63. Coleccionamos aplausos cada noche… (Gemma Llauradó)
A pesar de coleccionar aplausos casa noche, y por mucha fuerza de voluntad que tengamos en nuestro trabajo, todos podemos caer en algún momento, cuando olvidamos nuestro objetivo o tenemos un momento de debilidad por las circunstancias que vivimos, y en el que hacemos lo contrario de lo que pretendemos por la presión a la que estamos sometidos. Sin embargo, somos en general fuertes, luchadores e incrementamos en los peores momentos la fuerza habitual en nuestro trabajo y nuestra voluntad de seguir adelante, por nosotros, por vosotros, por todos.
Y aunque parezca contradictorio, aceptamos que podemos fallar y tener algún momento de debilidad. Eso sí, sin excedernos en ser autoindulgentes. Sin machacarnos a nosotros mismos si padecemos una caída, e intentando que estas no acontezcan sin más. Tenemos fuerza de voluntad, capacidad para el trabajo duro y comprometido y sobrada calidad humana para perseguir un objetivo concreto a pesar de la existencia de obstáculos, dificultades y distractores. Por todo ello, seguiremos luchando cada día ante la pandemia. ¡Somos sanitarios!
Pocas veces un colectivo ha merecido el literal aplauso unánime de millones de personas. Todos a la vez no podemos estar equivocados. Qué mejor colección que ese gesto que llena las calles cada tarde, cuando ya se ha ido el sol. Siempre hemos debido mucho a los protagonistas de tu relato por su vocación y entrega, pero hoy más que nunca.
Una historia apropiada y necesaria, un homenaje que se une a muchos más, todos justificados.
Un saludo y suerte, Gemma
Gracias por tus palabras Ángel.
Recibe un fuerte aplauso y un abrazo. Gracias.
Me encanta tu propuesta.
Gracias por leerme y tu apoyo.