41. Caso perdido
Le podría decir que sí, que aquí hacemos milagros, que de una cara esculpida a trompicones por la vida conseguimos modelar un rostro amable, sin arrugas ni surcos, digno de admirar. Es verdad que enterramos patas de gallo, allanamos el entrecejo preocupado, endulzamos la amargura de un rictus, vaciamos las bolsas repletas de insomnio de los ojos; pero el sufrimiento, la congoja de la existencia, las tribulaciones que han tallado ese semblante, seguirían prisioneras tras el remiendo y se rebelarían con el tiempo, buscarían inexorablemente su camino porque Usted, me atrevo a anticipar, continuará siendo un alma en pena.
Podremos lograr una cara casi perfecta según los cánones de belleza a golpe de bisturí, pero el alma la esculpen otro tipo de golpes y para eso no hay cirugía que valga. Cada golpe nos va tallando y nos transforma día a día, a veces para bien y otras para mal, como en el caso de los que se aferran a ser un alma en pena. Y eso no merece la ídem. Disfrutemos de la vida. Al fin y al cabo eso es lo que importa. Besos y suerte, Mei.
Por mucho que un coche sea tuneado, como se dice ahora, es decir, embellecido en su apariencia hasta la exageración, si el motor está deteriorado de forma profunda de poco va a servir, si acaso como figura decorativa. Si tu personaje atormentado decidiese rebelarse contra ese destino que tanto le golpea y sonreír, a pesar de todo, su rostro iba a mejorar mucho, sin que fuese necesario que se gastase un dineral en cirugía, pero entonces no sería un «caso perdido», que bien claro que lo dice el título.
Un relato que parece muy negativo, pero es todo lo contrario, muy motivador, pues anima a reaccionar en sentido opuesto.
Un agrazo, Mei. Suerte
Mei, me gusta mucho tu forma de escribir.
Las arrugas del interior solo están a la vista de quien las porta y solo se pueden paliar con la voluntad propia de hacerlas más livianas, las otras puede que un cirujano hábil…
Acerca del relato quería pedirte una aclaración: ¿puede que la voz que está emitiendo el juicio del relato en lugar de la de un cirujano sea la de un especialista en tanatopraxia?
Saludos cordiales, Mei.
Mei, hay cirujanos plásticos que no pueden borrar los pelos negros del corazón, esos salen como los que tras una buena depilación, asoman como espárragos verdes, tersos y rebeldes.
Suerte y besicos muchos.
No hay cirugía que remiende el alma, el alma en pena.
Muy buen relato, Mei. Me gusta mucho.
Suerte y abrazo,
Agradezco vuestras palabras. Ana, los dos Ángeles, Nani, Anna, agradezco vuestras palabras