02. ALTERNATIVAS (Ángel Saiz Mora)
Trabajo con muchas anatomías, pero solo una me cautiva. Mis dedos acumulan emociones contenidas al recorrer los senderos de su espalda.
Hablamos poco durante cada sesión. En mi familia somos demasiado tímidos, pero lo compensamos mediante otros recursos.
De mamá heredé su habilidad con las manos. No es casual mi formación como fisioterapeuta. Papá asegura que debo conocer al menos dos oficios, que todo puede hacer falta. Estoy a punto de terminar el grado de Derecho en horario nocturno.
El tratamiento alivia la contractura de mi clienta. Pronto sanará del todo. Antes de que suceda, intento que la cadencia del masaje transmita señales en morse sobre su epidermis. Le cuento así lo que siento y no soy capaz de confesarle, aunque temo que no le llegue nítido. El camino hacia ella ha de ser otro.
El abuelo es un filón de experiencias, como la del beso robado a la abuela al poco de conocerse, cuando las palabras tampoco le salían. Voy a adoptar su arriesgado todo o nada. Si no funciona, confío en que un juez acepte, como atenuante tras la probable denuncia, el amor absoluto de este joven abogado en defensa de sí mismo.
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Qué tierno tu protagonista y qué bonita la imagen del morse sobre la piel. Espero que el truco del abuelo funcione y su paciente le devuelva el beso.
Un abrazo y suerte.
Él lo tiene todo previsto, hasta el fracaso y los problemas legales que pudieran darse en el peor de los casos, pero como bien dices, merece ser correspondido. Esperemos que sus caminos lleven a buen término.
Muchas gracias y un abrazo, Rosalía.
Para los tímidos siempre es un problema expresar las emociones, sobre todo las más profundas, pero parece que tú protagonista ha encontrado la forma de hacerlas salir a la luz, aunque el posible precio sea estrenarse como abogado.
Me ha gustado mucho tu tempranero relato, Ángel, para no variar.
Suerte y un besazo.
La timidez es una barrera invisible, pero sólida y muy real; franquearla nunca es fácil, pero lo que merece la pena no suele ser sencillo. Solo por el esfuerzo que hace y lo enamorado que está merecería que su estrategia funcionase. Muchas gracias, Ana María. Un abrazo.
Tu protagonista, palpa, trata y se enamora a través de las manos. Vive en un cruce de caminos pero da la sensación dw que él querría correr campo a través y liberarse de todas esas influencias, esos condicionantes heredados o adquiridos de sus ascendientes que, componen lo que es sin dejarle ser él…
Y en medio de todas estas disquisiciones del autoconocimiento… el amor.
Emotivo relato, amigo.
Suerte y un abrazo
Es un personaje muy condicionado por el ejemplo y la tutela de sus mayores, de quienes tiene herencia, formación y ejemplo, además de una paralizante timidez heredada. No obstante, él toma sus propias decisiones, equivocadas o no, consciente del conocimiento que tiene de sí mismo respecto a sus capacidades y limitaciones.
Muchas gracias por pasarte, Salva.
Un abrazo
Buen relato, escrito con economía y sensibilidad.
Siempre se puede decir más, como también menos. Lo que intentamos es contar mucho en poco espacio, en este caso, una historia llena de sentimiento, como bien apuntas, que a la postre es uno de los principales motores que nos mueven.
Muchas gracias y un abrazo, Elmiro
Muy buen relato Angel. Me gusta mucho como describes al personaje a traves de las diferentes cualidades de los otros miembros de la familia. Me encanta la imagen de » recorrer los senderos de su espalda». Muy grafica.
Ojala sea un amor correspondido y que el protagonista no tenga que poner en practica sus conocimientos juridicos todavia.
Una abrazo y suerte. Nos seguimos leyendo.
Estrenarse como abogado en su propia defensa ante un riesgo de multa o prisión ya es triste, pero más aún lo sería un posible fracaso sentimental; es probable que eso todavía le doliese más.
Muchas gracias, Fernando.
Un abrazo
Muy original, los caminos del amor son infinitos.
Me ha gustado mucho, Ángel.
Un abrazo y suerte.
Muy cierto, son caminos infinitos e impredecibles.
Me alegra que te guste, Yolanda.
Un abrazo
Querido Ángel, hay que hacer un poco de todo en esta vida y tú sabes muchas cosas: el arte de escribir, el arte de acompañar, el arte de animar, en serie de escuchar…y muchas más cosas que los que están cerca de ti tienen el gusto de disfrutar. Un abrazo, amigo mío.
Los que nos metemos en muchas cosas corremos el riesgo de no hacer bien ninguna, pero ese no es tu caso. Tú sí que eres envidiable por tu actividad incansable, dotes para la conversación y la comunicación, que es el fondo de este pequeño relato.
Muchas gracias, Mercedes.
Otro abrazo para ti
Preciosa historia Ángel, espero le salga bien la jugada y no sea denunciado. El pobre chico, cansado de su timidez, parece decidido a luchar por ese amor que se le va a escapar si no hace algo.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo
De una manera o de otra no se va a quedar parado. Solo queda la duda sobre la reacción de ella, ya sabemos que esto del amor es cosa de dos. No podemos sino desearle suerte y, acaso, advertir a esa muchacha que nunca nadie más la va a querer igual.
Me alegra que te guste, Blanca.
Muchas gracias y un abrazo
No puedo estar más de acuerdo contigo. Estamos en la era de la comunicación, o eso nos dicen, sin embargo, hay mucha gente aislada, consumida en su soledad; ni siquiera conocemos a los vecinos, algo impensable no hace tantos años. Habrá quien nos llame antiguos, pero aún reconociendo las posibilidades que puedan abrir hoy día, por ejemplo, espacios como los portales online, no hay nada como la comunicación cara a cara.
Agradezco mucho tu lectura y tus palabras, Juan.
Un abrazo
Me encanta tu relato Ángel. Espero que, pese a lo mal que está la judicatura, quedé algún juez con la suficiente bonhomía
como para dar por buenas las razones del joven abogado. Es un caso de necesidad. Mucha suerte y un abrazo.
El que el amor de su vida no le correspondiese sería la peor de las sanciones que este joven podría recibir. Ese hecho, su sinceridad y buena intención, merecerían ser vistos con benevolencia.
Agradezco mucho tu lectura y tus palabras, Francisco Javier. Un abrazo
He aquí otro de tus hermosos relatos, Ángel. Las arriesgadas estrategias del amor cuando no salen las palabras. Un abrazo y suerte, querido amigo.
Dicen que hablando se entiende la gente y es muy cierto, pero no lo es menos que la timidez y el miedo al fracaso entorpecen cualquier comunicación. Esperemos que el muchacho halle la manera de ronper el hielo y que sea exitosa.
Muchas gracias, Puri.
Otro abrazo para ti
Me gusta mucho el ritmo, la cadencia tranquila con la que el protagonista nos cuenta su historia y nos plantea el nuevo camino que va tomar para conseguir su propósito. Tímido pero luchador. Muy bien hilado, Ángel, genial.
Abrazo
Los tímidos que no se resignan a serlo son unos luchadores de primera, pues no existe peor enemigo que uno mismo.
Me alegra mucho que te guste, Aurora.
Un abrazo
Hola, Ángel.
Ya que el relato se titula alternativas, yo lo que recomendaría a este chico sería buscar un buen terapeuta para trabajar en vencer su timidez y mejorar sus habilidades de comunicación.
Que tengas un buen verano, estimado tocayo. Un abrazo.
Una mente tan analítica como parece que es la suya puede que haya considerado esa posibilidad, prudente, racional y correcta, pero tal vez lenta para un corazón tan enamorado, que además sabe que esta joven clienta pronto sanará y no volverá a verla. No obstante, seguro que tiene en consideración la sugerencia.
Mil gracias y feliz verano, apreciado tocayo.
Ángel vaya con el fisioterapeuta y abogado en ciernes, ese todo o nada, no sé hasta donde sde treverá, pero no estamos como para entender mensajes a través de la yemas de los dedos, ojalá fuera así. Probablemente cuando esas manos se lancen y den más pasos claramente recibirá su correspondiente denuncia o un asalto sexual en esa misma camilla quién sabe. Ya nos contarás. Abrazos y suerte
Tímido hasta decir basta, pero respetuoso, solo habla de un beso como último recurso, ya que las palabras no le funcionan, pero solo eso, como su abuelo. Un gesto que le permitiría transmitir sus sentimientos, lo suficiente, ni una pizca más, para saber si es correspondido o no, su gran temor. Aparte, él cree está rpreparado para cualquier respuesta.
Todos querríamos saber qué tal le irá.
Gracias, Manuel.
Un abrazo
Nunca me ha gustado mucho ir al fisioterapeuta y este micro no me ha ayudado…parece ser que en nuestra mente oculta siempre hay alguna historia parecida a la tuya. En fin, habrá que superarlo, como otras muchas cosas.
Todos somos humanos, qué duda cabe, lo que no quita para que los profesionales de la sanidad sepan, perfectamente, hacer su trabajo sin permitir que su labor, necesaria y encomiable, se vea interferida o contaminada por cualquier otra posible motivación. El caso de este personaje, sin embargo, dejando claro que se trata de pura ficción, es muy particular. La clave está en que desde el principio reconoce que nunca le ha sucedido algo así con ninguna otra persona que ha pasado por la clínica, por lo que él deduce, con fundamento, que lo suyo solo puede ser amor, algo único e irrepetible que necesita transmitir.
Gracias por leer, Isabel Cristina. Un abrazo
Dadas las razones que mueven a este joven enamorado, así como la buena intención que de sus palabras se trasluce, uno no sólo quisiera que la chica encajara de buen grado ese beso robado, sino que además estuviese aprendiendo morse para recibir con claridad todos esos mensajes de amor que en cada sesión masajean su epidermis, como también que el juez de turno, en caso de que no funcionara la estrategia, aceptara como atenuante (o como causante de enajenación mental) ese amor absoluto. Un relato en el que todo encaja a la perfección, incluido ese final redondo, y en el que el discurso interior del personaje es un interesante viaje por su persona y sus circunstancias. Mucha suerte con él, Ángel. Un fuerte abrazo.
Una cosa está clara, a pesar de su timidez, barrera innegable y poderosísima, está dispuesto a dar el paso, ella debe saber lo que siente. El riesgo del rechazo, o hasta de una denuncia, en el peor de los casos, le importa menos que no comunicar sus sentimientos, limpios y puros, que espera no se malinterpreten. Lo suyo es un ejercicio de superación enorme, motivado por un corazón que no se resigna a ver cómo desaparece la que cree que pueda ser la mujer de su vida sin haber hecho nada, quién sabe, igual a ella le sucede algo parecido y también está buscando algún camino.
Mil gracias por leer y comentar, Enrique.
Otro abrazo grande para ti
Querido Ángel: el lenguaje no verbal es algo que los tímidos dominan (dominamos) a la perfección, y si la clienta es como la abuela del protagonista, apuesto a que habrá sabido leer entre líneas, y más que bien, el morse que él escribe sobre su epidermis… Hay maneras de tocar y tocar, y una mujer sabe cuándo le tocan el alma… A diferencia de este fisioterapeuta, yo soy optimista. Está bárbaro que estudie Derecho en horario nocturno- como bien le dice su padre, en algún momento le puede venir bien- pero creo que en este caso se puede quedar tranquilo, porque creo que no le va a hacer falta…
Como siempre, un gustazo leerte.
Besotes😘😘😇😇
Una mujer sabe cuando le tocan el alma. Me gusta mucho esa expresión, que es justamente lo que busca este fisioterapeuta y casi abogado. El masaje no es un fin en sí mismo, limitado a los sentidos, sino que se trata de um caimno, como otro, para intentar llegar a un corazón.
Agradezco mucho tu lectura y tus palabras, Mariàngeles. Besos
Un relato que muestra cómo se puede encontrar un camino para una situación que parece no tener salida. Todos tenemos mentores que nos pueden proporcionar los recursos necesarios para superar nuestras limitaciones. Con esa base, el protagonista valora las alternativas y decide tomar una decisión arriesgada para defender su identidad más íntima. Me parece un gran acierto, y muy sugerente, aludir en el final del relato a la “defensa de sí mismo”. Enhorabuena, Ángel.
Un abrazo, suerte… y feliz verano.
Las decisiones que tomamos han de ser libres y personales. El que consideremos la experiencia y consejos de quienes nos quieren, lejos de condicionar, sirve para hallar caminos que de otra forma no hubiéramos imaginado. Mejor piensan dos cabezas, o más, que una.
Muchas gracias, Josep Maria. Otro abrazo. Suerte para ti también y feliz verano
Hola, Ángel, si una de las alternativas es robarle un beso, y como no sabemos cómo se las gasta la «contracturada»
😉 igual sí que va a hacerle falta el otro oficio. Aunque espero que ella le corresponda.
Un relato muy original. Yo me lo he pasado muy bien leyéndote.
Mucha suerte y un abrazo.
Algo va a pasar, aunque no sabemos qué. A él le conocemos más, porque nos ha abierto su corazón, pero quién sabe si no será ella quien dé el primer paso. A veces pasan esas cosas. De ocurrir eso, ella se sentiría halagada porque haya alguien la quiera tanto como para arriesgarlo todo.
Mil gracias, Rosy.
Un abrazo
Hola Ángel. El amor con toda su fuerza lleva a tu protagonista a exponerse hasta el extremo de jugarse la carrera y la reputación.
Esta lucha interior, bien contada, lo mantiene vivo y despierta en él sus mejores razones para dar el paso definitivo. Puede tener posibilidades si actúa desde el corazón, y la razón, claro.
Suerte y abrazos.
Lo que no va a hacer es dejar pasar ese tren, para luego lamentarse toda la vida. Mejor el riesgo de los valientes que un conformismo mal entendido, que solo conduciría al más triste de los vacíos.
Muy agradecido, Calamanda.
Abrazos
Una propuesta muy original, Ángel. Solo espero que la respuesta de su amada sea positiva y que no tenga que ejercer como abogado en su propia defensa. Ya se sabe que en el amor no hay nada seguro, y quizás ella también esté enamorada en secreto de él. Un abrazo y que disfrutes de este merecido verano. Gloria
Esas cosas nunca se saben hasta que uno de los dos da el primer paso. Igual es ella quien acaba haciéndolo. Habrá que seguirles la pista.
Muchas gracias, Gloria.
Un abrazo
Hola, Ángel. Me gusta mucho esta historia de timidez y el camino que elige tu protagonista para superarla. Qué difícil la tienen (tenemos) los tímidos para lidiar con algunas situaciones. Muy pocos recurren a lo que sería el ideal: la ayuda profesional, otros echan mano a lo que disponen, y una herramienta nada despreciable son las miradas.
Le deseo toda la suerte a tu protagonista, como te la deseo a ti.
Un abrazo.
Las miradas dicen mucho, efectivamente, son un principio nada desdeñable, aunque también se necesitan las palabras y otros gestos concretos para afianzar. Lo mejor sería no ser tímido, pero cuando se da el caso, hay recursos antes de bajar los brazos, que sería lo fácil.
Muchas gracias y un abrazo, Jorge
Hola Ángel, lo primero decirte que me ha encantado tu relato. Todo encaja y se entiende a la perfección bajo ese suave velo de la intriga del final. Me río yo de los tímidos… tienen ese arranque o decisión del que muchas veces carecen los que no lo son.
El tímido da más juego. En este caso conocemos lo que piensa, pero… y ella?
Hummm…!!! me gustaría saber qué es lo que ella esté sintiendo/ pensando. ? En algo erotico… o en la lista de la compra?
Aquí hay más de un relato, Ángel y nos queda por conocer el intermedio. El de antes de…..
Te felicito por este estupendo relato.
Un saludo
Las historias breves tienen que tener, igual que una novela extensa, el clásico planteamiento, nudo y desenlace, pero precisamente, a causa de esa misma brevedad, es cierto que muchos aspectos pueden quedar solo apuntados, o incluso, en el tintero. Conocemos al protagonista y su timidez reconocida, que es a la vez, paradójicamente, también un motor que le impulsa a buscar caminos. Sin embargo, los sentimientos de ella o su reacción son pura incógnita. Incluso a mí me gustaría saber cómo termina. No obstante, si un relato deja con ganas de más puede que se haya conseguido algo.
Me alegra que te haya gustado y agradezco mucho tu comentario.
Un saludo, Pilar.
Hace bien este joven fisioterapeuta en intentar arriesgarse con el método del beso que tan bien funcionó a su abuelo. Seguro que la paciente ya ha empezado a captar el amor que él le ofrece mediante esos masajes hechos mensajes en ese particular morse sobre la piel. Y se le quedan dudas, el beso las disipa. Como ya se trató en otra propuesta anterior, a veces el amor es todo locura. En este caso podríamos decir que ese amor lo cura todo. En caso de que las cosas vayan mal, seguro que superará la timidez buscando las mejores palabras en su defensa. Me han encantado tus «Alternativas», Ángel. Suerte y un abrazo.
Lo de este muchacho es un poco arriesgado, pero si las palabras no salen puede que convenga tener un plan b. Todos queremos que les vaya bien a los dos.
Muchas gracias, Juana.
Otro abrazo para ti