70. CRIMEN PERO NO CASTIGO (Rosa Gómez)
Tuve la certeza de que eras culpable cuando sentí tu ruidoso silencio. Esquivabas la mirada, te movías nerviosa, y hasta tu cara enrojeció.
Eso, y que las comisuras de tu linda boca delataban que mi Nigeria Golden, con ochenta y cinco por ciento de cacao, había pasado a mejor vida.