65. Coartada con alas (Alberto BF)
Se sentía una mujer plena y libre.
Cansada de un gris marido que solo le brindaba aburrimiento y rutina, llevaba meses viéndose con un hombre de verdad.
Pero a la primera falta se complicaron las cosas.
Un ángel del Cielo apareció con gran enfado, y bramó enfurecido: «María, el elegido era el carpintero, esto trastoca todo. Te estás jugando el negocio de muchos».
En plena bronca, una blanca paloma se posó en el alféizar de la ventana.
El ángel, mirándola pensativo, cambió de cara y dio un giro en su discurso: «Creo que tengo la solución: haremos pensar que ha sido la paloma. Conociendo a tu especie, seguro que cuela. De tu marido me encargo yo, pero controla tus instintos, de ti depende nuestro futuro».
María se arrodilló ante el Ángel, le juró obediencia, y mantuvo este ingenioso discurso como oficial, sin entrar a valorar su verosimilitud.
Meses después nació el bebé, y lo cuidó y educó junto a su abnegado marido, cumplidora. Pero ella ya había catado las mieles del pecado. Cada noche, durante años, visitó con profundo y carnal deseo al padre de su hijo, mientras el carpintero se desahogaba resignado en las suaves alas de la paloma.
Una muy ingeniosa revisión de la historia. Suerte.
Menos mal que el negocio se salvó y aún perdura.
Reconozco que los relatos irreverentes me ganan.
Suerte y abrazo.
Hay historias que necesitan de la fe para ser creídas, en tanto se hallan en una dimensión distinta a la de la pura lógica. En el episodio de La Anunciación del Nuevo Testamento has introducido imaginación para preservar la interpretación oficial de cara a la galería, al tiempo que entre bastidores late otra versión más mundana y menos divina, una coartada a medida para satisfacción de todos, que habría funcionado durante siglos.
Un saludo y suerte, Alberto
¡Muchas gracias, Beatriz!
Rescaté la versión de un evangelio apócrifo.
¡Suerte para ti también!
¡Muchas gracias, Rafa!
Ay, las irreverencias…
¡Abrazo y suerte para ti también!
Muchas gracias por tus comentarios, Ángel.
Brindemos por lo mundano y por lo divino.
¡Un saludo, y suerte!
Tergiversar y voltear las escrituras siempre es garantía de éxito. Teniendo una de las mayores multinacionales de las almas y el mejor de los logos (la cruz), no podían perder la oportunidad de negocio. Y a María que le quiten lo bailao. ¡Ole! Un estupendo revoltillo, Alberto. Me ha encantado. Suerte y abrazos.
Es ta versión tiene el peligro de resultar más creíble que el cuento original.
Muchas gracias, Rafael.
Las oportunidades de negocio hay que aprovecharlas. En este caso, mejor que nunca, damos fe de ello.
¡Suerte y abrazos para ti también!
Y los cuentos, cuentos son.
¡Gracias por tu comentario, Edita!