18. Azul…
Que era un niño singular nadie lo ponía en duda, ni siquiera sus progenitores. Su vocabulario sacaba de quicio al padre alcohólico y embelesaba a la esposa de este, doña Rosa, que se sentía orgullosa de que su hijo utilizara palabras tan extrañas.
Aquella mañana de noviembre, Félix Rubén paseaba, sin fijarse en nada concreto, por la calle principal de León. Siempre lo hacía callado y con la mirada al cielo, caminando en una nube de ensoñaciones. Pero, en esa ocasión, comenzó a encadenar, en voz muy alta, vocablos como estos: fanfarria, ditirambo, esmaragdina, oropel, dáctilos, anapestos, pirriquios, hipocentauros, zambras, echacorvería… Y así siguió el niño, hasta entrar en su hogar. Como de costumbre, el padre lo trató con desprecio y la madre se emocionaba con la aparente valía del muchacho.
Ni su familia ni nadie, por aquel entonces, se imaginaría que de la estirpe de los Daríos saldría un genio de las letras, ni que el color azul y los cisnes blancos iban a conducirlo, entre estanques y ninfas, entre vocablos imposibles y bellos adjetivos, a ser diferente y único.
Diferente, único, singular y azul este homenaje a la infancia de Rubén Darío, poeta con mayúsculas si los hay…
Me ha encantado, MARÍA JOSÉ; te felicito 🙂
Cariños,
Mariángeles
Precioso relato con el que nos trasladas a la infancia de uno de los más grandes.Muy bonito
Singular relato, María José.
Felicidades.
Un abrazo
Los llamados a destacar, a iniciar caminos por los que nadie ha caminado, que después otros imitarán, también fueron niños y siempre, desde el principio, diferentes, algo que no todo el mundo comprende. Los pioneros no lo tienen fácil, pero el talento sabe salir adelante.
A veces la vida hace justicia a las personas y con él lo hizo, tienen la suerte que merecen y saben aprovecharla, como él ha tenido la fortuna de que tú hayas dedicado a su memoria y letras este hermoso homenaje a su altura y a medida del tema propuesto.
Un abrazo y suerte, María José
Bonito recuerdo el que has hecho, María José, a uno de los más celebres poetas, y de paso nos has refrescado la memoria con una serie de palabras que no merecen ser extinguidas.
Mucha suerte y un besito virtual.
Estupendo!! Me ha encantado!!
Muchos plas-plas-plases!!
Qué bello homenaje al poeta nicaragüense. Su «Azul» sería inspirador de otros muchos poetas.
Besos, María José.