella no te defraudará. Esa fortaleza no es inexpugnable pero has de desplegar toda tu sutileza para tomarla.
Quinta Mahou mientras esperas en el restaurante acordado. Entra por la puerta apretada y primorosa. Aunque te lo saltarías, el preámbulo de la cena garantiza tu éxito.
Impreciso por los vapores alcohólicos golpeas sus mejillas con tus labios al saludarla. Le dices algo sugerente al oído. Se te escapa un eructo mientras ensalzas su belleza. Asqueada aparta la cara. Tú interpretas timidez. Sonríes seguro de tu encanto y pides una botella de vino de la casa para romper el hielo. Un hilillo de baba se te escapa de la boca.
Sentado frente a ella te envalentonas y atacas. Te descalzas un pie y lo lanzas, con mucha clase, hacia su entrepierna. Te arriesgas a vencer…o a morir. Pero la que parece morir es ella. Tu calcetín, húmedo del sudor de varios días hiede como un perro muerto. Ella se levanta descoordinada, tambaleándose. Cuando consigue rehacerse te corona furiosa con la ensaladera.
¡Merecido honor para tan avezado caballero!

27 Responses

  1. Anonymous

    ¡Qué pena esa última frase! Toda la frescura del relato, esa agilidad y divertimento que destila, se pierden un poco por lo explicativo e innecesario de esa frase final.

    1. Sotirios

      Pues, a mi esta frase final es más que me gusta del relato y le da mucha gracia. JA, JA, JA…Cándido eres un genio, Sotirios.

  2. ¿No será que se ha colado el escudero en el relato?
    Muy divertido y ambientado. Un caballero no será, y además tomando vino de la casa, en vez de un crianza, eso es infame. Me he reído con el estriptis calcetinil, y las miserias del pobre diablo, que muy psicólogo no era, la próxima sin alcohol. Y de la agenda ya la puede borrar. Genial ese casco para coronar tan buena historia. Un diez en humor y salero.Saludos y suerte.

  3. Anonymous

    Muchas gracias a los dos.
    Ja,ja,ja, ¿El Lazarillo? Entonces debería haber comenzado el relato con «Usaba poner cabe sí una jarra … de calimocho», o quizás de cerveza Día…
    Los efectos «vaporizantes» hubieran sido similares
    Cándido

  4. Anonymous

    Llámalo X ( o con X) , ja,ja, ja pero… ¿es vino peleón con cocacola?
    Entonces aceptamos kalimotxo como «compuesto alienante que nos da ánimo, nos enriquece el espíritu y nos inspira para seguir rulando»
    Por cierto, tengo por ahí una oda «Oda a don Simón» que viene al pelo. ¿la puedo poner aquí como comentario?
    Cándido

    1. Pues si, porque alguno me he tomado con vino bueno, y aparte de que te crujen viva con la cuenta (o el cuento, según como lo leas), no sabe lo mismo, no. Y que conste que yo solo tomo kalitxikis y en Aste Nagusia. Es mi pequeño homenaje a Marijaia. A ver esa oda a San Simón, digo, D. Simón.

  5. Sotirios

    Cándido, eres un genio y tu relato genial JA, JA ,JA… Me reí a carcajadas me ha parecido muy entretenido con fluidez y súper gracioso. Vamos para que lo entiendas un 10. Te deseo mucha suerte amigo, Sotirios.

  6. Anonymous

    Lo siento pero no me puedo resistir:
    Ahí va la oda a Don Simón:

    A ti sagrado licor

    dorado néctar divino

    entre todos, el mejor

    compañero de camino.

    Sabes bien en una bota,

    delicioso en el porrón,

    pero donde más se nota,

    donde realzas tu sabor

    es cuando estás envasado

    en el cartón de Don Simón.

    Elixir del proletario

    por humilde, rechazado,

    denostado por falsarios

    que nunca te han degustado.

    Pero a todo el que te ofende

    le digo, de corazón

    que, aunque barato te vendes,

    nunca has de pedir perdón

    pues somos muchos conscientes

    que no hay delicia mayor

    que echarse un trago al gañote

    del cartón de Don Simón.

    Y aunque no suene muy fino

    y suba el colesterol,

    no hay bocado más divino

    que tenga tan buen sabor

    que un trozo pan con tocino

    bien regado con pasión

    con un buen trago de vino

    del cartón de Don Simón.

    Ya, ya sé que te culpan

    de espesar preclaras mentes

    que tus efluvios y ardores

    son causantes de accidentes.

    Tú no te sientas culpable.

    Que como a una pasarela

    hay algún irresponsable

    que en el andamio se cuela.

    El equilibrio , precario,

    la boca, como un serón

    con el ánimo incendiario

    y fuego en el corazón.

    Y abrirá los noticiarios

    pues voló como un avión.

    Y aunque esto ocurre a diario

    no eres tú quien lo causó

    porque eres pócima divina

    porque infundes valor

    porque no hay cosa más fina

    que disfrutar del placer

    de sentir tu golosina

    por nuestra boca correr

    directa hasta el corazón.

    ¡Nada tienes que temer!

    ¡ A disfrutar con fruición!

    ¡No hay nada como beber

    del cartón de Don Simón ¡

  7. Anonymous

    Me decanto por los personajes con alma de perdedores, y el tuyo lo es y a lo grande. Bien escrito y rematado, con la ironía precisa para sacar una sonrisa. Suerte.

    Félix Valiente

    1. Anonymous

      Gracias, Félix.
      Sí. Su patetismo tiene cierto encanto, e incluso, llegan a inspirar lástima porque en el fondo son dignos de ella.
      Cándido

  8. A ver, el relato es bueno porque provoca… repulsión. Vaya con los dos personajillos estos. El pringao queda muy claramente visual. Y ella que no hace ascos. El final, sin embargo, algo forzao, eso me ha parecido.
    Un abrazo.

  9. Anonymous

    Gracias Susana,
    En realidad él es un gañán con piel de caballero.(hay, o habemos, muchos por estos mundos de Dios)
    Ella, aunque se la presupone lela y está en un segundo plano, al final acaba reaccionando. A nada que tenga un poco de estómago algo tenía que hacer…
    Cándido

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