Ciudad de COLORARESAND

TEXTO e ILUSTRACIÓN: Mercedes Marín del Valle

Lo que hace a Coloraresand diferente de las otras ciudades es que en vez de estar construida con arcilla, barro, cemento o piedra, tiene miles de granos de cuarzo colorido.
La arena de colores inimitables, cubre completamente las calles. Las habitaciones están repletas de moluscos bivalvos y caracolas que en otro tiempo tuvieron una vida libre y repleta de avatares. Sobre las escaleras se posa una gaviota despistada. Encima de los tejados las cometas saludan a los navegantes y hace guiños a los enamorados.
Si los habitantes pueden andar por la ciudad subidos a altísimos zancos sin que se hundan, no lo sabemos.
Pero estamos seguros de que descalzos sentirán bullir la vida bajo sus pies. Les conviene quedarse quietos y tendidos, en las horas de más calor para que sus cuerpos recobren la humedad perdida en su actividad frenética con las olas. Los lugares están todos a mano, solo tienes que echarte nadar un poco y podrás llegar a casa del rey o a casa del pescador. Hay quien dice que las sirenas no se ven sin embargo, unas medusas espectaculares de colores irisados y brillos galácticos llenan la noche de magia y lo más importante ¡no son urticantes! De noche, pegando el oído al suelo, puedes sentir como el agua discurre por entre los granos de arena y como pequeños cangrejos hacen túneles con su larga pinza, esa que luego sacan fuera para que se limpie con la corriente, mientras ellos permanecen reposando en la humedad del suelo enfangado buscando el fresco.