14. Complementarios (Carmen Cano)
Me cubro los ojos con las manos porque me he puesto en las de una especialista de la belleza. Ha realzado mis rasgos, que dices amar, con las tonalidades de sus pinceles. Una neblina de vapor desciende sobre mi nuevo peinado.
Hoy quiero que tus ojos, que serán los míos para siempre, me vean hermosa. Yo caminaré lenta, sin errar. Los síes disolverán nuestras dos soledades y seremos uno, en carne y hueso.
Por tus ojos miraré el mundo, sus colores, las flores, las estrellas del cielo y su reflejo en el mar. Yo te subiré a la cima del beso, a la delicia del tacto, a la dicha de la carne entregada.
Con mis pies, como alas, andaré -andaremos- alejándonos del pasado. Te conduciré, a través de primaveras y otoños, hacia el futuro.
Tu voz densa y cálida me guiará en la oscuridad y yo empujaré con mi fuerza, bien medida, tu silla de ruedas.
Dos personas diferentes por definición, pues nadie es igual a nadie, logran encajar de tal forma que ya no imaginan su existencia por separado. Ello, que ya de por sí no es fácil de conseguir, ni de mantener, se une al hecho de que hay algo que aún los une más: sus carencias físicas. Lo que en otros casos pudiera ser un obstáculo, ellos lo convierten en una pieza más del puzzle en el que ambos, piezas aisladas, ensamblan a la perfección para convertirse en una obra completa, difícil de conseguir, envidiable. Ella, invidente; él, con movilidad reducida, tienen lo que necesita el otro, están dispuestos a dar de forma generosa y a recibir de buen grado. Si eso no es amor, no sé que puede serlo.
Un relato en el que no se desvelan hasta el final todos los detalles de una relación fuerte e intensa, muy bien descrita, con un título acorde con las características y la situación de los personajes.
Un abrazo fuerte y suerte, Carmen
Son dos seres, que por sus carencias físicas, parecerían estar condenados a la soledad; pero se han encontrado y, juntos, forman un nuevo ser indisoluble, unido por un amor intenso y por la complementareidad.
Muchas gracias por tus palabras, Ángel, siempre acertadas y alentadoras.
Vaya si se complementan. Carmen tú lo has conseguido de forma deliciosa y llevándonos a un final inesperado. Muy buen relato. Suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani. Una pareja «muy apañada». Me alegra que te haya sorprendido el final.
Y más besos.
Carmen, un relato precioso. La relación de tus protagonistas hace honor al acertado título. Son unos seres que viven en simbiosis, cada uno le aporta al otro aquello que le hace falta para desenvolverse en la vida.
Además es una historia llena de cariño, me encanta esta frase: «Te conduciré, a través de primaveras y otoños, hacia el futuro».
Muy buen relato, Carmen, te deseo mucha suerte.
Besos.
Complementarios en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separe, pero también, en la felicidad y, sobre todo, la adversidad, cosa que no cualquiera lo hace, y eso los hace valientes, muy valientes…
Muy bueno, CARMEN. ???
Dicen que todos tenemos nuestra media naranja. Tus protagonistas han minimizado sus carencias al fusionarse en uno solo. Se complementan a la perfección, lo que los convierte en inseparables.
Precioso relato, Carmen. Donde no existen diferencias, solo amor entre iguales.
Enhorabuena, te deseo muchísima suerte.
Besos apretados.
Javier, muchas gracias por tus palabras. Lo has definido muy bien: es una simbiosis entre dos seres que se aman y se complementan.
Besos, amigo.
Hola, Mariángeles. Juntos en cualquier circunstancia, para afrontar felices las adversidades que la vida les ha deparado. El amor les da fuerzas para ello.
Muchas gracias por tu comentario. Besos.
Pilar, muchas gracias por tus palabras. Diferentes a muchos, iguales en amor, se unen para formar un solo ser completo y vencer los obstáculos del camino que desde ahora recorrerán juntos.
Besos, amiga.
Enorme idea, Carmen; un planteamiento tan original como natural y que has llevado a cabo con enorme sensibilidad y sentido poético, cosas ambas que otorgan a la historia una gran ternura y una mayor dimensión al amor que se profesan los personajes. Diría que la sensación que te queda tras su lectura es la de pureza y plenitud, con lo que su implícita faceta de compromiso social logra unos resultados brillantes.
Enhorabuena por tan buena propuesta. Tu narrativa brota de manantial sereno, y muy rico.
Un abrazo y suerte.
Muchísimas gracias, Enrique. El manantial sereno machadiano al que aludes me sonroja. Es una muestra más de tu generosidad para conmigo y de tu bagaje poético.
Es cierto que, en esta ocasión, me he esforzado con el lenguaje lírico (que lo haya conseguido o no lo dejo a criterio de los lectores), porque pensé que estos dos seres merecían ser mimados y alcanzar un desenlace feliz.
Un fuerte abrazo.