80. Como la lluvia a la tristeza (Mar Horno)
El día que llovió del revés no se pudo salir de casa bajo ningún concepto. Ni tan siquiera para comprar imprescindibles horquillas del pelo. No sirvieron los paraguas estampados, tampoco los negros. Era una lluvia sucia que subía del asfalto, de los vertederos y desguaces de la ciudad. Si te cogía al descubierto era muy desagradable, se te metía por las perneras de los pantalones, por debajo de la falda o por la agujeros de la nariz. Solo fue útil para limpiar los bajos de los coches. Al contrario de lo que pudiera pensarse, no cambió la polaridad del ánimo y ese día también fue triste. Se derramaron por las ventanas entreabiertas el sonido de canciones nostálgicas, olor a café recalentado, conversaciones con el espejo, poesías leídas a media voz o el llanto de amoríos imberbes. Los corazones se dieron la vuelta y gotearon las penas una detrás de otra buscando las alcantarillas del cielo donde los habitantes del reverso tuvieron un sirimiri agridulce que les arruinó el gozo de ver caer la lluvia derecha por primera vez.
Ay que goteo tan emotivo.
Siempre única.
En papel lucirá de maravilla.
Gracias Yolanda, eso en papel, en papel. Un beso
Original propuesta repleta de perlas literarias, as usual en la Horno.
Enhorabuena y un abrazo.
Muchas gracias Rafa, espero que lo usual se repita mucho. Un abrazo.
Siempre original, siempre emotiva, siempre lírica y creadora de imágentes potentes. Muy bueno, Mar. Siempre es un placer leerte. Suerte!!
Una imagen vale más que mil palabras y a veces, unas pocas palabras, crean un mundo entero. Un abrazo Salvador y gracias por tu comentario.
Interesante visión.
Gracias Diego.
Relato muy original y con gran carga poética. Me ha gustado. Mar, saludos y suerte.
Muchas gracias Pablo. Un abrazo
Surrealismo fino con elegantes toques poéticos en un mundo que no es uno, sino dos, según desde donde se mire.
Ya se sabe que nunca llueve al gusto de todos. Los de la dimensión superior también tenían derecho a ver llover derecho (aunque suene redundante), pero nada humano no es ajeno, o no debería, la tristeza de los del plano inferior también termina por afectarles.
Cada día es más difícil ser original, pero tú lo has conseguido con creces.
Un abrazo y suerte, Mar
Muchas gracias Ángel. Tus comentarios siemore son un privilegio. Alguien me ha dicho esta mañana que yo escribía distinto, y ahora tú, y nunca había sido consciente. Quizás es el calificativo que más me gusta sobre mi escritura. Ni buena ni mala. distinta…
El día en el que llovió del revés… Qué difícil es hablar de esos días… pero tú lo haces fácil con tu maestría, Mar.
Felicidades.
Fácil, difícil, arriba, abajo, del revés, derecho, depende. Gracias Manuela
Lo dicho en otro foro, que me vuelves del revés con estas imágenes tan impactantes y ese fluir de la lluvia que te lleva y te lleva… y es que tienes mucho arte paisana. Besotes.
Gracias Manuel, me gusta transportar a otro mundo, porque este ya me lo sé…
Se derramaron canciones, gotearon las penas y están contentos los habitantes en reverso del cielo…
Gran y bello relato.
Saludos!
Carme.
Muchas gracias Carme por acercarte a comentar en cáscada. Un abrazo
¡Qué maravilla! Me recuerda a un micro de Manuel Moyano. «Llover para arriba» en el que ideaba un ingenio que cerraba bocamangas y perneras de chaquetas y pantalones para evitar tanto desastre. Claro que entonces los corazones vueltos del revés no gotearían una a una las penas hasta dar con las alcantarillas dl cielo, ni pasaría todo eso que pasa en este micro tan delicioso. ¡Felicidades!
Gracias Javier. Creo que la lluvia del revés está en el imaginario de todos, hartos de ver de la misma forma el mundo. Muchas gracias por acercarte a comentar
Otra propuesta del «universo Horno» tan poético, tan original, tan especial. Me alegra encontrarte de nuevo por aquí.
Gracias Paloma. Y a mí encontrarme tus especiales comentarios en mis micros. Un beso
Más o menos está todo dicho sobre tu magnífico relato, pero me han sobrecogido esos habitantes del reverso.
Enhorabuena Mar!! Suerte!!
Bssss!!!!!
Juancho, esos habitantes del reverso tienen otro micro… Gracias por comentar. Un abrazo
Y es que ya podrá llover del derecho o del revés que Mar Horno siempre nos regala textos espectaculares con metáforas e imágenes propias de su talento.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias David, tus comentarios son un regalo para mí. Un abrazo.
Qué lindo relato. Me acuerdo de ver llover en Macondo.
Besos.
Cómo me gusta todo lo que escribes. Creas un mundo mágico lleno de imaginación, donde todo es posible.
Un relato maravilloso y original, Mar.
Besos apretados.
¡Imaginación al poder!
Me encantó.
Suerte.
Sonrisas mil