AGO135. EL SUEÑO DE EVA, de Ana Belén Rodriguez Piqueras
Sucede doctor que a veces me despierto llorando con el rostro seco. Me limpio la cara notando como ellos la recorren con su sucio cuerpo y me dirijo a mi ducha matutina. Levanto los brazos, me inclino y aprehendo el alba como mejor puedo.
Todo comenzó hace un par de años cuando decidí mirarme al espejo. Antes los sentía pero pensaba que con una ducha se irían y ahora toda el agua del mundo no es suficiente para extraer los gusanos de mi cara.
_ Debemos buscar una solución Eva.
Doctor, el otro día uno de los gusanos se coló en mi casa, se aferró a mi rostro y en una de mis lágrimas salió viéndole uno de mis hijos.
_Necesita salir de esto, vénganse a mi casa unos días.
Eva salió de la consulta, se vistió en un bar cercano. Primero las botas rojas, luego la falda de terciopelo y finalmente aquellas viejas medias malva. Con cuidado salió a la calle procurando no ser vista, pero antes de situarse en el lugar de siempre compró un bolso grande y guardó todas sus ilusiones lejos de los gusanos , bajo llave, soñando recuperarlas algún día.
Terrible pesadilla. No se me ocurre peor sueño que verte invadido por gusanos. Es una premonición de la muerte. Gloria
Es horrible. La intención del relato es retratar el caso de una mujer que se ve abocada a prestar servicios en la calle ( de ahí las botas rojas, las medias malva y la falda de tercioleo y el colocarse en el lugar de siempre) y los gusanos son un simil a las personas miserables a las que atiende. El médico es un sicólogo que la intenta ayudar a salir de la calle.
El hecho de que los hijos vean los gusanos es porque cada vez es más dificil para ella ocultar su trabajo.
Muchas gracias por tu comentario Gloria. Un abrazo fuerte!
Duro relato, Ana, pero por lo menos has dejado una puerta a tu protagonista, que mantiene sus deseos inaccesibles para que nadie se los pueda arrebatar.
Saludos y suerte.
Muchas gracias Rafa por tu comentario. Por lo menos mantiene sus sueños encapsulados en un bolso pendiente ser abierto. Un abrazo fuerte