21. CUESTIÓN DE SUPERVIVENCIA
Los esquimales son capaces de diferenciar más de treinta tonalidades de blanco. Lo he leído en un artículo sobre los inuit. Esta habilidad es vital para ellos; les ayuda a distinguir las placas de hielo demasiado fino, a encontrar el camino de regreso y a divisar una tormenta de nieve a kilómetros.
Tiene sentido, a mí me está empezando a pasar. He aprendido a interpretar el grado de blancura de tus camisas. Da igual lo que digas, pero yo sé perfectamente si vienes del trabajo o si no has dormido en casa.
A veces saco fuerzas para levantarme y me examino en el espejo del baño en busca de alguna cana, intrigada por comprobar si es verdad que no se caen cuando se pierde el resto del cabello.
No te rías, pero esta mañana he adivinado la cifra exacta de leucocitos de la analítica estudiando el color de mi piel, comparándolo con las sábanas y con el líquido lechoso que me meten por el brazo. El médico tampoco daba crédito.
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Los seres vivos, más aún los que pertenecen a eso que ellos mismos han denominado la especie inteligente, han aprendido a leer entre líneas para sobrevivir. A veces, la sutileza marca la diferencia entre continuar con las riendas de una vida, o permitir que ésta, de alguna forma, se malogre.
La percepción desarrollada de los esquimales respecto al color blanco, es aplicada por una mujer a su entorno cotidiano, para detectar posibles signos de infidelidad, para medir el paso del tiempo a través de las canas, o el número de glóbulos blancos, esos guerreros que protegen el organismo, que de alguna forma garantizan la persistencia.
Un relato sobre los grandes principios de la naturaleza aplicados a la vida cotidiana, en un transitar de secuencias llenas de originalidad.
Un abrazo grande, Asun. Suerte
Gracias por tu análisis, Ángel. Yo no habría descrito mejor el sentido del relato.
Un abrazo.
¡Qué bueno, Asun! Vaya pellizquito que nos das al final en el corazón, maestra. Enhorabuena y mucha suerte.
Ma alegro de que te haya gustado, Belén. Lo de maestra me queda demasiado grande pero se agradece, sobre todo viniendo de ti, capitana.
Besos.
Hace días que leí tu relato y por alguna razón que sólo el inconsciente conoce, acudía a mi recuerdo sin buscarlo, así que he tenido que venir y contártelo. Contarte que con muy poquitas frases has construido y me has hecho llegar lo que es importante en la vida de este personaje junto con un perfil de su naturaleza en la que encuentro curiosidad, valor, humor e inteligencia. Al igual que también me pareció entrever un poso de fragilidades y ausencias encerradas en la mirada de una mujer que juega a no desesperarse. Un gusto leerlo. Enhorabuena, Asun.
El secreto de la supervivencia está en ir más allá de lo que se puede captar a través de los sentidos. Me encanta cómo has desgranado la mentalidad de mi protagonista y me alegro mucho de que te haya gustado mi relato.
Gracias por leer y comentar, Bea. Un abrazo.
Toma ya, Asun! Me encanta!
Lo que inicialmente me parecía que iba a ser un micro de tipo antropólógico-Cromático, de repente viró hacia un el mundo de la pareja y laz infidelidades, para finalmente dejarme encogido en el suelo, echando sangre por la boca, por el brutal puñetazo en el estómago…
Triste y buenísimo.
¡Suerte! Besitos
Pues a mí me encanta que te encante, Salva. Que te haya impresionado a ti, que eres especialista en tocar en lo más profundo de los sentimientos humanos me da un plus de satisfacción. Con comentarios así da gusto escribir.
Un beso, paisano.
Cada párrafo te va sorprendiendo más y más, los has enlazado tan bien que me dejado hecha un ovillo. Enhorabuena. Un bico.
Es un relato de esos que te dejan pensando por un rato. Lo he releído, porque quería estar segura de lo que me transmitían tus palabras mientras avanzaba. Me ha gustado mucho, felicidades y suerte.
Besicos muchos.