90. APASIONADO, SIN SABERLO (Nani Canovaca)
Siempre me aconsejaron mis padres que tenía que respetar a mi chica, que debía quererla apasionadamente y si alguna vez dejaba de desearla, debía ser sincero y decírselo con toda honestidad.
Fui un chico muy reposado, al que gustaba la lectura, las películas de héroes y jugar al futbol. Ya en mi adolescencia, me preguntaba por qué no era como mis compañeros que bebían los vientos por las chicas, hacían escapadas al bosque y luego entre clase y clase, contaban sus aventuras. No me llamaba la atención ninguna aventura, ni lo que todos y todas hacían.
Un día estando tomando un refresco con mis padres, mientras charlábamos animosamente, me preguntó papá por mi futuro y que era lo que tenía pensado hacer. Le contesté que no estaba seguro y que a veces me lo preguntaba, pero no encontraba la respuesta. Sabía que debía optar por algo que me gustara realmente. Tener pareja no me preocupaba por el momento.
Cuando fui a la universidad, disfruté la carrera escogida y allí encontré quién me apasionó.
Quedamos una tarde y le dije que deseaba compartir su vida, él me contestó que me deseaba desde el primer día que me vio.
Nadie debería privarse de experimentar el amor y la pasión. Algunos lo buscan más, a otros les llega solo. Como nadie, tampoco, debería ir en contra de su propia naturaleza. Una lógica y la otra confluyen en tu personaje, que se siente diferente, pero la vida, antes o después, pone todo en su sitio.
Un relato que demuestra que cada persona es un mundo y ha de encontrar y recorrer su propio camino, por diferente que pueda parecer al que transita la mayoría.
Un abrazo y suerte, Nani.
Así es Ángel. Como bien dices, no se pueden forzar las situaciones e ir en contra de nuestra propia naturaleza. Si eso lo aceptáramos con naturalidad, la vida fluiría también con más alegría y belleza. No sabemos asumir lo que no tenemos estereotipado y la diversidad en todos los sentidos, nos engrandece.
Muchas gracias por comentar. Eres la persona más generosa que pasa por nuestros relatos.
Besicos muchos.