60. Amarillas, rosas y azules.
Se conocieron anoche, en la fiesta de jubilación, y hoy se levantaron en el piso de él aireando sus vidas y recogiendo los bártulos. Empezaron ordenando los cacharros de cocina; después limpiaron el baño y, cuando pasaron al dormitorio, hicieron su maleta con lo imprescindible, que era todo. Terminaron guardando los cuadros, títulos y certificaciones que decoraban las paredes del salón. En la casa de ella no había loza que fregar ni ropa que recoger, pero las cajoneras escondían más folios, subrayadores y pósit amarillos, rosas y azules que flores tenía el campo. Y al enfrentar las baldas que les sonreían bajo el peso de libros y archivadores, a él se le escapó un uf, qué grande es esta casa, y a ella un ay, qué larga es esta vida, y a los dos un qué caray, si podía vivirse dos veces, y qué bueno, ¿no?, y que viva la esperanza de vida esa, y que viva, viva, viva… Se hicieron unos selfis, mandaron unos whatsapp a sus hijos diciendo que se ausentarían una temporadita, y se echaron a la calle con el corazón henchido, las manos entrelazadas y las ideas locas.
¡Qué viva el amor! no importa la edad, cada día puede ser el comienzo de una vida nueva.
Me gustan los colores y has alegrado a esta pareja dotándolos de un halo de esperanza.
Suerte, saludos.
Gracias, Virtudes, por tus comentarios. Me alegra que te haya gustado el relato y que destaques en él la alegría de vivir, los colores y la esperanza. Un abrazo.
¡Qué bonito! Y cómo me gusta la frase final, esos corazones henchidos, esas manos entrelazadas y las ideas bien locas.
¡Bravo, bravo, bravo!
Gracias, Patricia por tus comentarios tan efusivos. A mi me gusta también mucho la frase final, ¿verdad? Abrazos, abrazos y abrazos.
José Ignacio, siempre se puede empezar a recorrer un camino, no importa la edad, simplemente se recorre más despacio. Emotivo y tierno. Muy bueno. Abrazos y mucha suerte.
Gracias,Salvador, por tus comentarios. Si, en esencia es eso: Carpe Diem, que diría el otro. Un abrazo.
Qué bonito… me ha gustado mucho la historia y el final me parece genial. Un relato capaz de reducir al más pintado de los escépticos en esto del amor optimista y bien intencionado. Mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio, por tus comentarios. Son un buen argumento para seguir escribiendo. Te vi en las fotos del 28 de febrero. Se ve a todo el grupo pasándoselo estupendamente. Es una alegría. Saludos y abrazos.
Relato moderno con la introducción del Whatsapp y una despedida que espero que sea corta… por el bien de los hijos jeje te deseo suerte en la próxima selección!!
Gracias, Lorenzo, por tus comentarios. Un abrazo. Ah! Y los hijos, que se vayan buscando la vida, jajaja…