101. Contrastes (Pablo Cavero)
Tenía miedo a pesar de que mi mamá me había asegurado que no me mordería. La ardilla bajó por el tronco muy despacio y cogió la bellota de mis dedos, luego nos hicimos amigas, le di cacahuetes y hasta le ofrecí un trozo de mi chocolatina. Yo las había visto en dibujos animados, pero en persona las ardillas me gustaron mucho más. No había comparación. Ella vivía en el bosque con el suelo y las ramas llenos de hojas de diferentes colores: marrones casi amarillos, otros tirando a rojos, marrones claros y oscuros. A lo lejos vi un cervatillo muy bonito. Y aquel hombre de ropa de parches verdes y marrones me hizo acordarme de mi gran tristeza cuando pasó lo de la madre de Bambi en la peli. También lo viví en persona, y tampoco fue igual.
La inocencia de vivir las cosas por primera vez produce sensaciones agradables y otras que no lo son tanto, contrastes entre la realidad y las historias contadas e imaginadas.
Un relato sobre la vida que se descubre, sin ocultar los sinsabores que tiene, con la contemplación de la muerte de un cervatillo, que nunca puede ser agradable, algo que marcará a tu pequeño protagonista para siempre, haciéndole aprender también.
Un abrazo y suerte, Pablo
Gracias Ángel por tus comentarios siempre tan acertados y tan entrañables para mí, ya que te considero un gran animador además de maestro contador de historias. Un abrazo