21. Aquelarre
Estaba todo dispuesto, el fuego, el pentáculo, las túnicas, el cuchillo… solo faltaba la que iba a ser sacrificada. Y todas las presentes se miraron unas a otras como si el mismo diablo habitara en sus ojos.
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Parece que todas aquellas brujas estaban dispuestas a realizar un sacrificio peno ninguna a sacrificarse por su señor Lucifer.
Incertidumbre y terror transmite tu relato breve tan bien construido.
Saludos virtuales.
Pues, Juan, como no decidan pronto quien va a ser la sacrificada puede acabar la invocación satánica como el rosario de la aurora.
¡Muchísimas gracias María Jesús!
El miedo a perder la vida, por muy bruja que se sea, prevalece sobre creencias o cualquier otro detalle, que queda reducido a zarandaja.
Como alguna no se presente voluntaria (que no parece), no va a haber un solo sacrificio, sino muchos, en realidad actos de defensa propia, con prevalencia de la ley del más fuerte.
Breve efectivo e impactante, con un ingenioso planteamiento de humor negro.
Un abrazo, Raúl.
Suerte
Cuando haga su aparición el Demonio se va a encontrar una escena dantesca, esto es, muy de su agrado.
¡Muchas gracias Ángel!
Echarán mano de algún animalillo que pase…
Miedo e incertidumbre en pocas palabras. ¡Muy bueno!
Creo que los gallos en cuanto vieron el pentáculo salieron como alma que lleva el diablo.
¡Gracias Sara!
Conciso y magnífico texto. Impactante. Chapó!!!
Unas brujas de terror… ¡Literalmente!… Dispuestas a todo y a costa de todo, excepto de sí mismas…
Un aquelarre que se las trae…
Felicidades, Raúl. 🙂
Un beso desde la Patagonia Argentina.
¡Muchísimas gracias Vasco y Mariángeles por vuestras palabras!