Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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AGO141. EL HOMBRE QUE SE COMÍA EL ALFABETO, de Félix Valiente del Valle

Sin lugar a dudas el rasgo más excéntrico de Saulo Da Pinto era su nutrición. Comenzaba comiendo por orden alfabético desde el primer día del año y así sucesivamente hasta agotar el alfabeto y comenzar de nuevo. Las recetas de esta manera iban desde los aguacates rellenos de salmón hasta las zanahorias con chorizo y pasas, en un procedimiento que descontaba paralelamente días y letras del abecedario. Las únicas excepciones a tan curioso ritual eran dos: la prohibición de repetir comidas en meses consecutivos y la licencia con las letras difíciles, léase la ñ o la y, para las cuales se concedía que el alimento contuviese la letra aunque no comenzase por ella.

Un día alimentario G se armó de valor y esa tarde compró un bote de Hormigas culonas de San Gil para el día siguiente. Saulo murió esa misma noche devorado lenta y minuciosamente por aquella marabunta de insectos carnívoros en una agonía interminable y con el terrible desconcierto de no comprender que nada había salido mal, no hubo ningún fallo, tan solo el error de que aquel día no había sido elegido por él sino por las hormigas que habían resuelto comerse a un humano.

23 Responses

  1. Terrible agonía, desde luego. Antes de comprar hormigas hay otras cositas más ricas, como… espera… harroz con bogavante, halmejas al vapor, halbóndigas de bonito… y más. Tontadas aparte, es uno de esos relatos de fantasía que he podido visualizar con gusto.
    Un abrazo.

  2. Claro, es que no se dió cuenta el hombre de que también las hormigas podian estar siguiendo su propio ritual. Estupendo y original relato Felix.

    Me sacaste una sonrisa, aún dentro del darama del pobre Saulo. Saludos y suerte.

  3. Pues no me extraña nada que fuesen hormigas culonas, con esa dieta de humanos, con la de colesterol que suelen acumular en las arterias!!

    Ocurrente, divertida y simpática vuelta de tuerca a la historia. Me ha gustado, si.

    Un abrazo.

  4. Me alegro de que te pareciese original, Ana. Puede que la expresión «armarse de valor» lleve a la interpretación que tú le das pero los tiros no iban porque Saulo presintiese nada, sino porque para comer insectos hace falta valor, je je.

    Gracias y un saludo.

  5. Hola, Félix. Me ha parecido un relato muy original y divertido, con lo difícil que es arrancar una sonrisa con un final tan dramático. Deberías haber advertido a tu protagonista que si notaba algo gordas a las hormigas, no es que estuvieran más sabrosas, es que los días anteriores se habían quedado con hambre después de zamparse un Elefante, un par de Faisanes rellenos y un Gorila.
    Bueno, fuera bromas, tu relato me ha recordado la película «Cuando ruge la marabunta», que vi de pequeño. Algunas de sus escenas, las de los ataques de las hormigas, claro, me produjeron pesadillas, pocas noches, no te vayas a creer. He buscado por ahí alguna imagen y la he encontrado, no la de los cadáveres de humanos devorados, pero también puede valer. (Por cierto, la interpretación de Carlton Heston es para que se lo coman las hormigas y no dejen ni rastro). Está en un vídeo que han titulado «Volar la compuerta» en el blog de este enlace:

    http://xavier-valderas.blogspot.com.es/2011/01/cuando-ruge-la-marabunta.html

    Saludos y suerte a fin de mes.

    1. Gracias por el comentario y el enlace Rafa. La secuencia es genial así que no me extrañan tus terrores infantiles. Me alegro que el final terrorífico ta sacara una sonrisa; ya sabes que drama y diversión no siempre están reñidos. Muy buena también tu secuencia de comidas alfabéticas, je je. Completamente de acuerdo en la actuación de Heston: parece que jamás se recuperó del éxito de Ben Hur.

      En fin, gracias por este rato divertido. Un saludo

  6. Félix, con tu relato he conocido a las hormigas culonas, nada que ver con las hormiguitas de aquí. Creo que en Colombia son un delicioso manjar, de allí que Saulo comprara un bote para su dieta especial. Con los calores del verano, no sé como no pensó en comprar un rico Helado.
    Saludos y suerte.

    1. Es verdad, Amelie. Se tuvo que haber tomado un helado y evitar de ese modo riesgos. Tienes razon, en Colombia se comen sobre todo en Semana Santa. Las cazan los indios y dicen que tienen propiedades afrodisiacas y de longevidad. La pena fue que Saulo no pudo disfrutarlo, je je.

      Gracias por comentar y un saludo

  7. Félix, con tu relato he conocido a las hormigas culonas, nada que ver con las hormiguitas de aquí. Creo que en Colombia son un delicioso manjar, de allí que Saulo comprara un bote para su dieta especial. Con los calores del verano, no sé como no pensó en comprar un rico Helado.
    Saludos y suerte.

  8. ¡Qué bueno! Me ha recordado un cuento de Cortazar: «Eres tú el regalo para el cumpleaños del reloj» (Cito de memoria y no estoy segura de la exactitud de las palabras). Un relato original y con un giro genial como colofón.

    1. Muchas gracias Opalonegro. Que te recuerde algo de Cortazar ya es un cumplido enorme. Gracias por pasarte y me alegro de que te gustara. Disculpa las tildes ausentes (estos teclados americanos…)

      Un saludo

  9. Sin lugar a dudas el rasgo más sobresaliente de este texto es su maravillosa originalidad y excelente puesta en escena, me ha encantado, es divertido y terrorífico a la vez, muy difícil de conseguir, mis más sinceras enhorabuenas Felix!!!

  10. Muchas gracias Mel. Me alegro de que te gustara la originalidad y la mezcla de terror y diversión. Me parecía buena idea ese humor macabro que suele engancharnos a los lectores, o al menos a mí me pasa.

    Un saludo

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