Nieto Yuste

Me acostumbré a descifrar miradas. A ver el enojo en los ojos de Lucía cuando entro mojado y le piso la tarima dejando charquitos. Creo... Read More

  Temblamos de excitación con sólo sentirnos cerca aquel día. Tú esperabas en el zaguán a que mi madre te diera agua para los braceros.... Read More

Con una delicadeza imposible de imaginar en una mujer que guarda cabras en el monte, mi madre va cogiendo el bajo del vestido de Dorita.... Read More

Los recuerdos de infancia de Julia son de color amarillo. Amarillo como los orines que manchaban las sábanas del catre de su habitación de sirvienta.... Read More

Silba una ventisca y la luz es cegadora en este cementerio de tumbas abiertas. A mi lado, el perro fiel que no ladra y siempre... Read More

Mi abuelo plantaba cerezos en el Jerte. Adoraba el color que tenían las picotas cuando las miraba en los capazos todas juntas. Goterones de sangre... Read More

Moría por unas  Converse rojas. Se gastó todos los ahorros por pagar el precio. Prohibitivo para sus quince años. Imprescindible para entrar en el grupo... Read More

¡Hay mechero, mech…! ¡Hay mechero, mech…! El hombre repite la letanía como si estuviera recitando un mantra. A sus pies, un cartel sorprendentemente artístico. Llama... Read More