35. Solo para mayores (Ezequiel Barranco)
Llevaba semanas preparando esa noche. Habíamos vivido muchas aventuras juntos y compartido momentos felices y otros de angustia y de miedo, siempre apoyándonos, siempre cómplices,... Leer más
27. La vieja morada
Volví a casa de mis padres. Hacía tiempo que habían fallecido y tenía una cita con un corredor para ponerla a la venta. Entré con... Leer más
32. Atracción
Sentía que la luz mortecina del atardecer tamizada por el viejo visillo del salón la llamaba, y decidió ir a buscarla. Quiso levantarse, superar el... Leer más
41. Apocalipsis
Aún había vida, según constataron iracundos en el rompimiento celestial. Fue entonces cuando empezaron a sonar cornetas, trombones, trompetas y cornos, junto a un sinfín... Leer más
26. La casa de mis abuelos
Recuerdo el silencio del salón, roto por el crujir de la madera en la chimenea. Sobre la tarima, la foto de bodas de mis abuelos:... Leer más
28. A la moda del país
Despatarrado en el asiento, Manuel —delgado, encorvado como una guindilla, con largas patillas, cadena de plata con medallón tamaño sartén, camisa de flores abierta hasta... Leer más
61. Acopio
Don Antonio compró a un viajante dos palabras en desuso, cordojo y merculino, que ya nadie pudo volver usar. Siguió con rarezas como gangilón, tenería... Leer más
16. Introspección (Ezequiel Barranco)
Su condición de sordociega no le impidió disfrutar de la belleza. Comenzó su aventura en París, donde le dejaron que acariciara y estudiara a La... Leer más
06. Extravío
Zarco es una villa rodeada por una alta muralla azul con una única puerta. Antes entrar, Luerio, nuestro guía, nos subió a una torre desde... Leer más
63. Encuentro
Sus pensamientos se mimetizaban con el color marrón de los muebles del salón, del desvencijado sofá y de los marcos de la puerta y las... Leer más