20. Al otro lado (Ezequiel Barranco)
La habitación 203 de mi hospital, levantado sobre una antigua leprosería del siglo XVIII, siempre ha tenido mala fama. Dicen que allí se oyen ruidos raros y se ven sombras y que, a veces, te soplan en la nuca o te tocan el pelo. Todo lo achacan a alguien que murió allí hace años. Jamás dicen su nombre, quizás no lo sepa nadie, siempre se refieren a él como Antoñín. El caso es que eso a mí no me preocupa porque nunca he sido miedoso, y aquí sigo tranquilo con mi trabajo. Recuerdo un día en que, mientras me tomaba un pequeño descanso en un sillón, escuché cómo una anciana, que llevaba allí ingresada unos meses, le pedía a una enfermera que volviera más tarde, y le preguntaba airada qué si no veía que tenía la visita de un muchacho muy agradable. La joven salió nerviosa y asustada de la habitación, le dijo a sus compañeros que tuvieran cuidado, que seguro que Antoñín estaba allí. Yo para tranquilizar a la pobre mujer, que se había inquietado con tanto escándalo, comencé a acariciarle el cabello con cariño.
Me he metido de lleno en el relato y ya siento a los fantasmas pululando por mi cabeza. Eso quiere decir que has conseguido una buena ficción.
Suerte y saludos, Ezequiel.
No sé… En el hospital en que trabajo, que en sus tiempos fue un lazareto, el la habitación 203,hay enfermeras que han salido corriendo porque han notado que le tocaban el pelo.
Gracias, María Jesús.
El problema principal de los fantasmas es cuando no asumen que lo son, como le sucede a Antoñín; mientras persiste en su error, no dejará de dar sustos.
Los hospitales parecen espacios propicios para historias de misterio. Del Museo Reina Sofía de Madrid, que antes fue hospital, se cuentan también algunas historias con espectros.
Un relato de ansiedad, miedo y terror, del que no se termina, porque Antoñín seguirá erre que erre.
Un abrazo y suerte, Ezequiel
Gracias, Ángel, por tu comentario, como siempre tan acertado. Probablemente esos fantasmas piensen en nosotros como espectros venidos de otro mundo del que, quizás, no tengan referencia.