18. Color sepia (Ginette Gilart)
El camión de la mudanza arrancó. De pie, en el porche, Clara esperó a que desapareciera del todo, tras la verja, para entrar de nuevo en casa. Había quedado con sus hermanos que ella se encargaría de seleccionar los libros de la biblioteca de sus padres.
El sol empezaba a declinar cuando acabó de llenar una gran caja con volúmenes sin gran interés para ella. Luego se acercó a su zona preferida; al querer coger un par de libros, algo cayó al suelo. Era una foto antigua, color sepia, con los bordes dentados. En ella dos jóvenes parejas miraban sonriendo a la cámara; detrás de ellas un carromato de madera pintada, de esos antiguos que poseían los romaníes. Reconoció a la pareja de la derecha, eran sus padres. La otra mujer llevaba un bebé en brazos; se quedó un rato observándola, luego levantó la mirada. El reflejo que le devolvió el espejo situado en la pared de enfrente le hizo recomponer su vida. Entendió entonces el poco parecido que tenía con sus padres y hermanos, entendió su pasión por la música y el baile, su particular atracción por los espacios abiertos, por las noches estrelladas y por las reuniones alrededor de una hoguera.
Un bonito relato sobre descubrimientos. Cuanta gente habrá que no «cuadre» con su familia y nunca llegue a conocer la verdad.
O al revés, gente muy parecida a sus padres adoptivos.
Gracias, Paloma, por comentar.
Título, temática del mes, recuerdos, nostalgia…has puesto un poco de todo. Te ha quedado bonito y redondo. Muy evocador. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias, Juan Antonio, por tu apreciación.
Un saludo.
Gina, verás como en cuanto te lea Modes, sigue aumentando la leyenda!!
Precioso relato. Me gusta mucho.
Abrazo
Jajaja, ya te digo, vas a ver la que se va a armar….
Un abrazo Aurora.
Me gusta la manera, nada traumática, de saber quieres fueron sus progenitores…
Bonito relato.
¡Suerte!
Puede que la protagonista sospechara ya algo y de allí que aparentemente se lo toma con serenidad.
Gracias, Rosy, por pasarte y comentar.
Me gusto tu relato, en los libros siempre se descubren cosas en este caso, la propia identtidad. Mucha suerte
Un beso
Pues muchas gracias Esther, me alegro que te guste el relato.
Un beso.
Ginette, alimentas la leyenda de algunos hijos con respecto a su verdadera procedencia; sobre todo en etapas como la adolescencecia se llega a desconfiar de los propios. Bien contado, suerte y saludos
Tienes razón, Calamanda, algunos adolescentes en conflicto con sus padres a veces se hacen esas preguntas.
Un saludo.
Me gusta ver en tu relato una forma más de insistir en cuantas cosas nos proporcionan los libros, en este caso la clave de nuestra vida. Es también bonito como no hay rabia ni desconsuelo en el final. Es bonito
Reyes
Como decían en un antiguo programa de tele, todo está en los libros.
No hay rabia, ni desconsuelo porque tal vez la protagonista ya sospechara algo….señales.
Me alegro que lo encuentres bonito.
Un saludo.
Los bordes dentados de la fotografía me parece que se quedaron romos con el paso del tiempo. Me ha gustado mucho.
Jajaja, sí puede que se hayan quedado romos. Me alegro que te guste.
Un saludo, Daniel.
Ginette, original manera de averiguar su procedencia. A la protagonista se le abre un interrogante, el motivo de la adopción. Me ha gustado. Abrazos.
Gracias por leer mi relato. Al interrogante te contesta Ana U con su comentario.
Un abrazo , Salvador.
Muchas gracias, Ana, por tu comentario. Has acertado plenamente al decir que ya no se sentía extraña, entendió el porqué de ciertas cosas.
Un beso.
Amélie, mala manera de enterarse de su procedencia, se sentirá engañada por todos. Antes era frecuente el ocultarlo, por eso tantas personas buscan sus orígenes por la tele, cuando se enteran de mayores. Mis dos hijas adoptadas me quieren por lo que soy, no por lo que creen que soy.
Un beso
Tienes razón, Epi, antiguamente se ocultaban las cosas, se decían muchas mentiras, sobre todo en este país. Menos mal todo ha cambiado….enhorabuena por tus dos niñas, eres una gran persona Epi.
Besos para ti y tu familia.
Una imagen puede ser muy esclarecedora. No pienso que tu protagonista, al conocer su verdadero origen, se haya sentido defraudada, creo que tus padres son los que te crían y lo dan todo por ti, cuestión sanguínea aparte, pero sí que le ha servido para reafirmarse en su verdadera naturaleza y no sentirse un «bicho raro» por ser diferente.
Suerte y un saludo.
Esa era la idea que quería transmitir. Gracias, Ángel por comentar..
Un saludo.
Bonita historia. Me alegro que tu protagonista finalmente encontrara la verdad.
Un saludo
Gracias, Blanca por pasarte y comentar.
Un saludo.
Una bonita forma de descubrir su historia.
Me ha gustado tu historia.
Besos.
Madre mía, cuanta «historia» 😉
Lo siento, no estoy muy inspirada y le doy demasiado pronto a enviar.
Un abrazo. Amélie.
Me alegro que te haya gustado la historia.
Un abrazo, Inés.
Un relato que me ha traído a la mente a todo un relato del más grande: La gitanilla de Miguel de Cervantes.
Buenas lecturas tienes, Lorenzo. Me alegro verte por aquí.
Un abrazo.
Muy imaginativo, Ginette, encontrar su identidad, su origen, entre los libros. Suerte a fin de mes.
Gracias, Ximens, por desearme suerte; cada vez se hace más difícil acercarse a la meta.
Un abrazo.
Precioso relato. Ya estas en la meta.
Felicidades
Muchas gracias, María, por los ánimos.
Un saludo.
Me ha gustado esa forma de descubrir su pasado. Un abrazo
Me alegro que te haya gustado, Concha.
Un abrazo.
Evocador tu relato. Me gusta la manera como descubre todos los interrogantes que seguramente llevaba dentro. Esa foto dentro de esos libros lo han hecho posible.
Mucha suerte
Besitos
Gracias, Elysa, por leer mi relato y comentar.
Besines.
Bonito relato, con un final abierto que da mucho juego. Me ha gustado mucho, felicidades.
Esa fotografía tenía «voz» y ella quiso escuchar. Me gustó.
Suerte y saludos
Pues a mi me parece un giro interesante en su vida empezar a comprenderse por fin, cuando ya sus padres están a salvo de dar expliaciones. Una escena casi cinematográfica, Gina. Un beso.