83. Apagón
El guardián de los cielos no debe dormirse apoltronado en la Osa Mayor, ya que ha de mantener iluminadas las candelas de los caminos celestiales. Él guía a las estrellas errantes soltando grandes carcajadas, embriagado por el polvo que pierden al pasar. Así ellas no deambulan al tuntún, llenando los cielos de susurros de anhelos de aquí para allá. Además, el guardián las protege con empeño, alejando de su trayectoria a planetas inapreciables, asteroides impredecibles y agujeros negros con las vibraciones de sus risotadas. Por eso, cada estrella encuentra siempre a su deseador. Menos la noche en la que el guardián debe apagar las candelas y, con sumo respeto, dejar de reír.
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Precioso, Nuria. Muy original, lo describes tan bien que resulta muy visual. Yo, de mayor, quiero ser una de esas estrellas errantes en busca de deseador.
Mucha suerte, un abrazo y Feliz Año.
Muchas gracias por tus bonitas palabras, Ana. ❤️
Un abrazo y feliz año para ti también!
Nuria, después de leer tu micro cada vez que vea una estrella errante me acordaré de ti. Me parece una metáfora preciosa, y espero que tarde mucho tiempo en apagar las candelas.
Un abrazo y feliz 2024.
Me encanta esa idea de que te acuerdes de mí cuando veas una estrella errante ❤️ y me alegro infinito que lo hayas disfrutado.
Un abrazo y feliz 2024 par ti también!
Que nunca se pierda la esperanza ni los buenos deseos. Que haya siempre un guardián que ayude a dirigir los sueños, y que, si se produce un apagón, sea temporal.
Un relato esperanzador en vísperas de un año nuevo, momento de formular deseos.
Un abrazo, suerte y feliz año, Nuria
Muchas gracias por pasarte, Ángel!
Feliz año para ti también!
Besosss
¡Qué belleza! Me ha parecido precioso. Poesía pura.
Enhorabuena, Nuria.
¡Precioso, Nuria!
Abrazo
Muchas gracias, Aurora.
Un abrazo!
Jooooo, muchas gracias, María!
Besossss