104. Con la marea
La trajo el mar.
Salió desnuda cual sirena, vestida de espuma y algas. Los cabellos brillantes con conchas y caracolas como horquillas. Su cuerpo cálido emana olor a sal y brisa marina. Los ojos de colores irisados brillan cual peces del abismo y medusas.El corazón latiendo al ritmo de batir de las olas sobre las rocas.
Paseó su belleza, en una sensual danza de ir y venir salpicando perlas, hasta que llegó el anochecer en tonos rosas y naranjas.Sus huellas apenas un roce en la arena y con la bajamar, en una limpia zambullida desapareció y con ella el retumbar de las ondas, dejándome una sensación de vacío, que hizo que me despertarse angustiado por su marcha y asombrado al ver un montoncito de nácar a mis pies…a tantos kilómetros del océano.