24. Para Amparito
—Es muy rico. — ¿Eso es bastante? —Eres pobre. —Me duele con él. No me mojo. —A tu padre le mandé con otras mujeres; al... Read More
57. El turno de los sueños
Surgió descalza en el jardín. Vestía sólo un breve lienzo de lino que llevaba sujeto al hombro con un lazo. Con la cabeza humillada abrió... Read More