AGO81. AZUL, de Ana Rosa de Artíñano Comin
Hoy azul…marino – sonrío mientras miro su semblante.
Asomadas al balcón, observamos por un lado , el mar mediterráneo rugiendo y rompiendo el silencio de la noche con sus olas al chocar contra la arena de la playa y por otro, la calma del mar menor susurrándonos palabras. Así pasábamos muchos ratos intentando arreglar un mundo que cada día se balanceaba más en la cuerda floja.
Admirábamos la mar, cada instante de un color según la luz de la luna ó la del sol.
– Te repito que hoy es azul …marino, la espuma de sus olas son virutillas blancas como recuerdos que vienen y se evaporan en la memoria.
– Es espectacular!!!. Parece que un puñado de estrellas ha caido sobre ella – me habla con ojos llenos de asombro en su rostro ya marchito.
-Me gustaría ser sirena – le contesto – sería algo mágico!!!.
– Pide el deseo como en el cuento – Rie mientras su mirada se pierde en el infinito.
– No puedo dejar a las personas que quiero y abandonar este mundo lleno de tantas contrariedades- le digo con tristeza.
– Entonces dejemos que el silencio y la belleza que nos rodea nos llene de bellos sueños.
Pues sí Ana Rosa, son preciosos los sueños que puede despertar La Manga, creo que estar ahí es todo un privilegio.
Encantador relato y diálogo. Felicitaciones.
Creo que no dejaremos La Manga
puede que la Manga nos deje a nosotras, pero seguiremos
lo que unen las terrazas de espuma , los rellanos … el mar, es difícil que se rompa, como mucho perderse en la línea imaginaria del horizonte para dar la vuelta y encontrarnos juntas.