Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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28. Caballero andante, a la fuerza. (A. Barceló)

Alonso, señor mayor, flaco y de apariencia pintoresca, sube al bus línea E ayudado de su bastón. Nada más entrar, se encabrona. El transporte va lleno, un niñato en la edad del pavo escucha reguetón cómodamente sentado en la butaca que debería haber cedido a una pobre anciana que casi no puede tenerse en pie y que sortea a duras penas los vaivenes del autobús, evitando milagrosamente romperse una cadera. Sin disimulo alguno, Alonso le clava la punta de su bastón en el tobillo con toda la fuerza de su indignación. El imberbe insolidario lanza un alarido de dolor. Una chica, que lo ha visto todo, denuncia la agresión. Se inicia una acalorada discusión entre todos los pasajeros que termina con la expulsión de Alonso por decisión del conductor. El niñato se burla del expulsado con gesto triunfal haciéndole una peineta desde la ventanilla, apalancado en el asiento que, por supuesto, sigue ocupando. Alonso se baja los pantalones y le dedica un teatral calvo de su huesudo culo simulando bailar twerking. En su carrillo izquierdo lleva tatuado un Quijote. Un señor barrigón, que le había defendido, le lanza besos desde del autobús mientras éste se va alejando calle abajo.

18 Responses

  1. Muy acertado y simpático título al que vuelves, a la fuerza, cuando llegas al final del relato para valorarlo en todo su esplendor. Mientras, por el camino de la lectura, aunque reconoces que la violencia del “quijote” es indefendible, no puedes evitar aplaudirle.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Edita.
      Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que si alguien que quiera emular a un caballero andante como Don Quijote se dedicase a ser políticamente correcto, perdería mucho sentido. Me ciño yo aquí al ámbito literario, aunque reflexiono yo para mí si los malos, sinvergüenzas, maleantes, etc., respetan las normas sociales.
      Un cálido saludo.

  2. Ángel Saiz Mora

    Una injusticia que desfacer y un caballero.andante en autobús.
    Una sabmngre que no llega al río, pero deja patente una rebeldía ante la falta de un respeto mínimo y el «todo vale».
    Una historia simpática que, a pesar de la temeridad delnprotagonista, es loable en la intención y goza de seguidores, como ese pasajero barrigón que bien pudiera ser Sancho, o muchos de los que leamos estas letras.
    Un abrazo grande, tocayo.
    Suerte

    1. Barceló Martínez

      Hola, Ángel.
      Siempre he pensado que con el tiempo cambian los escenarios, los contextos y el marco general, pero la condición humana no cambia y, a pesar de estar escrito «El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha» hace ya tanto, sus enseñanzas en lo tocante al entendimiento y la interpretación filosófica de esta condición que se hace en, para mí, la obra cumbre de la literatura universal, sigue estando completamente vigente.
      Un cálido abrazo, mi querido y admirado tocayo.

  3. Cierto que quizá el procedimiento no fue del todo correcto, pero la intención era buena y como tal se la aplaude el señor barrigón. Estoy segura de que la anciana también le agradece el esfuerzo, aunque el lance no le permitiera sentarse.
    Un relato divertido que encaja muy bien con las situaciones habituales de hoy y con el espíritu del Quijote.
    Un gran abrazo, Ángel.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Ana María.
      Muy agradecido por tu comentario. Precisamente mi intención era esa: simular humildemente la fina ironía y la comedia que destila El Quijote, por más que algunas de las cosas que se cuentan no tengan ninguna gracia.
      Un cálido abrazo.

  4. Aurora

    Desde luego, una actitud propia de un héroe quijotesco, muy bueno, Ángel. Una situación que, por desgracia, sucede y no siempre hay Alonsos que intervengan… Me ha gustado mucho, no le falta detalle, muy bien hilado, excelente.
    ¡Abrazo!

  5. Barceló Martínez

    Hola, Aurora.
    Muchísimas gracias por tan favorable valoración.
    El mundo iría mucho mejor si abundaran los caballeros andantes, por no mencionar que mucho menos contaminado, jajaja.
    La forma de actuar de Alonso es bastante censurable, no digo que no, pero el fondo es impecable.
    Un cálido abrazo.

  6. Rosalía Guerrero

    Ese Quijote me representa, aunque yo creo que con una colleja al joven hubiera bastado como sugerencia para que cediera el asiento.
    Y de acuerdo con ese calvo. Que ya está bien de ser correctos.
    Un abrazo y suerte.

  7. Barceló Martínez

    Hola, Rosalía.
    El bastón convertido en lanza me quedaba más quijotesco, aunque lo de clavar es una exageración, fue más bien un golpecillo para llamar la atención.
    Y si le quitas a un Quijote su incorrección, en este caso en forma de twerking a piel vista, sería otra cosa, creo yo.
    Muchísimas gracias y un cálido saludo.

  8. Antonio Toribios

    Una viñeta cómica que, por el ritmo y la importancia de lo gestual, podría convertirse fácilmente en sketch de cine cómico. Y sin perder un ápice de su crítica social y su amargura, como en las pelis de Chaplin. Muy logrado. Saludos y suerte, Barceló.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Antonio.
      Muy agradecido. Me gusta utilizar, de vez en cuando, esta forma de narrar, creo que imprime esa inmediatez de las acciones y facilita mucho hacerse eso que llaman «una película mental».
      Un cálido saludo.

  9. Rosa Gómez Gómez

    Divertido si no fuera por lo que denuncia. A esto nos lleva una sociedad cada vez más individualizada y alejada del bien colectivo y de las personas más desfavorecidas. Da coraje, pero es real.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Rosa.
      Pues así es, y en esta clase de detalles sencillos y cotidianos esto de lo que hablas se advierte a la perfección. Afortunadamente también existe el lado contrario:gente generosa, empática y desinteresada. El ying y el yang de toda la vida.
      Un cálido abrazo.

  10. Nuria

    Hola Ángel. Me encantan tus relatos, jajaja, son tan visuales y enérgicos que no puedes evitar leerlo con una energía desbordante. Un abrazo muy grande y mucha suerte.

  11. Barceló Martínez

    Hola, Nuria.
    Muchas gracias. Supongo que a ti también te pasará cuando escribes, que cuando ves el resultado dices: «pues parece que he dado con la tecla». Es una sensación que no siempre tienes, pero cuando la encuentras mola.
    Esta vez, buscaba ese ritmo y esa visualidad de la que hablas y me encanta que me confirmes que se ha producido.
    Un cálido abrazo.

  12. Muchos quijotes hacen falta, querido Barceló. No está tan desatinado ese retrato de insolencia por parte del joven. Menos mal que siempre hay una parte importante de la sociedad juvenil que ha captado el mensaje de saber estar y también el de la compasión. A veces también sucede que somos orgullosos y no queremos reconocer nuestras debilidades, nos hacemos los quijotes y vamos dando bandazos en el autobús, siempre con la sonrisa en los labios, eso sí.
    Es un relato muy bien tramado y con ese punto de humor que tan bien sabes darle.
    Un abrazo, querido Ángel.

  13. Barceló Martínez

    Hola, Mercedes.
    Estoy de acuerdo contigo en que no se puede generalizar, gracias a Dios. Por supuesto que no vamos a juzgar a la juventud por la actitud insolidaria de este personaje, hay much@s chaval@es fantástic@s, pero que se preparen los que actúan con tan poca empatía que todavía quedan quijotes dispuestos a luchar contra las injusticias, desfacer entuertos y buscar el bien común, aunque, como en este caso, no con demasiado acierto.
    Un cálido abrazo, amiga mía.

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