Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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04. BAJO SU SOMBRA (Ángel Saiz Mora -EdH 2020-)

Su alumbramiento cambió nuestra vida, pero en lugar de aportar el brillo gozoso que acompaña la llegada de un pequeño, trajo consigo tinieblas.
Su existencia queda resumida en estos siete párrafos, que comienzan con el adjetivo “su”, tan posesivo como él, convencido de que las personas le pertenecían.
Su intolerancia a la luz solar, causa de lesiones cutáneas, hizo que creciese aislado. No asistió al colegio. Los profesores particulares nunca le duraban mucho.
Su adolescencia y juventud fueron desordenadas. Salía cada noche y dormitaba durante las horas en las que era vulnerable, resguardado de toda claridad.
Su presencia era lo único que me quedaba desde que mi mujer murió, mortificada por el fruto de sus entrañas, arrepentida de haber dado a luz a alguien como él.
Su proceder y mis sospechas se confirmaron tras seguirle a escondidas. Fue esa noche, al observar cómo actuaba en la oscuridad, cuando vi con nitidez lo que yo tendría que hacer por la mañana, sin falta.
Su mirada al despertar y verme frente a él fue de resentimiento total. Pronto acompañaré a mi esposa. Un padre no debería sobrevivir a su hijo. Lo supe mientras le clavaba una estaca en el corazón.

52 Responses

  1. Parece un contrasentido que la oscuridad nazca de la luz, más cuando esa luz son un padre y una madre normales y esa oscuridad, ese hijo posesivo, intolerante al sol, que se resguarda de la claridad en las horas en que es vulnerable se revela, tras la pesquisa paterna, como un vampiro.
    Un micro certero y agudo que toca el corazón del lector, igual esa estaca final…

    Felicidades, ÁNGEL; me encantó.

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Ángel Saiz Mora

      Lo de «del tal palo tal astilla», como generalidad, puede tener excepciones. Hay naturalezas que surgen sin que por el ambiente o la herencia genética las propicien.
      Agradezco mucho tu lectura atenta y tus palabras.
      Un abrazo, Mariángeles

  2. Barceló Martínez

    Hola, Ángel.
    Tú nunca das puntada sin hilo. En este relato utilizas a la perfección el contraste entre la claridad y las tinieblas y es que, por más que pueda pesar, las sombras siempre nacen de la luz.
    Un radiante abrazo, querido tocayo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Todos tenemos un lado oscuro, el problema surge cuando resulta demasiado pronunciado y se convierte en un problema para los demás. Un hijo siempre es una bendición, pero puede haber casos extremos que hagan que esa máxima se tambalee.
      Muchas gracias, tocayo.
      Un abrazo

      1. Aurora Tárrega

        Ángel,

        Soy bastante desastre con los comentarios, así que simplemente decirte que me ha encantado el relato.
        La última frase es brillante, una estaca en el corazón, con su doble sentido imagino.
        Un abrazo y suerte

        1. Ángel Saiz Mora

          Matar a un hijo, aunque se trate de un ser dañino, más emparentado con el diablo, no debe ser plato de gusto. Tras hundir esa estaca algo murió también en el padre, que vaticina que ya no puede vivir mucho.
          Gracias, Aurora, me alegra que te guste.
          Un abrazo

      1. Ángel Saiz Mora

        Como en los cipreses de la novela de Delibes, la sombra de algunas personas es demasiado alargada. En este caso concreto, encarna el mal más puro, que no queda otro remedio de erradicar, para que la luz pueda tener espacio.
        Muchas gracias, Yolanda.
        Un abrazo

  3. Una criatura de la sombra que no soporta la luz y de la que su madre se arrepintió de «dársela» has jugado bien con tales conceptos al presentarnos al personaje. Y es que realmente la metáfora no puede ser más cierta pues bien dicen que de noche «todos los gatos son pardos» y nadie como un vampiro para dar miedo.

    Buen texto, como siempre. Un placer leerte, Ángel.

    1. Ángel Saiz Mora

      La noche es un universo propicio para todo tipo de criaturas imaginadas de la literatura, casi siempre perversas, en el que se mueven con impunidad para alterar la existencia de las personas sencillas, con sus defectos, pero en general buena gente.
      Muchas gracias, Manoli.
      Un abrazo

  4. Puri Rodríguez

    Grande, Ángel. Magnífica y dolorosa introspección del creador de un temible ser maligno. Otra vuelta de tuerca en la fascinante ficción vampírica. Enhorabuena, querido amigo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Solemos asociar, a causa de nuestra cultura cinematográfica, a los vampiros con épocas pasadas y castillos tenebrosos. Si extrapoláramos estos personajes de ficción a nuestros días, podrían tener como refugio un piso corriente, dentro de una comunidad de vecinos, parte de una familia perfectamente normal, a la que le cuesta mucho asimilar que un representante de las tinieblas tenga que ver con ellos.
      Muchas gracias, Puri.
      Un abrazo

  5. Impactante relato el que nos traes.Fíjate que a mí en un principio, sin acabar de leer el micro, me ha dado lástima el chico. Más que en un vampiro he pensado en alguien que padece la enfermedad de lupus o algo similar, y que los efectos de dicha enfermedad, principalmente la fotosensibilidad que le produce esas lesiones en la piel, le habían vuelto egocéntrico y asocial. Luego, tras las conclusiones del padre, ya me he convencido de que habías dado vida a un vampiro. La pena es que el padre, tras verse obligado a clavar esa estaca en el corazón del hijo, decida también morir él. Pero, a ver quién es capaz de seguir viviendo bajo esa pesada sombra…
    Un micro que brilla con tu buen hacer. Además, ese comienzo de todos los párrafos en «su», evidenciando el carácter posesivo del protagonista, ha dado su fruto en ritmo y originalidad. Suerte y abrazo, Ángel.

    1. Ángel Saiz Mora

      Solemos ser demasiado superficiales y juzgar a las personas sin conocer sus circunstancias. El eterno dilema de si el delincuente nace o se hace, por ejemplo, que ya se planteaban los griegos. El esfuerzo de ponerse en el lugar del otro, que normalmente no nos molestamos en hacer, tú sí lo has hecho. Tu sensación primera respecto al personaje es, por tanto, muy correcta. No obstante, fuera de toda causa-efecto, él surge como por generación espontánea, siendo más hijo de las tinieblas que de ese pobre matrimonio, cuya madre muere, se puede decir que de puro disgusto, y el hombre se ve en la obligación moral de acometer la decisión mas difícil que un padre pueda imaginar, tras lo que no le quedan ganas de vivir.
      Agradezco mucho tu lectura y tus palabras, Juana.
      Un abrazo

  6. La construcción del relato sobre la idea de posesión me parece francamente ingeniosa. El mal tiene múltiples aristas, pero si algo constituye su columna vertebral es el egoísmo, y justo eso has hecho con tu cuento, vertebrarlo alrededor de esa idea con el repetido uso del posesivo. Excelente.
    Aunque la podredumbre de un fruto no es responsabilidad del árbol, el fruto de una madre forma parte de ella, aún después de nacer, constituyendo un vínculo muy poderoso. Eso tu cuento lo transmite a la perfección: solo la muerte es contrapeso a una madre arrepentida de su propio fruto.
    Me gusta mucho la idea, el desarrollo y el sorprendente final. Un gran relato (aunque no me sorprende, porque si de algo sabéis los ángeles es de demonios).
    Una vez más, rindo mi admiración a la inagotable veta de ese ‘coco’ tuyo.
    Un fuerte abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Totalmente de acuerdo con esta lectura tan lúcida, que te agradezco mucho.
      El egoísmo es esa ponzoña que todos tenemos dentro e impide prosperar al ser humano. Demostrado queda que la unión hace la fuerza, como también que una persona sola no puede llegar lejos, no hay más que ver a los políticos, preocupados por su presente y futuro, ajenos a aquellos a los que se supone representan y a quienes deben su cargo, sin ser capaces de mirar a largo plazo.
      Los padres de un hijo descarriado sin remedio, aunque no sea por su causa, no pueden evitar algún tipo de culpabilidad y sentirse responsables. Los vínculos que establece la naturaleza son muy fuertes, difíciles de obviar.
      Imaginación y buenas letras es algo innato a tu naturaleza, Antonio, los demás hacemos lo que podemos.
      Gracias otra vez y un abrazo grande

  7. Gloria Arcos Lado

    Maravilloso texto con el que nos vas conduciendo desde la luz a las tinieblas, Ángel. Una vez más nos dejas la muestra de tú maestría con las palabras. Un abrazo enorme desde estos madriles tan sufridos.Gloria

    1. Ángel Saiz Mora

      La palabra parto, no demasiado estética, quizá define de forma bastante apropiada los padecimientos que pasa una madre para traer un hijo al mundo. Por lo general preferimos decir dar a luz, o alumbrar, quedarnos con la luminosidad y la esperanza de una nueva vida por escribir, una oportunidad abierta que, en este caso, degenera en la peor de las oscuridades.
      Hablando de tinieblas, este tiempo en el que estamos tiene un poco de ellas, pero ya sabes, a resistir, que es lo que toca.
      Muchas gracias y un abrazo, Gloria

    1. Ángel Saiz Mora

      Los refranes son muy sabios. Una historia que trata de ir en la línea de «cría cuervos y te sacarán los ojos» solo puede inquietar, o al menos intentarlo.
      Muchas gracias, Pablo.
      Un abrazo

  8. Chapó, Ángel. Es un relato redondo desde el título hasta la frase final con esa estaca como broche. La idea de relatarnos «su» vida y «su» muerte separándolo en 7 capítulos a modo de 7 pecados capitales es una genialidad. Le da mucha fuerza al texto y diseccionas el personaje con la brevedad que requieren las bases pero sin olvidarte de ningún aspecto.
    Insisto, REDONDO.

    1. Ángel Saiz Mora

      Esos pecados no son tan originales como los de tu fantástico libro de relatos, esos sí que son redondos, pero me alegra saber que pueden servir para describir al personaje, sus circunstancias y los motivos que conducen al desenlace.
      Me alegra que te haya gustado.
      Mil gracias y un abrazo, Raquel

  9. José Luis Rico

    Terrorífico y angustioso. Y magnífico. El relato empieza donde acaba la grandiosa La semilla del diablo. También encuentro cierto aroma a Bradbury.
    Un saludo y suerte, Ángel.

    1. Ángel Saiz Mora

      Un vampiro no es muy diferente al mismísimo Belzebú, son de naturaleza similar, pero ya me gustaría ser digno de escribir una continuación de esa obra mítica.
      Si me he acercado un poco, aunque sea de muy lejos, a Bradbury, ya no puedo estar más satisfecho.
      Muchas gracias por leer y comentar.
      Un saludo, José Luis

  10. Josep Maria Arnau

    El título de tu microrrelato sintetiza muchos significados que sugieres en el texto, Ángel. Una sombra terrible que es capaz de apagar cualquier atisbo de luz en su entorno y destruirlo. Hasta el extremo de cambiar los sentimientos de un padre que, atormentado, acaba ejecutando una acción “salvadora”, pero contra natura… insoportable para seguir viviendo. Quizás todo está escrito, pero tu original relato demuestra que la creatividad siempre puede producir nuevos significados y nuevas obras. Enhorabuena.
    Un abrazo y mucha suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Sabemos que todo está escrito, no ahora, sino desde que el hombre empezó a juntar letras con sentido de fabulación. Los temas que utilizamos son básicamente los mismos a lo largo de los siglos, aunque varíe un poco el revestimiento con el que tratamos de presentarlos.
      Esa realidad y la de que necesitaríamos muchas vidas para leer todo lo que quisiéramos, convierte en una auténtica osadía tratar de incorporar a este patrimonio de lecturas inmenso, histórico y mundial alguna aportación, siempre insignificante. Pero somos inquietos, tenemos dentro ese gusanillo y hemos de darle salida.
      Por todo lo dicho, no tiene precio que alguien se detenga a leer lo que uno escribe y, además, lo comente.
      Muchas gracias, Josep Maria. Un abrazo y cuídate mucho.

  11. Ángel Saiz Mora

    No imaginaba. Juan, que eras un fan entusiasta de esas criaturas de hábitos nocturnos, aunque tampoco me extraña en absoluto, porque al ser muy literarias, están dentro de tu campo de conocimiento, que es enorme y más allá.
    Se trata de personajes de ficción, malvados por antonomasia, pero con ese atractivo que tienen «los malos». Algunos han querido buscar una explicación científica que justifique actuaciones como las suyas. Cuando algo tiene éxito e impacta a lo largo de generaciones son ríos de tinta los que se escriben sobre ello.
    Este padre se convirtió en un Val Helsing sin pretenderlo, pero nadie mejor que él para buscar el lugar y el momento propicio para liberar a la Humanidad de un monstruo.
    A mí también me gusta mucho Luis Alberto de Cuenca, es una mente preclara de nuestro tiempo y tiene una pluma formidable. Me apunto la sugerencia de lectura, que te agradezco muchísimo, al igual que el análisis de lujo y tu comentario, que es un regalo.
    Gracias mil y un abrazo, Juan

    1. Ángel Saiz Mora

      No parece que haya duda en que una acción es necesaria si con ella se eliminan males mucho mayores, en este caso, que se incremente aún más el número de víctimas de un vampiro, pero todo deja un rastro y cuesta un precio. Tomar esa decisión tan difícil, ejecutarla y luego vivir con ella, era demasiado para un padre.
      Gracias, Ana
      Saludos

  12. Esperanza Tirado Jiménez

    Entre luces y sombras, es un personaje llamativo. Quizás sea un vampiro, el hijo del Diablo, la reeencarnación de todos los pecados del mundo en un solo cuerpo, un inadaptado, o simplemente un adolescente emo perdido en un ambiente gótico con un alma oscura, buscando su sitio en el mundo. Que no es capaz de ver porque todo a su alrededor está en sombras y hace que todos los que le rodean acaben en ellas.

    Una historia trágica que termina con esa frase final y se hace redonda.

    Mucha Suerte, Ángel, gran Enteciano de Honor

    1. Ángel Saiz Mora

      Quienes viven contracorriente piensan que su mundo único es el auténtico, por muy singular y minoritario que sea, que el universo entero es quien ha de plegarse a su medida particular, aunque su actuación resulte intolerable para el resto. Incomprendido, egoísta, quizá de todo un poco a la vez, quién sabe. El caso es que este personaje en concreto, como bien dices, reencarnación de todos los males posibles, es un ser dañino hasta para los que le concibieron, acogieron y cuidaron.
      De Enteciano honorífico a Enteciana de Honor: Muchas gracias
      Un abrazo, Esperanza

  13. Enrique Mochón Romera

    Su alumbramiento cambió nuestra vida, pero en lugar de aportar el brillo gozoso que acompaña la llegada de un pequeño, trajo consigo tinieblas.
    Su existencia queda resumida en estos siete párrafos, que comienzan con el adjetivo “su”, tan posesivo como él, convencido de que las personas le pertenecían.
    Su intolerancia a la luz solar, causa de lesiones cutáneas, hizo que creciese aislado. No asistió al colegio. Los profesores particulares nunca le duraban mucho.
    Su adolescencia y juventud fueron desordenadas. Salía cada noche y dormitaba durante las horas en las que era vulnerable, resguardado de toda claridad.
    Su presencia era lo único que me quedaba desde que mi mujer murió, mortificada por el fruto de sus entrañas, arrepentida de haber dado a luz a alguien como él.
    Su proceder y mis sospechas se confirmaron tras seguirle a escondidas. Fue esa noche, al observar cómo actuaba en la oscuridad, cuando vi con nitidez lo que yo tendría que hacer por la mañana, sin falta.
    Su mirada al despertar y verme frente a él fue de resentimiento total. Pronto acompañaré a mi esposa. Un padre no debería sobrevivir a su hijo. Lo supe mientras le clavaba una estaca en el corazón.

    Las tinieblas pueden reinar en el ambiente de algunas familias cuando uno de sus componentes sale «torcido». Tú relato transmite desasosiego en cualquiera de sus posibles interpretaciones, aunque intuyo que la principal es la literal, esa que incluiría su temática dentro del género fantástico. Contado en esa primera persona que padece en sus propias carnes el terror de la situación, y de la que va siendo consciente de forma gradual, su lectura te hace empatizar con el sentir del personaje. Mucha suerte con esta gran propuesta, Ángel. Un fuerte abrazo.

    1. Enrique Mochón Romera

      Bueno, Ángel, como supondrás he pegado en el comentario por error tu relato. He intentado borrarlo pero no veo cómo,jajajaj. Un abrazo.

      1. Ángel Saiz Mora

        No te preocupes, es lo que tienen las cosas modernas. Además, qué más honor podría desear yo que el hecho de que mis letras estén cerca de las tuyas, como se suele decir, a ver si así se les pega algo.
        Los vampiros son personajes de ficción, encuadrados en la literatura fantástica. Aparte de ello, el tema del hijo que, como bien apuntas, sale torcido, también está presente en esta historia en la que la fantasía se ha incrustado en la realidad hasta hacerla opresiva, sobre, todo, para los padres de esta criatura cuya maldad sufren sin merecerla.
        Mil gracias, Enrique. Un abrazo

  14. Salvador Esteve

    Lo que tuvo que ser alegría y luz se convirtió en sombra y tragedia. Un padre que asume su parte de culpa como progenitor del engendro, y desdeñando su instinto de protección, como un último acto, libera al mundo de un ser que no tiene cabida en él. Estupendo y original relato. Un abrazo y suerte, Ángel.

    1. Ángel Saiz Mora

      La mayor alegría se convierte en la mayor decepción. Quebradas todas las reglas lógicas, todo se trastoca. Unos padres sencillos, que esperaban y merecían otra cosa, sufren el peor de los lastres. En lugar de un pan bajo el brazo, esta criatura trajo la desdicha sin paliativos.
      Muchas gracias, Salvador
      Un abrazo

  15. Tendrías que haberle dado, al nacer, un buen batido de ajos.
    Bromas a parte, tienes mucha razón en esa parte en la que expresas que, a veces, lo esperado, no se corresponde con lo que llega, y, en este caso, el dolor se agrava porque hablamos de un hijo. Debe ser muy difícil reconocer el mal en los ojos y en los actos de aquel a quien has engendrado con amor y en el que has puesto lo mejor de tu existencia.
    Un padre valiente, desde luego. Un padre sensato.
    Un abrazo Ángel. Por fin saco un hueco para detenerme en este paraje.

    1. Ángel Saiz Mora

      Igual, con ese batido que propones en broma, aplicado a diario durante toda la infancia, este muchacho habría desistido de sus tendencias dañinas. Separar la paternidad y la maternidad para juzgar a alguien no es sencillo, estamos muy condicionados por la naturaleza, un instinto que nos lleva a proteger a nuestra descendencia, incluso cuando, como es el caso, no lo merezca. La decisión de este padre tiene detrás, como bien apuntas, valentía y sensatez.
      Agradezco mucho ese hueco que me has dedicado.
      Un abrazo, Mercedes

  16. Hola, Ángel.
    No te conocía esta vena macabra, pero te confieso que me ha encantado.
    Una existencia resumida en siete párrafos certeros y perfectos en los que se describe a tu personaje: un pequeño monstruo que pertenecía al mundo de las tinieblas. El último es el más duro y contra natura por el hecho de ser un padre el que decida terminar con la vida de su hijo.

    Fantástico, queridísimo. Sé que estoy un poco perdida, pero entre unas cosas y otras, me da pereza casi todo.
    Votaría por tu micro si fuera jurado.
    Un abrazo inmenso.

    1. Ángel Saiz Mora

      No sé si habrá sido brujería o cosa de vampiros quizá, pero justo ayer pensaba que hacía tiempo que no sabía de ti ni de tus letras, por lo que me alegra doblemente tu lectura y comentario. Sé que mis historias suelen ser más positivas, pero esta vez ha salido así, a saber por qué.
      Todos tenemos etapas. Ya sabes que tienes admiradores, entre los que me cuento. Si puedo, nunca me pierdo nada de lo que escribes, para disfrutar y para aprender.
      Muchas gracias, Towi.
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Estoy lo más lejos que imaginarse pueda de reinar en nada, aunque agradezco mucho tus palabras. También me agrada que te haya gustado esta pequeña historia.
      Un abrazo, Edita

  17. Cuando lo leí en su día… ¡madre mía, si estamos a punto de acabar esta convocatoria!, ya me gustó, aunque me quedé un poco noqueada por la mala suerte de estos padres 🙁
    Te devuelvo la visita muy gustosamente, aunque nada que ver tu comentario con el mío pues de todos es sabido ya, que tú eres el comentarista enteciano por excelencia.
    Un abrazo grandote, Ángel, te deseo mucha suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Todos los comentarios son bienvenidos siempre y el tuyo para mí vale un montón. En cuanto al relato, se dan casos de padres normales, e incluso intachables, que tienen un hijo más cerca de ser monstruo que persona. Al malestar que ello debe de suponer, seguro que también se une un complejo de culpabilidad, cuando a ellos, quizá, no se les debería tildar de responsables. Hay naturalezas que se tuercen, sin más.
      Muchas gracias, Rosy, otro abrazo de los grandes para ti

  18. Francisco Javier Igarreta

    Está claro que el engendro era muy suyo. Una pena tener que acabar tan pronto con tan cuajado ejemplar de esa especie en extinción.
    Afortunadamente fue suficiente para que nos lo cuentes con tu habitual maestría.

    1. Ángel Saiz Mora

      Si lo consideramos de una manera ecológica, tal vez hubiera merecido la pena mantenerlo vivo para ser objeto de estudio, en aras de la ciencia, pero siempre controlado, sin que pudiese hacer daño a nadie. ahí estaba el problema, su naturaleza dañina.
      Muchas gracias, Francisco Javier.
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Tirano, monstruoso y peligroso, sin que, además, los padres tengan culpa de ello. Algunas naturalezas hacen torcidas y no hay quien las enderece.
      Muchas gracias, Pilar
      Un abrazo

  19. Qué bueno Ángel. Cuando se presentó el tema de la Luz pensé de seguida en el concepto dar a luz, y también en que algo en principio bueno, puede convertirse en una pesadilla. Menos mal que cambié de idea, porque tú has reflejado a la perfección el dolor que pueden sentir unos padres (y es que sabemos cómo son nuestros hijos) cuando el resultado no es el esperado. Bueno, más que el esperado, tú puedes esperar que te salga un hijo médico y en cambio se desmaya al ver la sangre. Lo de tus protagonistas es mucho peor. Te deseo mucha suerte amigo. Besicos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Los vínculos con los hijos, salvo casos excepcionales, siempre son muy fuertes y, aunque les queremos como son, qué duda cabe que, de forma inconsciente tal vez, deseamos que sean un compendio de virtudes, en la creencia de que así les irá mejor. El problema es cuando no solo no son el modelo perfecto que se esperaba, sino todo lo contrario.
      A mí me gusta mucho tu relato.
      Muchas gracias por pasarte.
      Un abrazo

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