27. CATAS (Rafa Olivares)
Con absoluta concentración, observa el fluido al trasluz y afirma «Tonalidad de primavera suave con destellos dorados, brillantes y sensuales; presencia de microsedimentos», luego aspira su aroma y asevera «Esencias de frutos silvestres con notas de algas marinas». A continuación, degusta unas gotas y proclama «Un punto de ligera acidez y permanencia retronasal en el paladar». La auxiliar ha tomado nota de todo en la ficha. Los informes salen ahora muy completos y los diagnósticos y tratamientos resultan más sencillos y eficaces. El Jefe del Servicio de Análisis Clínicos del Hospital General está muy satisfecho con la incorporación de un sumiller al equipo para el examen de las muestras de orina.
El lenguaje que se emplea en las etiquetas de las botellas de vino es muy peculiar, es imaginativo y busca la excelencia, el caso es deslumbrar. El lenguaje clínico también tiene lo suyo; trata de ser preciso, aunque a los profanos en el tema nos suene a japonés arcaico o peor. Antiguamente los médicos también probaban eso, literalmente, así que, aunque quizá lo pueda parecer (seguimos con las apariencias), no es nada disparatada tu historia.
Un relato divertido, trabajado e inteligente, con un disfraz que enmascara bien la realidad.
Un abrazo y suerte, Rafa
No hay duda de que ciertas habilidades o capacidades son utilizables en más de una ocupación con provechosos resultados. El caso de nuestro personaje es uno de ellos en el que, entre estar en una bodega o en un laboratorio, solo cambia el líquido elemento.
Muchas gracias, Ángel, por tus siempre generosas palabras.
Un abrazo.
Mira que eres gamberro, gemelo, siempre me arrancas una sonrisa.
Una sonrisa tuya ya es un premio de los grandes.
Besos, melliza.
Hola Rafa, excelente relato, no llevas por un camino para luego derivar en un final tan orate como tu personaje. Muy divertido. Un abrazo y suerte.
Gracias, Moli. Celebro que lo encuentres divertido.
Un abrazo.
Hola Rafa,
Empiezas tu relato de forma tan llamativa, sobre todo para los que somos profanos en vinos, que nos atraes y prestamos mucha atención y a mí me ha sucedido, que cuando empezaba a cansarme un poco seguir con la definición de los vinos, vas tú y me dices que hablas de análisis de orina. Me he reído mucho.
Nos leemos.
Pues sí, Isabel Cristina, este mes va de apariencias y cualquier profesión puede tener aplicaciones distintas a las que gestaron su creación. Celebro mucho esas risas.
Abrazos.
¡Flor de nariz! ¡No cualquiera la tiene! Los enólogos podrán ser muy buenos, pero está visto (y leído) que tu «catador urinario» les gana por goleada… Yo también me tragaba el cuento del vinito, y entonces llegué al final… Muy escatológico el sommelier para mi gusto, pero imagino que en la clínica estarán muy contentos…
Me dio un poquito de asquín lo de la orina, Rafa, pero me hiciste reír…
Besos😘😘😇😇
Afortunadamente, tenemos tantos y tan buenos vinos, también en Argentina, que seguro que no falta trabajo a ningún sumiller como para que tenga que cambiar la materia prima de su trabajo.
Feliz con tus risas.
Besos.