54. Efecto letal (Alberto Jesús Vargas)
Su marido me contrató para que la vigilara. “La dejo demasiado tiempo sola y no me fío”, me dijo. Cuando me mostró su foto deseé... Leer más
47. Punto final (Alberto Jesús Vargas)
La torre de la iglesia dejaba caer como lágrimas los golpes de bronce de las campanas. Ningún toque sonaba sin que se hubiese extinguido el... Leer más
68. El hombre perfecto
Se puso de moda hacerse con un hombre perfecto. Como se servían debidamente tuneados según las preferencias de cada clienta, la buena de Matilde encargó... Leer más
69. Últimas voluntades (Alberto Jesús Vargas)
El impacto de un meteorito en las afueras del pueblo ha provocado un insólito efecto. Algunos muertos recientes, abandonando sus tumbas, han empezado a escaparse... Leer más
48. Jugada (Alberto Jesús Vargas)
El abuelo hacía vida tabernera jugándose los cuartos en timbas clandestinas de cartas. Y en ese ir y venir, vaciar frascas y apurar partidas, una... Leer más
36. Desencuentro (Alberto Jesús Vargas)
Bajamos del avión dispuestos a bebernos la isla. Semejante destino nos ofrecía alcohol barato y puro desmadre. No teníamos más plan que quemar unos días... Leer más
28. Reencuentros (Alberto Jesús Vargas)
Desde el primer momento sentí que algo nos unía a pesar de tener tan poco en común. Sin otro afán que el de no precipitarme,... Leer más
66. Caídos del cielo (Alberto Jesús Vargas)
Fue una mañana de domingo. Por un desconocido fenómeno cósmico, una lluvia de ángeles se desencadenó sobre la ciudad. Algunos eran rubitos y lechosos como... Leer más
26. Nieves (Alberto Jesús Vargas)
Nieves, que fue la chica más guapa del instituto, acabó convirtiéndose en el pibón del barrio. Era alta y rubia como las nórdicas y había... Leer más
55. Encadenados (Alberto Jesús Vargas)
Arturo mañana no trabaja. Él, que quiso ser un gran chef y tener su propio restaurante con estrella Michelín, lleva años en el mismo bar... Leer más